El Consejo Nacional Electoral ha entregado la planilla para que la MUD recoja el 1% de las firmas del Registro Electoral, necesarias para activar el revocatorio presidencial
Gabriela González
La Mesa de la Unidad Democrática inicia este miércoles la recolección de las firmas necesarias. Se trata del primer paso de una larga carrera para revocar al presidente Maduro.
Aunque muchos no lo creían, finalmente este martes el Consejo Nacional Electoral decidió entregar la planilla a la Mesa de la Unidad para activar el referendo revocatorio presidencial. De esta manera, la oposición contará con 30 días —aún y cuando las normas establecen 15 días—, contados a partir de este martes, para recoger ciento noventa y siete mil setecientas veintiún firmas (197.721), equivalentes al 1% de los inscritos en el Registro Electoral (RE) hasta el 31 de enero de 2016.
La MUD necesita consignar cuatro documentos y 2040 firmas, se necesitaban cinco, sin contar con el encadenamiento de siete diputados en la sede del ente electoral el pasado jueves.
Una vez cumplido el requisito del 1% de las firmas del Registro Electoral, la alianza opositora procederá a recolectar el 20% del patrón electoral, un poco más de tres millones y medio de firmas.
Hay que recordar que todo este entramado de firmas y lapsos se establecen en las Normas para regular los procesos de referendo revocatorio de 2007, que dictó el CNE ante la mora legislativa de la Asamblea de turno. Mora que pretende saldar la actual Asamblea con la Ley de Referendo aprobada en segunda discusión, pero todavía no sancionada.
Así las cosas, la marcha pautada para este miércoles a nivel nacional se ha convertido en un “gran firmazo”, en palabras de los opositores. “Todos los esfuerzos de la oposición serán para recolectar las firmas para el revocatorio”, había señalado Julio Borges en su acostumbrada rueda de prensa de los martes, como jefe de fracción parlamentaria.
Un grupo de diputados integrados por Jose Luis Cartaya, representante de la MUD ante el CNE, Jesús “Chuo” Torrealba, Tomas Guanipa, Stanling González y Freddy Guevara, que se disponía a buscar esta primera planilla para activar el revocatorio, fue “interceptado” por cerca de 20 simpatizantes del oficialismo, que con megáfonos en mano y una actitud hostil les obligaron a resguardarse en la sede administrativa de la Asamblea, conocida como Pajaritos.
“Los objetivos fueron cumplidos” gritaban los simpatizantes del gobierno, al impedir que la comisión llegara al CNE. Pero los “objetivos” también fueron alcanzados por los opositores quienes, con planilla en mano y desde la Asamblea tuvieron una “tímida victoria”.
El revocatorio, una carrera de obstáculos
A pesar de haber comenzado la recolección de firmas, la vía al revocatorio no deja de ser una carrera con obstáculos y contra reloj para la oposición.
Pese a que no se trata de una “gran cantidad de firmas” y hay suficientes días para recolectar las casi 198 mil firmas necesarias, e incluso el gobernador de Miranda Henrique Capriles aseguró que intentarían recolectarlas en 24 horas, hay que tener en cuenta que:
- Quien firme deberá hacerlo en la entidad en la que vota.
- Quien firme, debe estar dispuesto a ir a validar su firma en los puntos de validación del CNE, es decir, deberá colocar su huella en la captahuella. De firmar y no colocar la huella, ésta será nula.
- La planilla tiene un renglón para colocar la dirección. Lo que no esta claro es si el firmante coloca una dirección distinta a la que aparece en el RE, ¿será la rúbrica invalidada?
- Aunque es una medida “transitoria”, el CNE trabajara solo dos días a la semana, lunes y martes, hasta mediodía lo que podría alargar el proceso de verificación de firmas.
Moción de censura
Para este martes se esperaba la comparecencia del ministro Rodolfo Marcos Torres en la Asamblea Nacional. No obstante, el jefe de la cartera de Alimentación no asistió para hablar sobre la situación alimentaria que vive el país.
El diputado Ismael García solicitó una moción de censura contra el Ministro, tema que el presidente de la Asamblea, Henry Ramos Allup, indicó que se discutirá el jueves, puesto que se requieren 48 horas luego de solicitada la moción.
Los diputados oficialistas decidieron retirarse del hemiciclo. Pedro Carreño fue el encargado de anunciar que acudirían ante el Tribunal Supremo de Justicia para declarar la nulidad de la sesión ya que, a su juicio, se estaba irrespetando la sentencia del Máximo Tribunal, dictada el pasado viernes y que suspende, temporalmente, algunos artículos del reglamento de Interior y de Debate de la Asamblea.
Ante esto, el presidente de la Asamblea calificó de “gran irresponsabilidad” la intención del PSUV de anular la sesión, ya que este martes se aprobaron dos créditos adicionales por el orden de mil once millones para el Distrito Capital y uno para la Región Insular Francisco de Miranda.
Por cierto, a pesar de la aprobación de estos tres créditos adicionales, Alfonso Marquina criticó que, mientras el gobierno esta aprobando vía Decreto de Emergencia, los fondos para cumplir con compromisos de la administración central, a las gobernaciones y alcaldías no se les ha “tratado” con la misma celeridad por lo que exigió que parara lo que calificó como discriminación.
Con respecto a la sentencia 269 de la Sala Constitucional, que suspende algunos artículos del Reglamento basados en una solicitud que hiciera un grupo de diputados opositores en 2011, la bancada de la MUD señaló que “nuevamente el TSJ se coloca de espaldas a la Constitución”. Calificaron la sentencia como nula y como una nueva manera del gobierno de “torpedear la voluntad del pueblo”.
Cinco años le tomó a la Sala Constitucional “determinar su competencia” ante esta solicitud y admitir, mientras se decide el recurso de nulidad interpuesto en 2011, la medida cautelar de suspensión de los artículos 25; 57; 64, numerales 5, 6 y 8; 73; y 105, último aparte del Reglamento de Interior y Debates de la Asamblea Nacional, así como negar la medida cautelar de suspensión de los artículos 1; numerales 3 y 6 del artículo 27; 48 primer aparte; 56 último aparte; y 64, numeral 4, del Reglamento impugnado ese año.
“Cuatro rectoras del CNE y siete magistrados del TSJ no pueden más que la voluntad de los millones que se expresaron el 6 de diciembre”, manifestó Julio Borges. “Están forzando el choque de trenes”, sentenció.
Mientras, Ramos Allup aseguraba que “al gobierno solo lo sostienen el Alto Mando Militar y el bufete chimbo de abogados del TSJ”.
Esta sentencia se suma a otras nueve, que limitan la función del Parlamento mediante la interpretación del TSJ a la Constitución.
