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Luis Barragán: “El diferendo merece una política de Estado”

Luis Barragán

El diputado de Vente, Luis Barragán, considera que la verborrea presidencial agiganta la preocupación que el tema esequibano provoca



Enrique Meléndez

El diputado Luis Barragán, subjefe de la fracción parlamentaria de independientes (Vente) considera que la forma como el gobierno venezolano ha venido resolviendo el problema del diferendo con   Guyana   por   el   Esequibo,   lejos   de   solventarlo,   lo   que   lo   está   es complicando.

“El gobierno venezolano, urgido por   la crisis económica y social que ha generado, no tuvo mejor ocurrencia que enfocarlo como parte de su agenda política   de   supervivencia   interna   y,   prisionero   de   sus   maniqueísmos, aventurarse en el discurso multi­uso del anti­imperialismo”, afirma el parlamentario.

¿Qué opinión le merece a usted la forma como el gobierno venezolano está resolviendo el problema del diferendo con Guyana por el Esequibo?

Lejos de solventarlo, lo está complicando innecesariamente. Faltando las libertades públicas indispensables, desabastecidos de alimentos y medicamentos, reinando el hampa, mediatizados por la dictadura cubana, el colmo es que también entreguemos el territorio nacional y los venezolanos debamos masivamente salir del país para sobrevivir. Sufrimos injustamente las consecuencias de los yerros voluntarios e involuntarios en los que incurrió e incurre un mismo gobierno de casi 17 años respecto a Guyana.

El régimen no repara en un dato fundamental: el diferendo territorial merece una política de Estado que suscite el concurso de todos los sectores políticos y corrientes sociales, capaz de darle claridad, sobriedad, coherencia, sentido de oportunidad, profundidad y eficacia para reforzar y perfeccionar la continuidad histórica de una reclamación territorial justa y legítima.

Tomando en cuenta que el presidente Maduro tuvo que modificar el decreto 1.787, ¿usted piensa que el gobierno actuó en una forma improvisada?

A confesión de parte, relevo de pruebas: tratándose de una materia tan grave y delicada, en la sesión especial de la Asamblea Nacional, el Presidente reconoció y ventiló públicamente las observaciones recibidas al respecto. La verborrea presidencial, continua y temeraria, agiganta la preocupación que el tema esequibano y su tratamiento naturalmente provoca. Quien hoy ejerce la jefatura del Estado, desempeñó por varios años la cancillería y no ha demostrado que adquirió las destrezas mínimas y necesarias, incluso, para distinguir entre un tratado y un laudo, suponiéndose autosuficiente y sobrado para ésta y otras lides.

[quote_center]Barragán es uno de los diputados que ha propuesto una ley que crea el estado Esequibo[/quote_center]

¿Qué llevó a la bancada de la oposición a proponer una ley que crea el estado Esequibo?

Por la necesidad de superar el verbalismo y el inmovilismo o poquedad gubernamental, ofreciendo soluciones perfectibles, viables y sensatamente patrióticas, en correspondencia con una Política de Estado deseable, los diputados Andrés Velásquez, Freddy Marcano, Américo de Grazzia, José Manuel González, Juan Pablo García, Omar González, Leomagno Flores, José Contreras y el suscrito, consignamos el Proyecto de Ley Especial del Estado Esequivo (SIC), rigurosamente avalado por su Exposición de Motivos y Estudio Económico, en fecha reciente. Quedó –digamos– protocolizado el aporte, originalmente concebido y redactado por Sergio Urdaneta, en la propia sesión plenaria de la Asamblea Nacional que supo del único debate que se ha dado sobre el territorio en reclamación. Partiendo del municipio Sifontes, cuyo nombre tiene un innegable significado y timbre histórico, la nueva entidad federal no acarreará un elevado costo económico, adscribirá el territorio en reclamación en espera de su materialización y, lo más importante, reforzará los argumentos jurídicos en las negociaciones, dando la posibilidad de idear otras estrategias complementarias.

¿Estaría usted de acuerdo con llevar a cabo una explotación binacional de los recursos de la zona del Esequibo con Guyana, tal como lo han propuesto algunos expertos en el tema del diferendo?

Cumpliendo fielmente con lo establecido en el Acuerdo de Ginebra, reconocida nuestra titularidad y ejercicio soberano sobre el Esequibo, no antes, lucen realistas y viables sendos acuerdos y fórmulas para el mejor aprovechamiento conjunto del área.   Puede aseverarse que al solucionar el diferendo, el mundo no se acabará -sino comenzará– con el Esequibo venezolano para la propia Guyana. Nadie en su sano juicio pretende la pulverización o liquidación del vecino país y, en el marco de la integración regional, podemos contribuir a su desarrollo, a sabiendas de los problemas económicos y sociales que internamente padece.

¿Acaso algunos de los parlamentarios del oficialismo se han hecho presente en la zona? ¿Están ellos al corriente de la situación económica, social y política que se vive en esta zona?

De haberlo hecho, la estridencia no tendría límites, aunque su patrioterismo es urbano y confortable, mientras que la boliburguesía tiene la vista puesta en los recursos del rico territorio y, si no estuviésemos tan impedidos de indagar en los registros mercantiles y notarías, a pesar de haber intentado indagarlos, saldrían a la luz pública el tejido de empresas creadas o reorientadas para su explotación de acuerdo a fuentes confiables.

Los parlamentarios y dirigentes políticos de la oposición que tuvimos la ocasión de ir más allá del Coyuní y respirar el aire venezolano en el Esequibo, iniciativa motorizada por María Corina Machado, año y medio atrás, constatamos las realidades de una población que merece mejores condiciones de vida, libertad, respeto, solidaridad. Viven una situación difícil que requiere de sensibilidad y respuestas urgentes, dándole la más humana y necesaria dimensión al diferendo territorial. Insistimos en una política de Estado para la recuperación del Esequibo.