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Tamoa Calzadilla: “No hay libertad de informar”

Tamoa Calzadilla, ex coordinadora de investigación en Últimas Noticias, afirma que el gobierno amenaza y persigue a los periodistas

Por Carlos Díaz

El lunes 17 de marzo la periodista Tamoa Calzadilla renunció a la coordinación de la unidad de investigación periodística del diario Últimas Noticias –de la Cadena Capriles-, luego que el reportaje de Laura Weffer sobre los guarimberos de Chacao encontrara la censura de la directiva de ese medio.

Con estas palabras –y según carta que publicó días después- Tamoa se despidió de su jefe, el profesor Eleazar Díaz Rangel: “Ya no me necesitas en este puesto, necesitas una operadora política, alguien experto en propaganda oficial y sabes que esa no soy yo (…) Nos despedimos y luego escribí en Twitter: el periodismo primero”, le dijo.

“Hay que reinventar a los medios”

— ¿Cómo se siente ahora?, ¿se arrepiente de la decisión que tomó?

— Nooo, no me arrepiento para nada. Cada día me siento más segura de la decisión que tomé. Era lo que debía hacer. Claro, pasé un período casi de despecho pero la vida siempre abre puertas que nos permiten ver otras cosas. Son las oportunidades para reinventarse y replantearse en medio de la crisis que viven los medios de comunicación.

—  ¿Qué actividad profesional está realizando?, ¿qué proyectos periodísticos iniciará?

— Estoy analizando varias propuestas, una de ellas la creación de una plataforma de investigación periodística tal y como teníamos en el periódico. De momento, comencé a dar clases en la universidad y estoy estudiando reportaje y crónica en el posgrado de la Ucab.

«No les gusta la crítica»

“Cada vez es más difícil hacer periodismo independiente y crítico”

— ¿Cómo describe su relación profesional con Eleazar Díaz Rangel?, ¿es cierto que discutían con frecuencia en la redacción del periódico?

— Sí discutíamos pero, en verdad, con mucho respeto y cariño. Había estima y creo que era mutuo. Siempre le dije las cosas que pensaba y cuando le reclamaba algo lo hacía con respeto. Él lo aceptaba y también me contestaba. Era una relación cordial, compartí con él mis dudas y temores sobre lo que estaba pasando en el diario. Le dije con franqueza que no me gustaban los nuevos dueños fantasmas. Él también me reclamaba que nos metíamos mucho con el gobierno. “Bueno, director, esa es la tarea del periodista”, le decía.

— ¿La opinión de la oposición y la crítica al gobierno son incómodas en las páginas del diario?

— No les gusta para nada la crítica. Hubo un episodio que a mí me dolió mucho y fue cuando los periodistas expresaron su inconformidad por lo que estaba ocurriendo. Díaz Rangel no fue nada amable con ellos, todo lo contrario, cuestionó que los periodistas criticaran. De hecho, escribió –algo que tampoco me gustó- que si los periodistas estaban en desacuerdo pues no sabía de ninguno que hubiese renunciado. Me pareció grosero de su parte.

“Maduro intenta emular el abuso que Chávez tenía con los medios”

Pautas malas y caras

— ¿De los reportajes de investigación que realizó en el diario cuáles recuerda especialmente?

— Uff, todos los domingos publicábamos trabajos de investigación, con una buena crónica y también soporte multimedia. Hicimos reportajes sobre los biopolímeros, motorizados, la asignación de dólares de Cadivi a Daka, las personas desaparecidas y las medicinas vencidas traídas de Cuba y almacenadas en los galpones del Cefar en Las Adjuntas. Hicimos trabajos muy buenos e interesantes.

— ¿Fue censurada usted o su equipo mientras laboró allí?

— Bueno, el día que conté en mi carta.

— ¿El periódico pauta a los periodistas temas como las protestas, guarimbas y el alto costo de los alimentos?

— Son pautas que no le gustan al director. Digamos que hay malas caras sobre eso y piden que se privilegie la posición oficial en esos temas. Nos pedían que no fuéramos tan críticos del gobierno. Creo que esta situación empeoró luego que me fui. Bueno, las recientes portadas del diario son producto de eso.

— ¿Cómo se llevó con su colega Desiré Santos Amaral mientras ella se desempeñó como asesora editorial?

— No tengo nada en su contra. La conozco desde hace muchos años y cuando ella llegó a la redacción solo hablamos de lo personal y nunca de periodismo. Entendí que venía con su posición política. Yo estuve en la redacción el 12 de febrero cuando ella comenzó a gritar que había otro 11 de Abril. Sin embargo, nunca trabajamos juntas.

JV Rangel Vs Díaz Rangel

— ¿Cuál es la relación entre David de Lima y el dueño del BOD, Víctor Vargas?, ¿quién está detrás del nuevo presidente?

— No lo sé. Cuando David de Lima se reunió con los reporteros negó que Víctor Vargas sea el nuevo dueño de la Cadena. No sé si ellos tienen alguna relación. David de Lima no respondió nada sobre eso. Tampoco existe algún papel que indique quiénes están detrás de la venta. Él manejó ese tema con evasivas y solo dijo que había una cláusula de confidencialidad.

¿Es cierto que José Vicente Rangel –al igual que la ministra de Comunicación e Información, Delcy Rodríguez, según refirió usted en su carta abierta- telefonea con frecuencia al diario para presionar?

— No me consta pero entre él y Díaz Rangel hay una amistad que no es secreto para nadie. Son bastante amigos.

“Por decir algo contra el gobierno puedes recibir presiones judiciales y persecución”

No hay libertad de informar

— ¿Hay libertad de expresión o censura en Venezuela?

— Hay libertad si te expresas y escribes sin recibir amenazas ni presiones por ello. Sin embargo, lo cierto es que por decir algo contra el gobierno puedes recibir presiones judiciales y persecución. Cuando impiden ver documentos que verifiquen las denuncias hechas desde un reportaje, entonces, no puede haber libertad de expresión plena.

— El gobierno dice que la comunicación se ha democratizado y da como ejemplo el surgimiento de los medios comunitarios, ¿está de acuerdo?

— No es cierto porque esos medios no son libres. Nacieron bajo la protección del partido de gobierno y con la intención clara de defenderlo. Es algo triste porque los medios comunitarios deben ser críticos, su tarea es denunciar problemas locales y responderle a la comunidad y no a una línea gubernamental. Es algo que ocurre también en VTV en donde tampoco salen las denuncias, ni siquiera de los chavistas. Vivimos una época negra de la libertad de informar.

No es periodismo sino propaganda

— ¿Es posible el periodismo independiente en el país?

— Cada vez es más difícil hacer periodismo independiente y crítico contra el poder. Ese es el trabajo que nos toca a todos los periodistas.

— ¿Qué opina del periodismo que se hace en los medios de comunicación del Estado?

— No lo llamaría periodismo sino propaganda. Esos medios responden solo al interés de defender al gobierno. Pero no es periodismo. Lamentablemente, muchas personas no se dan cuenta que esos medios mienten y dicen medias verdades llenas, además, con odio y expresiones que acentúan la división en el país. Y lo peor es que esto se hace con el dinero de los venezolanos.

— ¿Hay una guerra mediática tal y como denuncia el gobierno?

— Ese es un lenguaje que debemos erradicar. Chávez acuñó ese tipo de expresiones, bueno, él era militar y todo lo llevó a los términos de guerra, batallas y ofensivas. No soy militar sino civil y me niego hablar con esas palabras. Lo que ha habido, en realidad, es corrupción y un mal gobierno: esto es algo evidente a diario con la crisis económica.

Fuga de periodistas

— ¿Hay fuga de jóvenes periodistas y comunicadores?

— Sí, muchísimos. Y es algo lamentable. No solo se están yendo los periodistas sino profesionales de otras áreas importantes para el desarrollo de la nación.

— ¿Maduro genera tantas noticias como Chávez?

— No, en lo absoluto. Lo intenta y, entonces, somete al país a las torturas de las cadenas pero no dice nada. Intenta emular el abuso que Chávez tenía con los medios. Es algo que también se ve, incluso, en titulares de Últimas Noticias que se vuelven absurdos porque siempre quieren abrir con Maduro.

— ¿Cómo describir la situación actual del periodismo venezolano?, ¿es necesaria una renovación?

— Más bien hay que replantearse las plataformas en las cuales la gente pueda obtener información. En el caso del periodismo, pienso que debe continuar de la misma manera, afianzado en sus principios éticos, por ejemplo, decir la verdad y no contar mentiras, entre otros.

El “juguete nuevo” de Víctor Vargas

— ¿Por qué se piensa que el banquero y dueño del BOD, Víctor Vargas Irausquin, es el nuevo propietario de la Cadena Capriles?, ¿alguna vez el banquero asistió a los espacios de la Cadena?

— Durante la primera etapa de la compra llegó una directiva del BOD que era gente de su confianza, Pedro Rondón y Diego Lepage. Son personas abiertamente vinculadas al BOD y a Víctor Vargas. También hubo reuniones, incluso en la casa de Víctor Vargas, con los directivos del periódico. A Vargas solo lo vimos una vez en la redacción cuando Miguel Ángel Capriles lo llevó. Luego nos enteramos que le estaba mostrando su juguete nuevo. Nunca lo volvimos a ver.

“Gabo me marcó”

— ¿Se perdió el romanticismo en el periodismo?

— Ojalá los románticos se consigan a los pragmáticos y, entonces, juntos se encarguen de hacer buen periodismo.

¿Las escuelas de periodismo están formando a buenos profesionales?

— Hay que hacer muchas revisiones. Por ejemplo, los sueldos de los profesores de la UCV son muy bajos. Tampoco hay disposición de revisar los pensum, hay cosas que se deben mejorar y adaptar. En lo personal, me gustaría que todas las escuelas abrieran una cátedra de periodismo de investigación.

— ¿Qué significado tiene Gabriel García Márquez en su carrera?
— Me marcó mucho como periodista y como ser humano. Por ejemplo, mi hija se llama Amaranta, como uno de los personajes de la novela “Cien años de soledad”. Él marcó una época del periodismo. Su forma de escribir es una enseñanza permanente. Nos dejó sus libros, su emoción e interpretación de Latinoamérica. Me dolió mucho que se fuera.

Mis amistades son periodistas

— ¿En qué universidad estudió y en qué año se graduó?, ¿quiénes son sus grandes amigos en el periodismo?— Me gradué en la UCV, en 1999. Tres años antes de graduarme trabajé en el diario El Nacional y allí hice muchos amigos periodistas. El 80 % de mis amistades son periodistas. De hecho, estoy casada con un fotógrafo. Mi comadre y mi gente cercana son también periodistas. Con Vanessa Davies me unió una amistad muy grande.

— ¿Cuántos hijos tiene?
— Tengo una niña de 12 y un niño de 4. Y ahorita (mientras respondo las preguntas de la entrevista) estoy haciendo mercado.