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Bajan las reservas internacionales en oro

Reservas Internacionales Oro

Las 361 toneladas que posee el país representan un 68% de las reservas totales y exponen al país a la dependencia del valor del oro que se mantiene en caída desde 2012


Mónica Duarte

Venezuela es la nación con mayor cantidad de reservas de oro en América Latina. El país posee 361 toneladas, lo que constituye un 68% de todas las reservas, según el último informe del Consejo Mundial del Oro (World Gold Council).

Las mayores reservas de este metal precioso las posee Estados Unidos con 8.133,5 toneladas, representando un 73,7% de sus reservas totales.

De acuerdo a este informe, Venezuela ocupa el puesto 16 a nivel mundial a pesar que desde la pasada divulgación del Consejo Mundial del Oro la cantidad de reservas disminuyeron, a inicios del mes de junio alcanzaban 367,6 toneladas.

México es el segundo país latinoamericano en reservas del metal con 122,2 toneladas, que según esta publicación representan 2,4% de sus reservas totales. Después de Venezuela el país con mayor porcentaje de reservas en oro en América es Bolivia con 42,5 toneladas, que representan un 10,9% de sus reservas.

El promedio continental de las reservas de oro no supera este porcentaje debido a la disminución de los precios internacionales desde 2012. El declive del precio del oro expone a Venezuela pérdidas cada vez mayores, para mediados de 2014 había perdido 24% del valor de las reservas en relación con el año anterior.

Para el cierre de marzo de 2015 el oro que forma parte de las reservas totalizó un valor de 13,09 millardos de dólares. Esta cifra representa una significante caída de 2,02 millardos en el último año. Para el mes de marzo de 2014 el balance del Banco Central de Venezuela contabilizaba 15,01 millardos de dólares en oro. La información muestra un descenso de 13,3% en las posiciones en lingotes.

Actualmente, el precio del oro se encuentra en el nivel más bajo desde febrero de 2010 y se ubica en 1.072,30 dólares por onza.

Entre diciembre de 2012 y junio de 2014 el Banco Central de Venezuela tuvo que ajustar a la baja el valor de las barras doradas que forman parte de las reservas desde 1.686 dólares por onza troy hasta 1.290 dólares por onza. A pesar de esto, algunos analistas apuntan que el pronóstico pudiese ser positivo a largo plazo e indican que el oro sigue considerado como el activo más seguro.

Las reservas internacionales de Venezuela son de unos 21,8 millardos de dólares, de las cuales cerca del 70% está compuesta de oro. Sin embrago, para junio el total anunciado por el BCV presentaba una caída de 21,5% en dos meses y medio. La elevada proporción que tiene el oro en la totalidad de las reservas no obedece a un incremento de la cantidad de lingotes dorados, aumenta a medida que disminuyen las reservas líquidas no respaldadas.

Benjamín Ramsey, economista de la firma JP Morgan, asegura para el portal Banca y Negocios que la caída en la partida de oro monetario explica porqué “el Banco Central de Venezuela está cambiando activos ilíquidos por líquidos para así poder utilizarlos”.

Cuando se comparan los balances del Banco Central de los meses febrero y marzo de 2015 se confirma una operación de swap hecha en marzo con la que se empeñó oro de las reservas internacionales por 1,45 millardos de dólares al cambio de 6,30 bolívares por dólar, con el banco estadounidense Citibank.

El déficit fiscal para 2015 se calcula en 25.000 millardos de dólares. Los expertos señalan que las reservas internacionales han bajado a niveles donde se ha hecho necesario que el BCV utilice las barras de oro como garantía de nuevos préstamos provenientes de la banca internacional.

La cantidad de reservas de oro que fue usado en el swap de principios de marzo permanece en bóvedas del banco de Inglaterra. Pero serían tomadas como garantía en caso de que Venezuela no pague la cantidad prestada a tiempo.

En 2011, por órdenes del entonces presidente Hugo Chávez, se repatriaron al país la mayor parte de las reservas en oro que hasta entonces estaban depositados en bancos extranjeros como garantía de la deuda adquirida por el país en los años ochenta.