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La narcoestética en Colombia

Narcoestética en Colombia

En Colombia, las chicas crecen en un mundo en el que son vistas como objetos decorativos y donde mandan las cirugías plásticas

Manuela Henao publicó en The Guardian parte de un ensayo fotográfico llamado “Bellezas” donde captura a adolescentes que desembolsan fortunas para pagar implantes de glúteos, operaciones de nariz y senos nuevos.

Una tendencia que en Venezuela no es ajena.

Narcoestética en Colombia
Estefanía y Tatiana, 18 y 19, Medellín.
Estefanía: “Me hice la liposucción cuando tenía 15, luego los implantes de senos a los 18. No puedo ni recordar cuándo comencé a querer cambiar mi cuerpo; siempre tuve ese deseo. Cuando era muy chica recuerdo haberle dicho a mi madre que algún día tendría implantes mamarios. Es cuestión de tiempo volver a hacerme una liposucción. También me gustaría hacerme las nalgas y probablemente una cirugía en el rostro”. | Manuela Henao
Tatiana: “Me hice la liposucción a los 16 y el implante de senos hace un mes. Mi deseo por hacerme una cirugía plástica nació cuando comencé a salir de noche. Recuerdo haber visto mujeres voluptuosas en las discotecas y me comparaba ansiosamente con ellas. Me sentía muy insegura de mi cuerpo. La mayoría de mis amigas se sentía igual, y casi todas ellas desean hacerse al menos una cirugía plástica”. | Manuela Henao
Tatiana: “Me hice la liposucción a los 16 y el implante de senos hace un mes. Mi deseo por hacerme una cirugía plástica nació cuando comencé a salir de noche. Recuerdo haber visto mujeres voluptuosas en las discotecas y me comparaba ansiosamente con ellas. Me sentía muy insegura de mi cuerpo. La mayoría de mis amigas se sentía igual, y casi todas ellas desean hacerse al menos una cirugía plástica”. | Manuela Henao
En Medellín es común ver maniquís con pechos y nalgas extra grandes. | Manuela Henao
En Medellín es común ver maniquís con pechos y nalgas extra grandes. | Manuela Henao
Katerine Herrera, 28, “pole dancer” en Medellín. “Estudiaba cosmetología, pero mi esposo tuvo un accidente y comencé a trabajar en un club para pagar su tratamiento y mantener a mi hijo. Me hice varias operaciones: implante de senos, abdominoplastia, liposucción,  implante de glúteos y cirugía nasal. Gasté 15.000 dólares en eso. Mensualmente gasto unos 450 dólares en tratamientos de belleza. La cirugía ha impulsado mi autoestima y, por supuesto, la cantidad de dinero que hago bailando en el club”. | Manuela Henao
Katerine Herrera, 28, “pole dancer” en Medellín. “Estudiaba cosmetología, pero mi esposo tuvo un accidente y comencé a trabajar en un club para pagar su tratamiento y mantener a mi hijo. Me hice varias operaciones: implante de senos, abdominoplastia, liposucción, implante de glúteos y cirugía nasal. Gasté 15.000 dólares en eso. Mensualmente gasto unos 450 dólares en tratamientos de belleza. La cirugía ha impulsado mi autoestima y, por supuesto, la cantidad de dinero que hago bailando en el club”. | Manuela Henao
Una muchacha luce su elaborada manicura. | Manuela Henao
Una muchacha luce su elaborada manicura. | Manuela Henao
Una joven muestra sus tatuajes. | Manuela Henao
Una joven muestra sus tatuajes. | Manuela Henao
Una imagen de la Virgen María en el jardín trasero de una casa en Medellín. | Manuela Henao
Una imagen de la Virgen María en el jardín trasero de una casa en Medellín. | Manuela Henao
Lucía en su vestido de quinceañera. | Manuela Henao
Lucía en su vestido de quinceañera. | Manuela Henao
Alejandra Ramírez, 23, modelo y vendedora de píldoras dietéticas, Medellín. “Comencé a ahorrar para la cirugía a los 18 —la mayoría de mis amigas ya se la habían hecho para entonces. Estaba frustrada porque no me veía tan bien como ellas. Ya me he hecho los senos por 1.500 dólares, la nariz dos veces por 2.800$, la liposucción por 2.000 dólares y tengo biopolímeros en las nalgas. Necesito quitármelos porque el doctor no está certificado. Sabía los riesgos, pero teníua muchas ganas de hacerme las nalgas. Una amiga fue llevada de urgencia al quirófano recientemente porque tenía puntos negros y coágulos de sangre debajo de la piel. Ella tenía mucho dolor”. | Manuela Henao
Alejandra Ramírez, 23, modelo y vendedora de píldoras dietéticas, Medellín. “Comencé a ahorrar para la cirugía a los 18 —la mayoría de mis amigas ya se la habían hecho para entonces. Estaba frustrada porque no me veía tan bien como ellas. Ya me he hecho los senos por 1.500 dólares, la nariz dos veces por 2.800$, la liposucción por 2.000 dólares y tengo biopolímeros en las nalgas. Necesito quitármelos porque el doctor no está certificado. Sabía los riesgos, pero teníua muchas ganas de hacerme las nalgas. Una amiga fue llevada de urgencia al quirófano recientemente porque tenía puntos negros y coágulos de sangre debajo de la piel. Ella tenía mucho dolor”. | Manuela Henao
Una botella de supresores de apetito. Las píldoras para adelgazar se están volviendo populares en Medellín, a menudo vendidas por modelos que usan su imagen para promover el negocio a través de sus paginas en Facebook.  | Manuela Henao
Una botella de supresores de apetito. Las píldoras para adelgazar se están volviendo populares en Medellín, a menudo vendidas por modelos que usan su imagen para promover el negocio a través de sus paginas en Facebook. | Manuela Henao