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EDITORIAL: Eres inocente pero vas preso

La “revolución” está plagada de contradicciones.


EDE

Usted puede ser homosexual, no hay ningún problema, pero no lo demuestre, no lo esté regando, resérveselo. Usted puede disentir, pero haga el favor y no lo esté diciendo a viva voz, nada de criticar ni exigir.Usted puede protestar—faltaría menos—, todos sus derechos están garantizados, pero hágalo desde su casa, en la comodidad de un sillón y sin estar usando mucho las redes sociales. El bendito “pero”, este es el gobierno de los condicionales, del control. En estos días Freddy Bernal, por fin, dio una dosis de sinceridad al mundillo político cuando se despojó de cualquier careta y dejó ver que respeta la libertad de género, “pero” que los homosexuales que pretendan ser buenos policías deben guardar bien adentro del closetsus maneras. En épocas de tanto discurso complaciente se agradece la transparencia.
Y es que Bernal desnudó, sin querer, las profundas contradicciones de una “revolución” humanista que en el fondo prefiere marginar la diversidad sexual. Mientras en el mundo se libra una la lucha porlos derechos civiles, mientras en distintos países se aprueba el matrimonio igualitario, aquí no se discuten leyes —tras 16 años de la “izquierda” en el poder— y se habla de camisasrosadas para etiquetar a los homosexuales. Esla contradicción de un proceso que se disfraza de progresista cuando en el fondo tiene alma retrógrada, es militarista, de control, rancio. Aquí se habla de reivindicar a los desaparecidos, pero se protege a los cazadores de guerrilleros; se destacan los desastres de la cuarta, pero se guarda silencio ante los desmanes de la quinta; el gobierno es terrible, todos lo vivimos, pero no le haremos el juego a la derecha; engañan, pero te la calas; es más de lo mismo, pero te callas.