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Crecimiento y desarrollo desde Paria

Paria

Nuestro país tiene la oportunidad de impulsar una gran zona de comercio y servicios en la costa oriental de Sucre, Monagas y Delta Amacuro


Por Julián Rivas

El 2015 se presenta como un año de oportunidades y también de amenazas. Los opositores perrorabiosos apuestan a la baja de los precios del petróleo y la debacle financiera. Por supuesto, lo preferible para el país es innovar a partir de las oportunidades para el desarrollo. Identificar los nuevos espacios para la actividad económica es una tarea prioritaria.

Recientemente fuimos invitados por funcionarios del gobierno para ofrecer algunas consideraciones sobre el estuario del río San Juan, Golfo de Paria, las bocas del Orinoco y aguas internas. Todo en el marco de las potencialidades petroleras, incluyendo la Faja del Orinoco y su impacto.

[quote font=»0″ bcolor=»#dd3333″]Todos coincidieron en que el río San Juan tiene características de estuario de integración entre los estados Sucre y Monagas, ofreciendo la posibilidad de impulsar una zona económica especial, dinámica y capaz de crear miles de empleos en poco tiempo.[/quote]

Desde el punto de vista histórico advertimos que esa región fue ambicionada por las viejas potencias imperiales. España, de la cual somos herederos, guste o no nos guste, consolidó su presencia en la región prácticamente en el siglo XVIII. Ingleses y holandeses sabotearon las ciudades fundadas por Diego de Ordaz y Antonio de Berrío, quienes recibieron credenciales para consolidar una gran región que se extendía desde el Caribe hasta el río Amazonas.

Particularmente el río San Juan, que engloba los viejos nombres de San Bonifacio, Río Grande, internándose a las fuentes de agua de las montañas de los actuales estados Sucre y Monagas, fue centro de la atención de los franceses, con pretensiones coloniales en el siglo XVI. Luego, en los tiempos en que España fue aliada de Francia, en las guerras contra Inglaterra en los siglos XVIII e inicios del XIX, los franceses arreglaban barcos con madera de la zona del río Guarapiche, se abastecían de agua, cueros y carne salada de los llanos orientales y otros productos comerciales de esa región.

Un dato curioso, Vicente Emparan fue gobernador de Cumaná entre 1792 y 1804, antes de ser Capitán General y pronunciar en Caracas el “yo no quiero mando” de 1810. Para muchos, en lo que se suma el tiempo de la vieja provincia colonial, los grandes estados orientales del XIX, o el actual estado Sucre, cuesta conseguir un gobernador con mejores criterios de planificación regional que Emparan. Es que la burocracia cumanesa, tan añeja como el ron oriental, es uno de los grandes males de Sucre. Bueno, Emparan quiso poblar el estuario del San Juan para convertirlo en una atractiva zona comercial. El asunto tiene explicación cuando uno revisa los planes de España en la región y la construcción de fortalezas y puertos, planificados para defender Trinidad, las Bocas del Orinoco, Guayana y la región Esequiba.

Cosme Churruca, alto jefe marino español y comerciante de la compañía Guipuzcoana estuvo en conocimiento de la importancia del extremo oriental de Venezuela y lo dejó estampado en sus escritos. Y con cierta tristeza debemos reconocer que la mayor fuente de información sobre estos asuntos se consigue en el Museo Naval Español, en Madrid. Churruca murió en la Batalla de Trafalgar en 1805. Y el perrorabioso británico que nos robó Trinidad, provincia venezolana en 1797, se llamó Sir Ralph Abercromby, quien poco después en 1801, murió como un pendejo en Egipto, por heridas recibidas en combate contra los franceses de Napoleón.

A qué viene todo este cuento. Bueno, que todavía los venezolanos y más preciso, las burocracias caraqueñas y cumanesas, no terminan de enterarse que así cómo la pérfida Inglaterra pretendió Trinidad, igual pretendió a Singapur, varios estuarios en la costa de India y China, para dominar el comercio mundial, con control de puertos y mares. Estos sitios, a los que hay que sumar Hong Kong, hoy son centros de primer orden en el comercio mundial. Ah, pero estamos en Caracas.

Nuestro país tiene la oportunidad de impulsar una gran zona de comercio y servicios en la costa oriental de Sucre, Monagas y Delta Amacuro. Puede ser con una planificación que vaya uniendo puntos fuertes, como el alto potencial económico que tiene Monagas, que requiere servicios portuarios. Carúpano tiene condiciones reconocidas para que se construya un gran puerto en el Caribe; en Río Caribe sobran condiciones para una gran red de hoteles, que no tenemos. En Güiria, Macuro, Irapa y toda la costa de Paria igual hay condiciones para otros servicios portuarios, turismo de diverso tipo, incluyendo el uso y disfrute de parques como Teruépano, Paria, y el acceso al Delta del Orinoco desde Pedernales.

Hasta Cipriano Castro identificó estos potenciales, y en una oportunidad, en 1901-1905, llevó la capital del Delta a San José de Amacuro, en la boca del Orinoco, donde hoy se puede transformar el punto de transferencia de mineral de hierro de Ferrominera, en un puerto con servicios de mantenimiento. Castro también fortaleció Macuro como capital del Territorio Federal Colón en 1904.

[quote font=»0″ bcolor=»#dd3333″]Hamburgo, Sevilla, Amberes, Ámsterdam, son puertos a los que se accede por estuarios y ríos. Las consideraciones ambientales están presentes. Alrededor de los mismos se impulsan parques tecnológicos, centros de investigación y desarrollo, economía de servicios en general.[/quote]

Tenemos la oportunidad de impulsar un plan de desarrollo sustentable en esa fachada caribeño-atlántica, que aporte mucho dinero a nuestro país. Venezuela tiene la mejor oferta de playas de Suramérica (no busque en otro lado que no va a conseguir). Ahí sobresale Paria y la cercana Margarita. Ya hay planes de un aeropuerto de carga y pasajeros en Irapa, el proyecto de gas en Güira está en ejecución. Hay un planteamiento para una vía rápida desde Maturín a Carúpano, con puente sobre el río San Juan. Se contempla un puerto en Caripito, previo a la canalización de ríos y caños que rescate tierras actualmente inundadas. Con ello se fortalece la agricultura. Una red de hoteles, hospitales y mejoramiento de carreteras y servicios de transporte fortalecen esta propuesta.

Esta es una región histórica. Allí nació la Armada venezolana en 1811, con Juan Bautista Bideau y Felipe Estévez. Es triste que no se conozcan bien los libertadores de Oriente. Es la región más rica de Venezuela, centro pesquero del Caribe oriental, puerta de entrada al Norte de Brasil, e incluso a Bolivia y otros puntos del interior de Suramérica de acuerdo con las pautas de integración regional.