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La mentira como sistema de dominio

Cuando la reiterada mentira oculta graves realidades, se convierte en un hábito cruel


Gustavo Luis Carrera  

“Lo que está a la vista, no necesita anteojos”, “A confesión de parte, relevo de pruebas”, “Lo que ha de verse, no se porfía”, “Ver para creer”. Son muy diversos, y certeros, los dichos y los preceptos que buscan desenmascarar la mentira y mostrar la evidencia. Así, el pueblo, y todo el uso común, desnudan la mentira que se pretende verdad.

LA MENTIRA “HECHA” VERDAD. El tristemente célebre Goebbels decía que una mentira repetida insistentemente se convierte en una verdad. Pero, la verdad puede ser sospechosa. O sea, la aparente verdad termina por ser desmentida. Y por cierto, la idea de la existencia de una verdad sospechosa tiene antecedentes literarios: “La Verdad Sospechosa” (1630) se titula una pieza del dramaturgo mexicano, integrado al teatro español de los Siglos de Oro, Juan Ruiz de Alarcón; donde el mentiroso sistemático es devorado, al final, por la única verdad que dice, y que es tenida, por todos, como una de sus habituales mentiras. Y, sin duda, la historia de este personaje ha de repetirse en los mentirosos públicos: son tan palpables sus evidentes falsedades, que cuando propongan una verdad, nadie la creerá. Y esto no debe ser olvidado por los embusteros manipuladores.

LA MENTIRA COMO HÁBITO CRUEL. Cuando la reiterada mentira oculta graves realidades, inclusive comprometedoras de la salud de una sociedad, se convierte en un hábito cruel. Es, realmente, una crueldad denigrante negar que se vive en medio de la escasez alimentaria y de medicamentos. Y esto, aparte de cualquier posición oficial, política o ideológica que se mantenga. Nadie puede esconder lo que está a la vista: ¿no son evidentes las colas cotidianas en procura de alimentos de primera necesidad?, ¿no es lo habitual la ausencia de medicinas necesarias, indispensables, para cada uno? ¿Será que ministros y oficialistas no comen y no se enferman? ¿O es que ellos reciben directamente, por encargo ejecutivo, todo lo que necesitan? ¿O es que niegan lo que salta a la vista por obsesivo compromiso ideológico, evidenciando una degradada hipocresía?

¿UNA VERDAD ESCONDIDA? Detrás de la mentira la única verdad que se esconde es la que desenmascara al mentiroso. En la actualidad vivimos el tiempo de la mentira como sistema de dominio. La técnica es la siguiente: hacer creer lo que no existe y negar lo que sí existe. Es elemental. Pero, ha funcionado y sigue funcionando históricamente. Al menos, así lo ve el mentiroso. Sólo la cruel mentalidad de un funcionario público puede permitirle decir que las colas para comprar alimentos no existen, o simplemente son creadas por una conspiración, nacional, internacional, intergaláctica. ¿Ninguno de ellos, o de su familia, requiere alimentos básicos que están desaparecidos? Solamente el cruel desplante de nivel ministerial es capaz de caer en la ficción o en la manipulación de afirmar que los medicamentos están en ochenta y cinco por ciento al alcance de los pacientes. ¿Será que personas de esta índole no se enferman o tienen su farmacia privada bien provista desde el exterior? Es la noción de la mentira manipulada.

VÁLVULA: “Así como errar es de humanos, no es posible no engañarse. Pero, es innoble, grotesco y vergonzante tratar, cruelmente, de engañar a los demás. De otra parte, ¿cómo negar lo que está a la vista de todos?”.

glcarrera@yahoo.com