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Orlando Ochoa: “La situación económica es muy adversa”

Enrique Meléndez

El experto Ochoa destaca que la prima de riesgo de la Venezuela chavista es la más alta del mundo.

El economista Orlando Ochoa estima que durante 2014 los ingresos por exportaciones petroleras llegaron a 71 mil 500 millones de dólares, es decir, casi 10 mil millones menos que en 2013, cuando se ubicaron en a 81 mil 100 millones de dólares. “Para el 2015, si el crudo Brent se recupera a un nivel promedio de 64 dólares el barril, el crudo venezolano se puede vender en un promedio de 55 dólares. Las exportaciones petroleras, tomando en cuenta declinantes volúmenes de exportación, serían de 42 mil 500 millones de dólares”, afirma.

[quote font=»0″ bcolor=»#dd3333″]“Los dólares de exportación petrolera de Venezuela vienen cayendo desde el 2012”[/quote]

¿Por qué surge la negociación de la venta de los títulos de la deuda petrolera de República Dominicana a descuento que, al parecer, el gobierno negociaba con Goldman Sachs?
— Es bueno recordar, en primer lugar, por qué el gobierno recurrió en los últimos meses a intentos desesperados de vender varios activos del sector público en divisas. Entre esos quiso proceder a la titularización de parte de la deuda de Petrocaribe a través de intermediarios financieros, para luego ser vendida con un fuerte descuento y recibir efectivo a cambio. Desde la primera mitad del 2014 se acentuó la falta de divisas, la inflación y el desabastecimiento; todo esto fue consecuencia de los desbalances económicos que arrastra Venezuela desde la gestión de Hugo Chávez, pero que fueron agravados alarmantemente durante el 2012, con el más alto gasto público de naturaleza electoral conocido hasta ahora en el país.

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No alcanzan los dólares

Ochoa explica que el grave problema del año 2015 para Venezuela será que apenas puede llegar a exportar un total de 46 mil millones de dólares,” monto insuficiente para cubrir la altísima dependencia de importaciones junto a las pesadas cargas financieras que hay que servir, causadas por los gobiernos de Chávez y Maduro”. Además, afirma, las crecientes compras de crudo y combustibles por una Pdvsa menos productiva, también cuentan.

— En conjunto, las obligaciones financieras, compromisos e importaciones petroleras, se llevan casi 30 mil millones de dólares de las menguadas divisas de exportación. Hay un déficit de balanza de pagos de más de 25.000 millones de dólares para el 2015, para cubrir las necesidades de bienes y servicios del sector privado y del sector público no petrolero.

Eso luce trágico, porque la dependencia económica de bienes y servicios importados es gigantesca. Hay un déficit de divisas, que debería ser financiado por las reservas internacionales o por una reestructuración de las obligaciones financieras, pero, ¿cómo reestructurarlas cuando la prima de riesgo de la Venezuela chavista es la más alta del mundo? Esto significa que la tasa de interés de una nueva emisión de bonos en dólares es superior al 25 por ciento, la más alta de planeta. Se requiere previamente de un cambio de orientación económica con sensatez, sin el dogmatismo de la vieja izquierda marxista, para mostrar una sincera intención de aprovechar las ventajas del país y cambiar el rumbo económico.

Por lo tanto es un cuadro económico muy adverso; además, manejado por un proyecto político que abriga una ideología de izquierda radical, que intentó transitar a una economía socialista con comunas, reñida con el uso de los mercados. Este proyecto político e ideológico confirmó su fracaso antes de que cayeran los precios del petróleo en la segunda mitad del 2014; y dicha caída expone ahora toda la improvisación y falta de escrúpulos en la conducción económica del país, centrada sólo en ganar elecciones, engañando al pueblo con promesas de prosperidad sin base económica sólida. Venezuela se está empobreciendo más rápido que nunca antes y el chavismo es incapaz de detener este retroceso.

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El Banco Central de Venezuela (BCV) financió, monetariamente, ese enorme déficit del sector público reflejado en las cuentas de Pdvsa, del donde se extraían recursos de múltiples formas, por medio de acuerdos entre Hugo Chávez y Rafael Ramírez. El BCV adquirió montos mucho más altos de pagarés emitidos por esta empresa desde 2012, lo cual desde un principio, en 2010, violaba el artículo 320 de la Constitución que expresamente le prohibía hacer eso. El gobierno estaba centrado en llevar a Hugo Chávez a una contundente victoria electoral, con una falsa y frágil sensación de prosperidad, acompañada de un discurso socialista, a cualquier costo.
Estos dos desbalances, fiscal y monetario, fueron acompañados también por una creciente estrechez en la disponibilidad de divisas provistas por PDVSA al BCV, debido a los onerosos compromisos con China, Petrocaribe y Cuba, además de otros excesos financieros cargados a la Pdvsa dirigida por Ramírez. Esto ocurrió cuando el precio de la canasta petrolera venezolana de exportación superaba los 103 dólares por barril en 2012. La consecuencia fue, como lo explica cualquier texto de macroeconomía, una presión alcista sobre los precios y la tasa de cambio del mercado paralelo, por la masa de bolívares sin respaldo que se puso a circular en manos del público, con el gasto público deficitario en 2012, parte de la cual se dirigió a comprar dólares en el mercado paralelo, lo cual impulsó a cotización de alrededor de 8,50 Bs/$ a mediados de ese año, a más de 20 Bs/$ a finales del 2012. Con ello la inflación se aceleró y se estableció un nefasto círculo vicioso de inestabilidad macroeconómica, déficit público-financiamiento monetario-depreciación-inflación.
Con menores volúmenes de exportación petrolera, abusos fiscales y monetarios continuados por Nicolás Maduro desde el 2013, depreciación del bolívar, inflación y caída del poder de compra del salario y de las reservas internacionales del BCV, se fue reduciendo aún más el suministro de divisas para insumos para los sectores industriales y agrícolas; y también, para importar bienes de consumo. Fue entonces cuando comenzó a prevalecer el desabastecimiento y escasez de bienes de toda clase. Agravada la situación, además, por un régimen de control de cambio disfuncional y corrupto, que amplía el diferencial cambiario entre la tasa oficial y el paralelo, estimulando el contrabando y los mercados negros. Tal cual ocurría, irónicamente, en las economías socialistas antes de la caída del Muro de Berlín en 1989. La retórica y propaganda del gobierno, sin embargo, en la mejor tradición de la vieja izquierda marxista, culpa a la “guerra económica” de la oligarquía de esta nefasta política económica, la cual causa la más alta inflación del mundo.
Con esta grave situación económica y la más acentuada falta de divisas en 2014, el gobierno consideró algunos cambios de política económica. Se habló durante unos meses de un plan económico distinto, dirigido por Rafael Ramírez, el mismo que sobrecargó a Pdvsa de obligaciones desde hace 10 años, que fueron reduciendo las divisas disponibles para el país. El plan incluía algunos aspectos de ajuste fiscal y la modificación del régimen cambiario. Sin llegar a ser, ni remotamente, una solución a los problemas económicos de Venezuela, era, por lo menos, un intento de hacer algo.
Ese plan, que incluía a economistas dentro y fuera del gobierno, incluso con consultas al FMI, fue presentado dentro del gobierno y luego desechado, pues Maduro parece que no quiere asumir el costo político de los graves errores acumulados. El panorama económico, ya alarmante, se ensombrecía más desde julio 2014, con la sostenida caída de los precios del petróleo. Fue entonces, cuando, sin mucha vergüenza por lo que habían hecho, el gobierno pasó a considerar la estrategia de vender cualquier activo del sector público cotizado en divisas, así fuese a precio de remate: Trataron de vender Citgo o sus excelentes refinerías para crudos pesados; pedir préstamos a China con cualquier garantía o colateral, incluso si se comprometían recursos naturales de gran valor; y también la titularización de parte de la deuda de Petrocaribe, caso de República Domincana, para venderla a un tercero con un fuerte descuento, dado que Hugo Chávez aprobó un esquema en términos financieros muy desventajosos para Venezuela. Como vemos, esta operación es el último eslabón de un proceso de graves errores económicos, por razones electorales, populistas e ideológicas. El único plan que les gustó se puede definir como la estrategia “Vende patria”, deshacerse de cualquier activo nacional que puede ser vendido en dólares, para pagar unos meses de importaciones.

[quote font=»0″ bcolor=»#dd3333″]“La dependencia económica de bienes y servicios importados es gigantesca”[/quote]

¿Cómo se lleva a cabo esa operación de titularización de la deuda?
— Esta estrategia de venta de activos no sólo se estaba llevando a cabo con Goldman Sachs, sino también con otras instituciones financieras. Ahora, los términos financieros de la deuda, por ejemplo, de República Dominicana con Venezuela por el suministro de algo más de unos 30 mil barriles, están en el marco del acuerdo de Petrocaribe, contemplados a plazos entre 18 y 25 años, y una tasa de interés inicial de 1%, recientemente elevada al 2%; cuando una deuda de ese tipo se titulariza, traer el valor presente a una tasa de interés de mercado, implica un enorme descuento.
Al vender petróleo con un 40% financiada a una tasa de interés de 1 o 2 por ciento, por debajo de la tasa de inflación mundial, no se recupera ni siquiera el valor real de la factura petrolera. El gobierno de Maduro pasó a negociar con instituciones financieras e intermediarios, la venta de la deuda de República Dominicana, titularizada, por un monto superior a los 4.000 millones de dólares, a un descuento del 59%, según divulgó el “Miami Herald”, lo cual le dejaba al gobierno una cifra cercana a los 1.700 millones de dólares en efectivo.
Esta negociación estaba muy avanzada en octubre-noviembre. Recibí información general respecto a este proceso, sin especificar detalles, y advertí en mi cuenta de Twitter, dos semanas antes de la publicación del reportaje del “Miami Herald”, donde operadores financieros describen aspectos concretos de la misma. Es insólito que un gobierno que se dice del pueblo, intente hacer esta clase de operaciones escandalosas, de espalda a la opinión pública. Es bueno subrayar que el monto involucrado en esta operación era muy pequeño relativo a las necesidades de financiamiento del déficit de balanza de pagos para el 2015; tampoco se ha atacado la causa del desbalance económico antes descrito, ni se han tomado medidas económicas significativas para enfrentar la aguda caída del precio del petróleo.
Circula que esta operación de venta a descuento de la deuda titularizada de República Dominicana con Pdvsa se detuvo y no se sabe si se procederá a realizarla luego. Parece que quedó paralizada sobre el escritorio de Maduro. Quizás percibieron el enorme riesgo de asumir la responsabilidad administrativa por daños al patrimonio de la nación, de llegarse a realizarse esta operación financiera.

¿A Maduro se le acabaron los dólares, como se le acabaron las mentiras, de acuerdo a lo que le dice Moisés Naim?
— Los dólares de exportación petrolera de Venezuela vienen cayendo desde el 2012. Cuando llegaron a su nivel más alto, las ventas petroleras fueron de 93 mil 569 millones de dólares. El BCV, bajo presión del gobierno, no ha publicado cifras de balanza de pagos del 2013, pero de acuerdo a mis estimaciones las exportaciones petroleras bajaron a 81 mil 100 millones de dólares; y para el 2014 estimo que los ingresos por exportaciones petroleras lleguen a 71 mil 500 millones de dólares, es decir, casi 10 mil millones menos que en 2013; y para el 2015, si el crudo Brent se recupera a un nivel promedio de 64 dólares el barril, el crudo venezolano se puede vender en un promedio de 55 dólares. Las exportaciones petroleras, tomando en cuenta declinantes volúmenes de exportación, serían de 42 mil 500 millones de dólares. Estamos hablando de una caída de ingresos de más de 50 mil millones de dólares, comparado con 2012, año cuando comenzó el gran desbalance fiscal, monetario, cambiario y todavía Hugo Chávez estaba al frente del gobierno.

[quote font=»0″ bcolor=»#dd3333″]“Chávez aprobó un esquema en términos financieros muy desventajosos para Venezuela”[/quote]

Esa caída abrupta del valor de las exportaciones para el 2015, que todos los países petroleros del mundo confrontan hoy, se pudo enfrentar sin el enorme daño económico y social actual, si hubiésemos tenido un alto nivel de reservas internacionales, de unos 90.000-110.000 millones de dólares, apropiado para una economía del tamaño de la de Venezuela; es decir, si Hugo Chávez no hubiese tomado 60 mil millones de dólares de reservas internacionales para transferirlas al Fonden desde el 2005, cuando se hizo una inconstitucional modificación de la Ley del BCV. Además, por vía de esa misma reforma se ha extraído de Pdvsa otra cifra cercana a los 60 mil millones de dólares, también para el Fonden. Este es un fondo de gasto público extra-presupuestario, discrecional, que usó el presidente a su antojo.

La del famoso millardito de Chávez, ¿no es así?
— En efecto, que comenzó con la solicitud a finales del 2004 de un millardito, y que luego pasó a 6 mil millones de dólares en 2005, terminó siendo 12 mil millones de dólares a principios de 2006; y de ahí en adelante se abrieron las compuertas del BCV para socavar el respaldo del bolívar y el Fondo acumuló casi 120 mil millones de dólares en 9 años. De modo que al no tener ahora reservas internacionales acumuladas, pero tener una industria y una agricultura postrada por el nefasto experimento socialista, junto a la más alta tasa de inflación del mundo, la situación económica del país es muy adversa.