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Salario mínimo 2015: La inflación se come cualquier aumento

Salario mínimo 2015

Cerca de 40% de la población ocupada gana menos del salario mínimo, y si se amplía hacia los que perciben de dos salarios mínimos hacia abajo, el porcentaje llega a 82%


Patricia Marcano / Mónica Duarte

El artículo 91 de la Constitución Nacional lo establece: Todo trabajador o trabajadora tiene derecho a un salario suficiente que le permita vivir con dignidad y cubrir para sí y su familia las necesidades básicas materiales, sociales e intelectuales (…) Estado garantizará a los trabajadores y trabajadoras del sector público y del sector privado un salario mínimo vital que será ajustado cada año, tomando como una de las referencias el costo de la canasta básica.

Pero en la práctica ocurre otra cosa. La canasta básica familiar se ubicó en marzo en Bs 35.124,45 y la canasta alimentaria en Bs 20.919,53; ambas según el Centro de Documentación y Análisis Social (Cendas) de la Federación Venezolana de Maestros (FVM). La canasta alimentaria normativa del Instituto Nacional de Estadística estaba en Bs 8.217 en noviembre de 2014, y el nuevo salario mínimo quedó en Bs 6.746,98 con el aumento de 20% decretado por el Presidente Nicolás Maduro este 1 de mayo.

El economista y director del Cendas, Oscar Meza, es enfático al señalar que ningún aumento de salario resuelve la situación actual, en la que se requieren 3,1 salarios mínimos para adquirir la canasta alimentaria y casi 6 salarios en el caso de la canasta básica, que es a la que se refiere el artículo 91 de la Constitución.

En un contexto donde la inflación anualizada de los alimentos (de marzo 2014 a marzo 2015) es de 109%, y los hogares venezolanos están destinando 56,9% de sus ingresos a la compra de comida, precisa Meza, “un aumento real del salario sería aquel que supere la tasa de inflación anual, que en este caso sería 110% según las estimaciones para 2015”. El viernes se anunció un aumento de 32% en dos partes.

salario-minimo-cifras-2015El economista explica que un incremento de tal magnitud era prácticamente imposible, por tanto “lo que se requiere es que baje y se controle la inflación, y se estabilicen los precios. De lo contrario este y cualquier incremento solo alimentará la inflación”, los precios subirán porque subió el sueldo, mientras que la brecha entre el mínimo y el ingreso en distintos sectores profesionales se reduce porque “cualquier ajuste salarial implosiona a todas las escalas salariales”.

Meza aclara que las canastas calculadas por el Cendas son de referencia para una familia de clase trabajadora integrada por cinco personas. La alimentaria solo incluye alimentos (58 productos, tomando como referencia la lista usada por el INE), nada costosos. “Hacemos 21 mil observaciones de precios sobre esta canasta”, acota Meza.

Mientras que la básica familiar incluye alimentos, educación, salud, servicios públicos básicos, vivienda, vestido y calzado, artículos de higiene personal y limpieza del hogar. “No se incluyen precios de matrículas en universidades privadas ni el monto de un alquiler en una zona de clase alta, así que la cifra total es conservadora, justamente porque es una canasta de la clase trabajadora”, señaló Meza.

Política Salarial

[quote_right]“No hay una política de salario en Venezuela”, aseguran especialistas[/quote_right]Entre agosto y septiembre del año pasado, las universidades Católica Andrés Bello (Ucab), Central de Venezuela (UCV) y Simón Bolívar (USB) realizaron la Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi), consultando a 1500 hogares. Una de las variables estudiadas fue el empleo.

La profesora e investigadora del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales (Iies) de la Ucab, Genny Zúñiga, informó que entre los resultados obtenidos está el hecho de que la mayoría de los trabajadores en la categoría de obreros o empleados, tanto en empresas públicas como privadas, están ganando alrededor del salario mínimo.

“Eso es un llamado de atención y una muestra de cómo en el país la política de salario no es una política. En otros países las políticas de salario están relacionadas con la productividad del trabajador y ese salario mínimo de referencia es aplicado a quienes se están iniciando en ese mercado laboral, a los jóvenes que no tienen experiencia, pero a medida que la van adquiriendo van escalando en el salario. En Venezuela no ocurre así, aquí puedes encontrar personas de 45 años de edad que trabajan como obreros y ganan sueldo mínimo pese a tener años ejerciendo ese oficio”, explica Zúñiga.

La investigadora precisa que actualmente cerca de 40% de la población económicamente activa, que está ocupada, gana un salario mínimo o menos, y que al sumar a aquellos que ganan de dos salarios mínimos hacia abajo, el porcentaje aumenta a 82%. El resto, muy pocos, recibe como remuneración tres salarios mínimos o más. “Es un desequilibrio enorme”, dice la investigadora.

Para enero de 2015, según datos del INE, la fuerza de trabajo ocupada estaba constituida por 13 millones 100 mil personas. De ese total, 58,8% trabajaba en el sector formal y 41,2% en el informal. El desempleo estaba en 7,9% (1.124.799 venezolanos).

Para la profesora de la Ucab, es inadecuado que un porcentaje considerable de la población gane menos del salario mínimo, pues al final se desvirtúa el concepto de trabajo. “Por ello en los últimos meses ha ocurrido una posible transformación de la cultura laboral del país, donde hay personas que consideran como un trabajo hacer cola para adquirir un producto y luego revenderlo, o hacer una cola para vender ese puesto”.

Detalla además que esta situación se ve alimentada por el contexto del país, donde la economía se ha orientado a la importación de productos y no a la producción de ellos. Por ello gran cantidad de venezolanos trabaja en el sector comercio.

El secretario general de la Confederación de Trabajadores de Venezuela, Manuel Cova, reclama que el salario mínimo se esté convirtiendo en el de todos los trabajadores, donde los sectores más afectados son el de la construcción y el magisterio.

[quote_center]Un incremento real sería un porcentaje que supere la inflación prevista para el año en curso (110%), señala Oscar Meza[/quote_center]

Asegura que esa situación viola el artículo 129 de la Ley del Trabajo y que se pueden aplicar sanciones por su incumplimiento, por lo que insta a los sindicatos, centrales y gremios a dar esa lucha. Además es afectada por las paralizaciones y retrasos en la discusión de las contrataciones colectivas.

Cova recuerda que los ajustes del salario deberían discutirse entre los representantes de los trabajadores, empresarios y el Gobierno, pero suelen darse de manera unilateral, violando el convenio 144 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), de la comisión tripartita.

“En ocasiones nos han enviado una comunicación solicitando nuestra opinión pero a los dos días sacan la decisión. Solo usan esa vía para demostrarle a la OIT que sí consultan”, dijo el dirigente.

 

Alternativas

Una opción para evitar que la inflación golpee tanto el salario de los venezolanos es reconstruir todas las escalas con base en el salario mínimo, sugiere Oscar Meza, también profesor de Economía laboral.

“La base salarial debería estar constituida por no menos de tres salarios mínimos y de ahí en adelante ir subiendo la cifra. De esa manera, cada vez que se ajuste el salario mínimo se ajustarían todas las escalas”, explica el economista, quien además insiste en que actualmente los ajustes dejan a esas escalas y a los contratos colectivos prácticamente inhabilitados.

También propone que las prestaciones sociales de los trabajadores sean depositadas en las cuentas en dólares autorizadas por el Gobierno. “No estamos inventando nada, el artículo 143 de la Ley Orgánica del Trabajo no plantea ninguna limitación cuando habla del depósito de la garantía de las prestaciones sociales; claramente dice que es a decisión del trabajador”, argumenta el director del Cendas, y agrega que se calcularía al tipo de cambio oficial de 6,30.

“Esto es una reivindicación, el Estado solo tendría que instrumentarlo porque sería la voluntad del trabajador”, asegura Meza, quien también propone que las pensiones y los salarios se depositen en divisas.

La investigadora de la Ucab, Genny Zúñiga, insiste en la necesidad de sincerar los aumentos de salario y acompañarlos con políticas de saneamiento de la actividad económica. “Que se hagan dos o tres aumentos del salario mínimo por año habla muy mal. Demuestra que indirectamente se reconoce que la inflación se come el salario real de los trabajadores y que este siempre va a estar por debajo de la inflación”.


 

 

¿Para qué alcanza el salario mínimo?

Para tener una idea de cómo está el país en comparación con sus vecinos, los venezolanos ganan entre $ 1.070, $ 562, $ 34, $ 24 como salario mínimo (dependiendo de los tres tipos de cambio oficial más el paralelo). En Cuba el salario base está en $ 10, en Haití está en $ 49, en Bolivia el salario mínimo es de $ 206, en Brasil está en $ 290, en Ecuador es de $ 354 y en Colombia está en $ 263. Chile tiene el más alto: $ 406. Pero los venezolanos enfrentan su realidad diaria en bolívares, con un sueldo de Bs 6.746,98.

La canasta alimentaria costaba Bs 20.919,53 en marzo de 2015. En marzo de 2014 se ubicó en Bs 9.986,67. Subió 109,5% en un año.

Una familia de cuatro personas quiere ir al cine debe invertir Bs 1.310, sólo si va un día al mes y al Cinex El Recreo; el monto incluye entradas y dos combos grandes. Una pareja que decida hacerlo una vez por semana gastará Bs 2.880 mensuales, en recreación, la tercera parte de su salario.

Una comida en McDonald’s, para dos adultos: Bs 1.700. Hacerlo en un local de sushi les costará Bs 1.680 (dos platos y dos refrescos).

Zapatos “Converse” en Traki: Bs 4.500. Zapatos “Puma”: Bs 7.000

Consulta médica promedio: Bs 1.500. Si asiste a dos en el mes gastará la mitad del salario mínimo.

Una camisa y un jean para caballeros en la tienda Pima: Bs 7.580. Una camisa y un jean para damas en la misma tienda: Bs 7.420.