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Froilán Barrios: Se sacrifican ahorros y prestaciones para comprar comida

“No hay ningún trabajador protegido del cáncer inflacionario”, dijo Froilán Barrios economista, profesor universitario y dirigente de Movimiento Laborista y Fadess. “El país se ha convertido en un cementerio del empleo decente”

Por Carlos Díaz

“Hay un profundo proceso de regresión del mundo laboral en Venezuela y en materia salarial el gobierno no puede venir con su cuento de la guerra económica cuando su política está llevando a los trabajadores a la ruina”, afirmó Froilán Barrios economista, profesor universitario y dirigente de Movimiento Laborista y del Frente Autónomo en Defensa del Empleo, el Salario y el Sindicato (Fadess) en entrevista con “La Razón”.

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“La LOTTT ha generado desorden”

¿Qué balance se puede hacer de la aplicación de la Ley Orgánica del Trabajo delos Trabajadores y las Trabajadoras (LOTTT)?

— Derechos colectivos, tales como la autonomía sindical, se han devaluado totalmente. Se ha dejado en manos del Estado todo el mundo laboral e introduce a través de la LOTTT un ambiente de discrecionalidad de las inspectorías del trabajo en donde, inclusive, se ampara el ausentismo laboral. Los dirigentes sindicales no podemos amparar el ausentismo que raya hasta un treinta por ciento porque son afectadas las fuentes de empleo. El Ministerio del Trabajo, además, ha sido colocado por el gobierno como un aparato ideológico a favor de los intereses del Psuv. Es evidente que la LOTTT ha generado un desorden en el ambiente de trabajo en lugar de fortalecerlo.

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“Bajos salarios, empleo inestable debido a la no discusión de las convenciones colectivas y seguridad social bajo condiciones infrahumanas es la situación que enfrentan los trabajadores”, explicó. “El país se ha convertido en un cementerio del empleo decente”, resaltó.

Indicó que el poder adquisitivo define la capacidad del trabajador de adquirir vivienda, vehículo, bienes y condiciones decentes para vivir con su familia. “En Venezuela este concepto se degradó no solo en estos quince años de gestión chavista sino desde hace décadas. El punto de quiebre ocurrió durante el Viernes Negro de 1983 cuando se rompió la paridad de 4,30 bolívar por cada dólar. Los siguientes gobiernos, incluyendo al de Hugo Chávez y ahora Maduro, no han logrado restablecer ese equilibrio”, señaló.

¿Cómo analiza el debilitamiento del salario del trabajador en medio de la crisis económica?

— En 1998 un trabajador que ganaba salario mínimo podía adquirir el ochenta por ciento de la canasta alimentaria. Hoy necesita tres y medio salarios mínimos (de 4.251 bolívares) para adquirir solo la alimentaria porque la básica ni se diga. El gobierno de Maduro ha agravado mucho más esta situación cuando llevó a más de 100 % el índice inflacionario en los alimentos y en 70 % la inflación en general. Esto ha convertido al salario en una pompa de jabón. El gobierno no quiere reconocer esta realidad que, inclusive, ha obligado a muchos trabajadores a emigrar del país.

Solo se trabaja para comer, no hay posibilidad de otra cosa. El gobierno de Maduro debe tener como norte el restablecimiento del poder adquisitivo de los trabajadores pero, hasta ahora, solo se sigue profundizando el deterioro.

[quote font=»0″ bcolor=»#dd3333″ arrow=»yes» align=»right»]“El 90 % de los trabajadores informales ganan por debajo del salario mínimo”[/quote]

EL TRABAJADOR VENDE ROPA Y TAXEA

¿Qué sacrificios hacen los trabajadores para poder comprar los alimentos?

— La situación está llevando a las familias a realizar potes mensuales para la compra de alimentos. Y en ese pote entra el salario de la pareja, lo ahorrado para las vacaciones y también los aguinaldos. Con estas condiciones se acaba con la vida social de la familia y limita mucho las posibilidades de adquirir una vivienda, de comprar un vehículo, para la recreación, sacrifica sus ahorros. A esto se agrega la inseguridad y la escasez –esto último no formaba parte de la economía y ya es una característica permanente y endémica-. Asimismo, el trabajador utiliza la tarjeta de crédito para complementar la compra de alimentos. En vista que no cuenta con ingresos suficientes ha tenido que desempeñar una actividad adicional a la jornada diaria, por ejemplo, vender ropa o taxear.

¿Cuáles son los sectores laborales más afectados por la caída del poder adquisitivo del salario?

— Sin duda, el sector social más golpeado son los trabajadores. El Estado maneja a su antojo todos los recursos provenientes del petróleo e impuestos, incluso pasando por encima de las leyes, así que no está afectado por sus propias políticas; y los empresarios, aunque se han enfrentado a la represión del gobierno y lo cual no motiva a la inversión, siempre tienen la posibilidad de trasladar sus capitales a otros lados a diferencia del trabajador que solo tiene la opción de quedarse en Venezuela.

¿Qué mecanismos tienen los trabajadores a su disposición para defender su salario?

— A través de la convención colectiva el trabajador pudiera tener la opción de protegerse de la inflación. Pero son empresas públicas y privadas que se cuentan con los dedos de las manos. Es decir, de siete millones de trabajadores formales cuatro millones quinientos mil se encuentran en el sector privado, y de allí apenas seiscientos mil tienen derecho al contrato colectivo. En este caso, el Ministerio del Trabajo sí está como un policía detrás de las empresas pero no así cuando se trata de la administración pública en donde más de dos millones quinientos mil trabajadores esperan la discusión de la convención colectiva. Y, además, allí los salarios rondan el salario mínimo.

CÁNCER INFLACIONARIO

¿Los trabajadores cuentan con un sistema de seguridad social sólido que le garantice el acceso a la salud?

— Allí la situación es peor. El trabajador cotiza pero busca atención médica en la red privada porque en la pública el deterioro es grave.

¿Cuáles son los sectores más vulnerables debido al bajo poder adquisitivo?

— No hay ningún trabajador protegido del cáncer inflacionario que cada día destruye su salario y poder adquisitivo. El trabajador que más sufre es aquel que gana salario mínimo, es decir, tres millones quinientas mil personas. En ningún país la mitad de la población laboral en la formalidad devenga salario mínimo, solo en Venezuela. Esto es producto de las políticas que promovió Chávez y que solo se centraron en aumentar el salario mínimo. Pues el salario mínimo ya no es mínimo sino promedio. En Colombia, México, Brasil, Uruguay y Chile el salario mínimo es devengado solo por el diez por ciento de la población formal.

SALARIOS DE SAL Y AGUA

¿Cómo afrontan la crisis los trabajadores de la administración pública y los que laboran en la economía informal?

— Muchos trabajadores del sector público, es decir, dos millones y medio de personas, ganan salario mínimo pero tienen contratos colectivos aunque se incumplen. Esto origina una serie de protestas laborales. En el sector informal –

donde hay cinco millones seiscientos mil trabajadores- la cosa es peor porque son afectados más por la inflación. Allí el noventa por ciento de los trabajadores ganan por debajo del salario mínimo cuando mucho y la seguridad social que los ampara todavía es incipiente. Impera, además, la “ley del lejano oeste”: si ese día trabajas, comes; de lo contrario, no comes. El otro sector es conformado por un millón quinientos mil desempleados y no tiene ningún tipo de protección, es sobreviviente y sin beneficio de ninguna clase.

¿Es urgente la revisión de la escala salarial?

— Desde hace quince años el movimiento sindical ha planteado el incremento general de los salarios. Sin un conjunto de medidas económicas cualquier aumento de salario se convertirá en sal y agua. El tema fundamental involucra la reactivación de la economía, la industrialización del país y el cambio radical de la economía de puertos –en donde empresarios boliburgueses prefieren montar importadoras y no invertir en la producción nacional-. Además, el gobierno debe revisar las políticas petrolera, fiscal y monetaria, y no seguir corriendo la arruga porque los platos rotos los termina pagando la población.

SIGUE DEUDA DE LA LEY DE SALUD Y DE PENSIONES

¿Qué situación atraviesan los pensionados?

— Es un sector de la población que no está en la formalidad, ni la informalidad ni tampoco son desempleados pero también está sufriendo la inflación. Su techo es determinado por el salario mínimo, además de no contar con los tickets de alimentación porque ya salió de la formalidad laboral, entonces, terminan utilizando su pensión para la compra de medicinas.

¿Qué ha pasado con la creación del subsistema prestacional de pensionados y jubilados?

— El gobierno tiene una deuda enorme en ese particular con los pensionados. La Ley de Seguridad Social aprobada el 28 de diciembre de 2002 impulsó la Ley de Empleo –la cual no se aplica-, la Ley de Hábitat y Vivienda –ya sabemos que obtener una vivienda con un crédito del Estado es prácticamente una ilusión-, la Lopcymat –que se aplica de manera ideologizada- y la Ley del Adulto Mayor. Los otros dos instrumentos -que son el corazón de la seguridad social- son la Ley de Salud y la Ley de Pensiones y Jubilaciones no están vigentes.

“MOLLEGAZO ROJO” EN SIDOR

¿De qué manera la caída de los precios del barril de crudo afectará a los trabajadores y los pensionados?

— Este conjunto de leyes están generando una inmensa población de pensionados que podrían llevar al gobierno a declararse en quiebra y no pagar, tomando en cuenta, además, los posibles bajos precios de la cesta petrolera. La población formal, informal y los pensionados son un polvorín y Maduro, quien dice ser obrerista, no entiende la realidad laboral del país y la subestima.

¿Crece el malestar en la clase trabajadora?, ¿en cuánto se sitúa la conflictividad laboral?

— Hasta el 2012 el promedio era de dos mil conflictos laborales anuales. Y más de cuatro mil conflictos sociales. En el primer semestre de 2013 bajaron los niveles conflictivos debido a la situación de la muerte del Presidente Chávez y durante el segundo semestre se incrementó. Hasta octubre de 2014 se registró la participación del sector estudiantil en la protesta política hasta superar la laboral.

¿Qué información tiene sobre la Convención Colectiva aprobada en Sidor?, ¿hubo realmente participación de los trabajadores o es una convención impuesta por el gobierno?

— Sidor ha vivido tres episodios difíciles en su historia: en 1970 cuando despidieron a más de quinientos trabajadores, la intervención descarada de la CTV a su sindicato en 1981 –que se conoció como el “Mollegazo” y donde metieron presa a la junta directiva en La Pica-, y en 2014 ocurrió lo que se conoce como el “Mollegazo rojo” en donde el gobierno acusó a los dirigentes sindicales de mafiosos. En una madrugada impusieron un contrato colectivo sin la participación de los trabajadores y con la amenaza del Sebin restablecieron las actividades en Sidor. Eso dejó una herida profunda en los trabajadores de Guayana.

MILES DE PUESTOS EN PELIGRO

[quote font=»0″ bcolor=»#dd3333″ arrow=»yes» align=»right»]“La LOTTT ha generado un desorden en el ambiente de trabajo”[/quote]

¿Qué pasa con los trabajadores de la industria automotriz y de alimentos en el centro del país?

— Es difícil la situación que enfrentan los trabajadores cuyas fuentes de empleo dependen del otorgamiento de divisas. Cuatro millones ochocientos mil trabajadores laboran en el sector privado y se han visto terriblemente afectados por el tema de las divisas. El derroche de las divisas en los negociados ha afectado esta materia. Por ejemplo, la industria química ha venido denunciando su parálisis y esta rama es fundamental porque involucra a casi todos los procesos productivos. Aquí están en riesgo más de treinta mil puestos de trabajo y allí la situación es bastante complicada. En el caso de las automotrices peligran más de cuarenta mil puestos de trabajo y ahora el riesgo es mayor a partir del convenio que firmó el gobierno con China para la instalación de ensambladoras en nuestro país.

¿Cómo analiza el presupuesto de 2015, estimado en 741.708 millones de bolívares?, ¿cuáles áreas debe fortalecer el gobierno a través del presupuesto nacional para garantizar empleos y salarios dignos?

— Si no se destina un porcentaje del presupuesto nacional a la inversión en la economía todo resultará un rotundo fracaso y ello repercutirá en la condición de vida de los venezolanos. Si el presupuesto no tiene una clara conducción para relanzar la economía en Venezuela se colocará al país al borde.

LEY DEMAGÓGICA

¿Es positiva la aprobación de la Ley de Empleo Juvenil y Emprendimiento Productivo aprobada recientemente por la Asamblea Nacional?

— Las leyes no producen empleo. Maduro dijo que era para dar respuesta a más de trescientos cincuenta mil jóvenes. Pero de Venezuela se ha ido más de dos millones de personas en los últimos ocho años y el ochenta por ciento son jóvenes entre 17 y 30 años de edad. Esa ley es una acción demagógica con la cual se trata de ganar adeptos. Maduro sabe que tiene profundo rechazo en la población juvenil, especialmente, porque ha prolongado la política de Chávez. En octubre de 2012, Chávez propuso la Misión Trabajo para crear tres millones de empleo, ¿dónde están esos trabajos? Solo fue un anuncio en un marco electoral y en medio de una economía restrictiva.

¿Qué ha pasado con los programas de Mercal Obrero, Gran Misión Vivienda Obrera y los demás planes laborales anunciados por el gobierno?

— Esas misiones deben ser insertadas en la estructura del aparato público nacional. Los sistemas paralelos solo han deteriorado los servicios y perjudicado las condiciones laborales. En el caso de las viviendas no se han facilitado los mecanismos para que los trabajadores sean los propietarios de tales inmuebles. Y en muchas residencias se ha visto el incremento de la criminalidad, hasta pranes habitan en esas estructuras.