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Chavista rebelde quedó fuera de VTV

Cada vez que el capricho burocrático atropella al talento humano, la revolución llora, retrocede y corre peligro


Jesús Silva R

Comparto video de la polémica entrevista que me hizo este personaje. Una de las mejores entrevistas que me han hecho.

¿Es defendible el proceso bolivariano?

Hacer una revolución para eliminar la pobreza y transferir poder al pueblo es una meta tan compleja que la victoria depende de la unión de muchas mujeres y hombres honestos.

Para construir esa unión, hay que priorizar valores estratégicos como honestidad, trabajo y solidaridad; y dejar en segundo plano diferencias subalternas como grupos, ambiciones y prejuicios personales.

Algo así me pasó con la cara más famosa de VTV, con quien tuve una “ejemplar reconciliación”. Es una periodista que por varios años condujo el principal programa de opinión en horario estelar de esa planta televisiva gubernamental, pero que misteriosamente salió del aire bajo múltiples hipótesis. Dicen que le cortaron las alas.

Uso la expresión “ejemplar reconciliación”, porque luego de haber tenido marcadas diferencias políticas con ella, me llegó su sorpresivo mensaje de texto proponiendo hacerme una entrevista. Quien además de figura de televisión, fue integrante de la dirección nacional del Psuv, designada por el Presidente Hugo Chávez, me escribió con su solemnidad característica:

Profesor Silva, es Vanessa Davies, nos interesa hacerle una entrevista ¿quiere? ¿puede?

Al vernos, le recordé: Vanessa, sabes que fui fundador del “Correo del Orinoco” como columnista de opinión y luego de años de colaboración gratuita fui excluido en 2010 por retaliación personal (chisme) de la jefa de opinión, la infiltrada contrarrevolucionaria Zaida Rauseo. Por permitir eso, te critiqué públicamente en Aporrea.org.

Vanessa me ofreció disculpas, no sin antes advertirme que hizo intentos por revertir aquella injustificada exclusión. Sin embargo, hice que otro periodista te entrevistara varias veces en el tema constitucional, agregó Davies con tono acongojado.

Su cara de ángel triste y humilde me desarmó por completo. La percibí profundamente sincera y genuina como pocos dirigentes revolucionarios, entre tantos que he conocido. Acepté sus disculpas. Hoy le correspondo esas disculpas por la forma severa de aquel artículo “aporreador” que escribí contra ella fustigándola también por su anécdota con Chataing.

Lo que pasa es que en mi código revolucionario, dejar pasar un atropello y no protestar o enfrentar el abuso en una institución o empresa (canal de TV, etcétera) significa una omisión muy cuestionable. Quizá el asunto no estaba en manos de Davies.

Pero al final, no me mortifican demasiado las exclusiones ni los vetos, he aprendido a derrotarlos. Fue justo después de salir del “Correo del Orinoco” que mi defensa de la Constitución Bolivariana llegó a más ampliamente a prensa, radio y televisión, lo cual me hace sentir útil a la patria.

Y aunque infiltrados semejantes me han impuesto nuevos vetos por no venderme a ellos y me han cerrado puertas con rabia y maldad, en 2016 descubrí la gestión socialista y libre de discriminación del canal Tves con el camarada Winston Vallenilla al frente.

Tves, el canal de mayor crecimiento en el país, me ha dado la primera oportunidad de producir y conducir un espacio en TV semanal conocido como La Propuesta (miércoles 12 m y jueves 6:30 am) para de ese modo seguir llevando mi mensaje constitucional a todos los venezolanos y en especial a mi amado pueblo chavista.

Lo vivido, con altos y bajos, me hace ratificar convicciones: Lo individual no importa, sólo lo colectivo prevalece. Cada vez que el capricho burocrático atropella al talento humano, la revolución llora, retrocede y corre peligro. La política comunicacional de la patria merece ser conducida con máximo sentido del honor y de la ética. Luchemos por eso.

Los cargos pasan, los nombres quedan. Debemos siempre trabajar con desprendimiento sin aferrarnos a posiciones. Servir y no servirnos. Sumar y no restar.

Concluí que Vanessa no había sido una jefa sino una humilde obrera que estuvo en un cargo soñando con el socialismo. Hoy es imposible no extrañar su inteligencia, decencia y profesionalismo en la pantalla chica de VTV.

Abrazo solidario a Vanessa y a todos los chavistas honestos e irreverentes que sin tener poder y a pesar de sufrir maltratos burocráticos, seguimos creyendo y luchando por la Revolución Bolivariana sin esperar nada material a cambio, sólo respeto y que nos dejen aportar.

http://jesusmanuelsilva.blogspot.com