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EDITORIAL: Lo que el desastre dejó

EDE

La OPEP dio un cachetón a las aspiraciones de intervenir el mercado petrolero para subir los precios; a ponerse las alpargatas.



Ya lo adelantaba el presidente de Pdvsa: Vienen tiempos difíciles. Los expertos prevén que el mercado el petróleo se cotizará a la baja, por lo menos hasta mediados del año próximo. Los miembros de la OPEP
acordaron mantenerla cuota actual de producción, desestimaron la propuesta de Venezuela de intervenir en el mercado y dieron así un cachetón a las aspiraciones del gobierno en un momento de urgencia. Venezuela necesita dólares pronto, muchos más de los que podrá producir en el corto plazo.
El gobierno venezolano despilfarró los días de bonanza, no fue previsivo y ahora se topa de frente con la dura realidad que siempre azota a los improvisados.
Ante una caída de los precios, se pone en vilo la estabilidad económica,si no se ha planificado. Todo habría sido distinto si la riqueza se hubiera invertido en elevarla producción, en el parque industrial, en el campo, en la salud. En algo.
Pero no. El cuadro que se presenta es muy duro para el país. La irresponsabilidad en el manejo de los recursos dejará como consecuencia mayor malestar en la población. Y no basta con que el presidente Maduro use la demagógica estrategia de anunciar un recorte en el salario de los ministros. Eso es una burla más. El enésimo atropello a la inteligencia colectiva. Que asuma de una buena vez su responsabilidad ante el desastre, que hable con claridad sobre las verdaderas medidas que debe tomar para de una buena vez
comenzar a enrumbar a la nación, aletargada desde hace meses. Maduro debe dejar de proteger a las mafias que con sus tentáculos dentro del aparato del Estado han desfalcado al país, se han nutrido de los dólares de los venezolanos y gozan con la impunidad reinante.
Ante un momento tan crítico es fundamental que el liderazgo haga lo propio y explique cómo hemos llegado a este punto y convoque al país todo a salir del atolladero.