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Editorial | Nueva etapa de la asfixia

La empresa estatal que monopoliza la venta de papel prensa, decidió venderle solamente cuatro bobinas mensuales a “La Razón”


EDE

Durante 21 años de historia este semanario ha avanzado a pesar de las numerosas dificultades que se han presentado en el camino.

De la mano de nuestros lectores hemos enfrentado acosos judiciales, presión por falta de avisos publicitarios, allanamientos a nuestra sede y hasta el exilio de nuestro editor.

Es el precio que ha tenido que pagar LA RAZÓN para ejercer con independencia su labor periodística, domingo a domingo. Pero la asfixia por parte de los factores de poder ha tomado otros matices.

Hace poco más de un año denunciamos que el acceso al papel se restringía porque las empresas que tradicionalmente importaron el insumo, que nunca se ha producido en el país, dejaron de tener acceso a las divisas.

Proveedores de muchos años cerraron, por lo que tuvimos que recortar en ese momento aún más nuestra paginación.

Durante la etapa de contingencia nuestras ediciones fueron de apenas cuatro páginas. Entonces el Estado asumió el control total del papel para la prensa a través de la Corporación Alfredo Maneiro.

Esa solución, que debía ser momentánea, con el tiempo ha degenerado en las dificultades obvias que nacen de un monopolio, en este caso estatal.

El Estado venezolano ha vendido papel, bajo sus condiciones y sin derecho a pataleo, a los miembros de la Cámara de Periódicos de Venezuela.

Durante meses la relación funcionó para que los medios siguieran circulando, pero la cuota asignada a cada periódico ha venido disminuyendo de forma sistemática hasta llegar a las cuatro bobinas de papel que mensualmente el Ceam le vende a LA RAZÓN desde el mes de julio de este año, a todas luces insuficiente para que nuestro semanario pueda circular todas las semanas.

Las reservas de papel de LA RAZÓN están mermando, pero nuestra convicción de seguir trabajando no se ha visto golpeada por las circunstancias.

Volvemos a invitar a nuestros lectores a que nos acompañen en nuestra lucha, de la que saldremos nuevamente bien parados.

LA RAZÓN es una rara especie, quizá un milagro editorial, de esos que se mantienen por la voluntad de sus lectores, fieles y comprometidos.

Los momentos difíciles ponen de nuevo a prueba nuestra capacidad de resistencia, pero como ya les anunciamos en una oportunidad, así sea en una servilleta circularemos cada domingo.