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“Nuestros abuelos se mueren de mengua”

Denuncian que los adultos mayores que están internados no comen bien, están desnutridos y no tienen acceso a sus medicinas


Myriam Mosquera

La Carta de San José (2012) sobre los derechos humanos de las personas mayores en América Latina y del Caribe, adaptada a la tercera Conferencia Regional Intergubernamental sobre Envejecimiento en estas regiones, debe ser honrada por el Estado venezolano. En especial en lo que establece en cuanto a facilitar el acceso a los alimentos, medicinas, equipamientos, ayudas técnicas y servicios integrales de rehabilitación para favorecer la independencia de las personas mayores. En este acuerdo firmado por el Estado venezolano también se favorece el desarrollo y el acceso a cuidados paliativos de los ancianos con enfermedades terminales para asegurar una muerte digna y sin dolor. También se debe garantizar la protección especial de las personas mayores con un trato preferencial en las instituciones públicas y privadas, como los centros de día, especializados y de larga estadía.

Pero en opinión de Hernán Papaterra, asesor de programas de apoyo a los adultos mayores, “nada de esto se cumple en nuestro país”.

“Se hace caso omiso a los tratados internacionales y convenios. Esto lo vemos en las restricciones y la falta de alimentos, medicinas e insumos básicos, que ahora están acabando con la vida de nuestros abuelos”, indicó.

Para el especialista en la materia, el Estado venezolano “actúa con negligencia, al incurrir en desacato, omisión, desamparo e indefensión, que le está causando un gran daño o sufrimiento a nuestros ancianos. Solicitamos que la Comisión Permanente de Desarrollo Social Integral de la Asamblea Nacional se aboque a considerar las violaciones que el Estado y el Gobierno cometen en perjuicio de los derechos humanos fundamentales de las personas adultos mayores en el país. Exigimos al diputado Miguel Pizarro que declare la emergencia humanitaria para este sector tan desprotegido en nuestro país, que por favor nos reciba en la Asamblea Nacional para explicarle todo esto”.

ABUELOS DESNUTRIDOS

Datos demográficos, elaborados con información del Instituto Nacional de Estadística, indican que la población de 60 años o más para 2010 era de 2.519.751 personas y para el 2030, los venezolanos con esas edades serán 5.558.973 personas.

Es decir, aumentarán 120,62% los adultos mayores. Para Hernán Papaterra es necesario comenzar a preparar un plan nacional de envejecimiento para la prevención de enfermedades y para mejorar la calidad de vida.

Más aún cuando se estima, según la población proyectada al 2015, con base en el censo de 2011, que actualmente el 8% de los venezolanos tienen una edad superior a los 60 años.

¿Por qué las personas de tercera edad no son una prioridad sanitaria en el país y se les abandona abiertamente?

No lo son ni para el sistema, ni para el médico individualmente considerado.

¿Cuál es la situación actual para nuestros ancianos?

En estos momentos nuestros abuelos se mueren de mengua, no comen bien, no tienen sus medicinas, se les están acortando sus vidas, se les está haciendo un grave daño al no ofrecerles posibilidades de bienestar y calidad de vida. Pedimos a las embajadas y consulados que atiendan a sus coterráneos.

En opinión de Papaterra hay mucha negligencia e indolencia en el trato hacia “los más viejos”. “No hay garantía de esa protección especial que ellos necesitan. El Ministerio de Salud y el Seguro Social no les ofrece los medicamentos para sus tratamientos”, remató.

¿Existe la adecuada atención gerontológica?

Desde hace 26 años se creó en la Universidad Experimental Francisco de Miranda la carrera de gerontología, e la cual han egresado aproximadamente 700 profesionales, pero en estos momentos no hay cargos para ellos en el sector salud, por lo que solo está trabajando un 2 por ciento. Esto implica falta de atención adecuada para los ancianos. Los abuelos están en manos no profesionales, los atienden personas que sí tienen voluntad para ello, pero que no son gerontólogos.

¿Cuáles son los requerimientos nutricionales que necesitan las personas mayores, para disminuir las enfermedades propias de sus edades?

Hay severas deficiencias nutricionales en estos momentos. Hay una crisis en la ingesta de alimentos. Estudios demuestran que una buena dieta en la edad avanzada reduce el riesgo de complicaciones de la osteoporosis, hipertensión, enfermedades cardíacas y algunos tipos de cáncer.

Los abuelos necesitan sus vitaminas, sus frutas, cereales, hortalizas, proteínas, carbohidratos y nada de eso está en este país. Tenemos más abuelos desnutridos y sin nada de energía.

CASAS HOGARES INSUFICIENTES

Se estima que a esta fecha unos 4 mil ancianos son atendidos en casas hogares, pero la demanda del servicio es de casi 10 mil adultos mayores. Hay un gran déficit de atención en el país.

Frank Jugo, director de la Fundación Santo Domingo, dedicada a la atención de personas adultas y presidente de la Casa Hogar Santo Domingo, ubicada en Bello Monte, afirma con mucha preocupación que las casas hogares en Venezuela están cerrando sus puertas. “A los abuelos los están echando a la calle, no hay cómo mantenerlos”.

¿Cuál es el problema más grande que confrontan las casas hogares y cuya solución evitaría que cierren sus puertas para la atención de ancianos?

La dificultad para acceder a los alimentos, medicinas, insumos básicos. Se necesita comida, hay que alimentarlos más de tres veces diarias, necesitamos pañales, jabones, toallas limpias, sábanas y, por supuesto, las medicinas que no se consiguen. Hay un desabastecimiento bárbaro, inclusive para los servicios de proveeduría de enfermería

No es posible que en una casa hogar se atienda a 45 ancianos y solamente se pueda contar con un paquetico de harina, de arroz, de pasta, y eso si es que se consigue. Aquí mandamos a los empleados y yo mismo voy a hacer colas en los supermercados, pero nos venden poco, cuando conseguimos algo.

¿A quienes responsabilizan por esta grave situación?

El Estado venezolano y el mismo Gobierno son responsables. Nos deben proporcionar medicamentes para los tratamientos crónicos de nuestros abuelos.

¿Cómo subsisten las casas hogares sin alimentos y medicinas?

Con ayudas de los vecinos, de algunas fundaciones que lamentablemente ahora no pueden ayudar mucho. Aquí se ha dado el caso, que viene una vecina del sector y nos dona un paquetico de café, de harina. A mí eso me da mucha pena, realmente siento un gran dolor por toda esta situación. La Asociación de Vecinos de la comunidad de Bello Monte ha prestado gran ayuda y gracias a la labor de Zulay Becerra, vicepresidenta, hemos podido afrontar toda esta crisis.

“Vamos activar unas jornadas de ayuda humanitaria para nuestros abuelos, porque la situación es caótica. Desde la Fundación Santo Domingo hacemos un llamado a todo aquel que se quiera incorporar a este voluntariado, es una misión de extrema emergencia, que requiere movernos a todos los venezolanos”, sentenció.

El profesor Jugo explica que es urgente que se ordene la entrega a granel de insumos a las casas hogar que asisten a personas de edad, para evitar la merma de los servicios de salud y alimentación. “Con eso podemos tratar de salvar vidas del colectivo social más vulnerable en el país. Es necesario evitar el cierre de las casas hogar para cuidado de personas de edad producto de la alta inflación y la escasez de bienes y servicios”.