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EDITORIAL: El Imperio contraataca

EDE

Las sanciones de Estados Unidos a funcionarios venezolanos parecen una buena noticia para el gobierno. Cualquier excusa es buena para que la gente olvide la crisis.


Se dio el milagrito esperado. Hacía falta algo para desviar la atención y nada mejor que un tú a tú con el Imperio. Las sanciones van a ocupar las primeras planas. Que si es injerencia, que no se puede permitir tal abuso, que no son sanciones al país, sino a funcionarios. Cosas del contexto político y sus tiempos. El gobierno de Maduro no va a dejar pasar la oportunidad para hacerse la víctima, para buscar cohesión en sus filas y luchar contra la hostilidad imperial. La oposición se va a regodear. Que sí, que son violadores de los derechos humanos, que no estamos solos en el mundo. Al final nada pasa. Es sólo uno de los microrevuelos que semana a semana ocupan la intención de la gente. En pocos días nos harán olvidar, como ya pasó muchas veces más. Algo ocupará nuestra atención y nos hará voltear. Y mientras tanto, la gente se enfila hacia un 2015 cargado de dificultades sin que nadie se ocupe de exigir explicaciones, de debatir las vías para salir del desastre. La retórica desvía la atención, pero no soluciona los problemas. Y ese es el punto. El país nos va a estallar en la cara y no queremos verlo.