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Domingo Sifontes: “El gobierno está en su peor momento”

Domingo Sifontes

“La inflación va a ser muy alta y la contracción va a ser muy fuerte”, asegura el economista Domingo Sifontes


Enrique Meléndez

El Fondo Monetario Internacional estima que la inflación en Venezuela para este año será de 160%, según el informe divulgado por el ente esta semana. Pero el economista Domingo Sifontes considera que el FMI se quedó corto.

En cuanto a la estimación de una contracción de -10% para nuestra economía, reportada también por el organismo multilateral, Sifontes manifestó que no le extrañaría que se llegara a ese número.

Las estimaciones del FMI, dadas a conocer hace unos días, ubican la inflación en Venezuela para el 2015 en 160%, unido a una contracción económica de -10%. ¿Está de acuerdo con estas cifras?

En la conclusión, en términos generales, sí. La inflación va a ser muy alta y la contracción va a ser muy fuerte. En lo particular pienso que en términos inflacionarios podrían quedarse cortos. Yo estimo que la inflación pudiera cerrar un poco mayor a la cifra del FMI, y en términos de crecimiento la contracción va a ser severa. -10% es una contracción sin precedentes en la historia de este país y para una economía moderna resulta una catástrofe. No me extrañaría que llegara a ese número. Probablemente, se sitúe en menos. Pero en cualquier caso el dato general con respecto a la inflación y comportamiento del PIB que nos ofrece el FMI coincide con mis estimaciones.

Se dice que el gobierno abrirá mercados populares en zonas populosas donde el chavismo todavía es fuerte, sobre todo el próximo mes de noviembre, a los fines de revertir la tendencia a la baja que ahora registra en las encuestas. ¿Qué piensa usted a ese respecto?

Si uno revisa las encuestas, evidentemente nota algo común y es la idea clara de que el gobierno no las tiene todas consigo. Es decir, el gobierno está en su peor momento desde que es gobierno con el fallecido ex presidente Chávez.

En ese sentido, las encuestas parecen concordar en que hay una sed de cambio. Hay una idea que está comenzando a generalizarse y es la de que, en efecto, los venezolanos quieren un cambio de modelo, no quieren continuar con esta calidad de vida.

Exactamente el día que tú me estás haciendo la entrevista, jueves 8 de octubre, para la elección faltan poco menos de sesenta días y todo indica que luce bastante complejo revertir esa tendencia. En el año 2003 esa diferencia entre la oposición y el gobierno del presidente Chávez era mayor a la que se registra ahora cuando se estaban haciendo las conversaciones y las negociaciones para el referéndum, y las encuestas decían que el gobierno perdía ese referéndum. Pero Hugo Chávez maniobró políticamente la situación, logró ganar tiempo, de modo que a finales de ese año 2003 se inauguran las misiones y durante todo ese tiempo, es decir, desde 2003 hasta mediados de 2004, la misiones tuvieron su efecto que le permitieron a Chávez ganar el referéndum revocatorio. ¿Qué es lo que pasa ahora? Que la situación es diferente.

Quien dirige el gobierno no es la misma persona. No tiene los mismos atributos, no tiene la misma popularidad y, en general, la situación es mucho más complicada en términos sociales y económicos que cuando se iniciaron las misiones. De modo que parecería cuesta arriba revertir esa ventaja que tiene en contra el gobierno en las encuestas, pero hay que esperar a ver.

Hay algunos analistas que piensan que se trata de un cambio estructural lo que está ocurriendo, a partir de la demanda de la ciudadanía. Bueno, ellos seguramente van a seguir con esta política, digamos, agresiva y de provocación, en términos de amenaza, con respecto a lo que pudiera suceder en caso de que pierdan. Pero esa parece ser la tendencia. Es decir, muy favorable para la oposición, aunque hay que esperar el día de las elecciones.

Si el gobierno está muy mal en las encuestas, producto de la desastrosa situación económica y teme tomar las medidas correctivas por el costo político que ello le resulta. ¿Qué gana con seguir corriendo la arruga?

Lo que pasa es que el objetivo del gobierno es mantenerse en el poder como sea, y mientras esté en el poder el costo de cualquier medida es muy alto, con respecto a lo que supone mantenerse en el poder. Entonces, ellos han decidido no hacer nada, porque están en el poder. Ahora, la pregunta es: ¿podría cualquier medida hacer que ellos salgan del poder? Eso es lo que no está claro.

En la medida en que ellos no se sientan amenazados, precisamente por no hacer nada desde el punto de vista económico, mantendrán esta actitud de inacción. Eso es lo que está ocurriendo. Claro, hay que admitir que para el ciudadano común esto es algo raro. La gente tiene que hacer largas colas para adquirir los productos que no se consiguen por la escasez, el costo de la vida es demasiado alto, a causa de unas políticas erróneas del gobierno, y éste no las corrige. Y no lo va a hacer porque a este gobierno no le interesa mejorarle la calidad de vida a las personas, sino mantenerse en el poder.

Ahora, habrá que ver hasta qué punto se puede mantener sin hacer nada. Por eso las elecciones van a ser muy importantes. Desde el punto de vista político, el costo de unas medidas económicas en algún momento lo tiene que asumir. Todo depende de lo que pueda pasar en enero, y lo que indica es que el tablero político cambie, como el tablero económico. Bueno, porque parecería difícil que estas cosas sigan manteniéndose así.

Pero, insisto, si ellos siguen en el poder y ven que no se sienten amenazados si no hacen nada para solucionar la gravísima situación que padece la ciudadanía, ellos no van a hacer nada, pues, en última instancia, todo el costo social lo terminan pagando los asalariados, la gente que menos tiene; mientras el que está en el entorno del poder no se entera de lo que está pasando, porque no tiene ningún problema ni económico ni social.

Una de las medidas que con mayor insistencia se escucha es la relativa al levantamiento del control de cambio. ¿Estaría de acuerdo con un levantamiento shock o gradual?

Yo primero no tengo claro que, en efecto, se vayan a levantar los controles. El gobierno va a insistir por esta vía hasta que del mismo gobierno haya una discusión y entonces se llegue al acuerdo de que esto tiene que cambiar. Que por ahí están algunas voces que estando dentro del gobierno tímidamente ofrecen ciertas declaraciones, y parecería que la cosa fuera a cambiar.

Nosotros tenemos más de una década con el control cambiario y la verdad parece difícil hacerse la idea de que este gobierno, que ha declarado en varias oportunidades que el control de cambio es un arma política, vaya a ceder. Si el control es un arma de política, y lo levantas, quiere decir que estás cediendo el control político. Parecería que en esa lógica sería muy difícil que el gobierno libere el tipo de cambio así no más. Hay que ver qué están pensando.

Por otra parte, yo en particular soy partidario de ir levantando gradualmente el control cambiario. Me parece que la gradualidad tiene menos costo social. Bueno, habrá alguna gente que dirá que hay que levantarlo de plano, ya que la economía está indexada al dólar paralelo, por lo tanto, finalmente, qué peor puede ocurrir si ya todo está al precio del dólar paralelo, lo cual no es cierto. No toda la economía está indexada al dólar paralelo. De modo que yo me tiendo a inclinar por la opción de la gradualidad.

Levantar el control de cambio no es tan sencillo en todo el término que requiere. Incluso, el levantamiento de todo control la gente tiene que entender que no será una medida sencilla, y eso es lo más lamentable. Como no hay almuerzo gratis, hay que pagar la cuenta. De modo que habrá gente que saldrá muy perjudicada, pero para eso habrá programas de compensación que van a favorecer a esos sectores que se verán afectados.

¿Qué opina usted de la medida del cierre de fronteras? ¿Qué resultados ha tenido?

No tengo mayor información al respecto, pues yo estoy en el centro del país. Pero me imagino que los niveles de escasez y que la dinámica diaria de la persona que vive en la frontera no necesariamente ha cambiado para bien, me parece que sigue igual. Desde ese punto de vista, yo creo que eso no resuelve el problema económico.

Porque es mentira que la situación del país esté así, porque todos los productos se van por la frontera a causa del contrabando. Asumir este problema es declararte incompetente para resolver los problemas económicos. Lo que pasa es que hay gente que compra esos argumentos y eso genera una matriz de opinión para la gente que está con el gobierno. Claro, el tema de la gasolina es grave y hay que revisarlo. Pero esa no es la verdadera causa de la situación en la que estamos metidos.

Hay la declaratoria de un estado de excepción y el cierre de la frontera en este caso, pero todo indica que parece más una decisión de campaña para las elecciones que una verdadera razón económica.

El gobierno ha dicho que no se abrirá la frontera con Colombia, hasta que no cierre la última casa de cambio de Cúcuta. ¿Qué piensa usted?

Insisto, esto es un guión enmarcado en un cierre de campaña electoral. Por lo demás, tú no le puedes pedir a otro país que haga algo que a ti, supuestamente, te está perjudicando. A mí, incluso, me parece que eso es una injerencia. ¿Cómo le vas a pedir al gobierno de un país vecino que haga algo que tú quieras que ocurra?

Colombia tiene su economía funcionando. Ellos tienen su modelo económico y no es incumbencia de este gobierno ordenarle lo que ellos tienen que hacer. Pero pensar que las casas de cambio de Cúcuta son las que tienen el dólar paralelo en el lugar a donde ha escalado, insisto, es declararte incompetente en materia económica.

Porque hay que preguntarse por qué el paralelo está donde está, por qué esa página famosa (Dólar Today) es la que sirve de marcador, pues nadie piensa en su sano juicio que el tipo de cambio de cambio represente la situación real de la economía. Ese es un valor artificialmente alto y el tipo de cambio de los controles es artificialmente bajo.

En eso nosotros estamos claros. Lo que pasa es que hay tan poca transparencia en la información económica que tú necesitas fijar una referencia en algún sentido, y esa referencia te la está dando el dólar paralelo, y eso es responsabilidad exclusiva del gobierno.


 

Un problema de credibilidad

El gobierno ha dicho que la información de Dólar Today tiene un cierto carácter especulativo. ¿Qué hay de cierto en ello?

Cuando tú vas y revisas el comportamiento del tipo de cambio en la frontera, la relación entre el peso y el dólar y la relación entre el bolívar y el peso, tú te das cuenta de que ahí hay una relación que tiene un cierto fundamento, y que el tema de las expectativas y de la poca transparencia que hay en el mercado hacen que ese sea el valor de ese tipo de cambio.

Y más allá de especulativo o no, ese no es el tipo de cambio real de la economía, obviamente, que no lo es. Yo no creo que los economistas estén discutiendo si lo es o no lo es. Está claro que no lo es. El tema es que ese es el único valor visible que tú tienes en la economía. Ese es el problema. Se trata de un problema comunicacional, de transparencia.

Entonces, si tú no tienes divisas para dar al tipo de cambio controlado y tú tienes un punto referencial, por más que no sea el valor real de la economía, los agentes verán y tendrán como referencia ese valor, digamos que en este caso es el paralelo. O sea, eso es lo que está ocurriendo. Es un problema de credibilidad, de expectativa, de transparencia. Obviamente el parsalelo no es el tipo de cambio de la economía, pero es el que está funcionando y la gente hace sus operaciones con él, porque es la única referencia válida.

El problema de la credibilidad del gobierno en materia económica es tan grave que la gente tiene como referencia una página web. Algo nunca visto en la historia económica de la América Latina.