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Werner Corrales: «La crisis comenzó hace 40 años»

Werner Corrales

“El programa de ajustes económicos de CAP fue menos severo que el de Maduro”, destaca el economista, exministro de Cordiplan y Comercio


Carlos Díaz

“Desde los años sesenta hasta el presente la renta petrolera ha sido utilizada para ganar votos y condicionar la conducta política de los sectores populares”, analiza Werner Corrales, economista, exministro de Cordiplan y Comercio en el segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez (CAP) y coordinador nacional de la organización La Venezuela que Queremos Todos, en entrevista con “La Razón”.

Explica que los primeros veinte años de la democracia (1958-1978) fueron los más importantes de toda la historia porque la renta petrolera se utilizó para generar capacidades en la gente.

“El gobierno a fuerza de los CLAP y represión puede seguir en el poder”

“Apenas el 11% de los trabajadores había completado la educación primaria cuando cayó Pérez Jiménez en 1958; veinte años después, en 1979, el 72% la había completado. Cuatro universidades funcionaban en 1958; veinte años después había 20”, señala.

Después de ese período la renta se comenzó a utilizar con fines clientelares, agrega. “Hoy existe la cultura que ha llevado a la gente a pensar que para tener participación en la renta tiene que empatarse en una cadena clientelar y eso ha terminado corrompiendo a la sociedad. La corrupción no solo está relacionada con los políticos porque la gente, en general, acepta como bueno que tiene que vender su opinión política a cambio de un premio”, dijo. 

¿Cuáles son las causas del deterioro económico, político y social del país?

Las causas comienzan a mediados de los años setenta con el primer boom petrolero cuando la renta petrolera comenzó a utilizarse de manera clientelar. El proyecto de país que se realizó entre 1958 y 1978 perdió su rumbo e hizo que la sociedad comenzara a desconfiar de los partidos políticos, de la dirigencia y las instituciones. Desde entonces se observó por primera vez el enfrentamiento entre clases sociales.

La clase media, en este sentido, tuvo una actitud egoísta al olvidarse del 70% de los venezolanos que habían caído en la pobreza. El no haber resuelto este problema durante esos años nos ha traído los problemas políticos, sociales y económicos de hoy. La crisis venezolana no nació con Chávez, no tiene 17 años, la crisis tiene casi 40. Es decir, Chávez, el populismo, el totalitarismo de Chávez y de Maduro son resultado de que la dirigencia política se olvidó de resolver los problemas y de que la clase media perdiera la solidaridad y se volviera individualista.

Sectores de la oposición plantean que el revocatorio como camino para la reconciliación, ¿qué opina usted?

El revocatorio puede ser un mecanismo para resolver pacíficamente el cambio de régimen. Venezuela tiene muchas cosas que debe reformar y debe comenzar por el cambio de este régimen que no es democrático sino prototalitario; aquí no hay democracia. Al respecto, la Constitución abre muchos caminos. Durante años la oposición ha cometido el error de tenerle un miedo terrible a la movilización que es un mecanismo fundamental de la política.

Sin embargo, no creo en esa movilización para fechas y horas específicas sino en la movilización permanente. Esta debe ser un arma de presión para que el gobierno esté dispuesto a negociar porque hasta ahora, en los escenarios de diálogo, la oposición ha asistido con debilidad. 

“La verdadera guerra económica son las expropiaciones del gobierno”

¿Por qué no ha habido éxito en la convocatoria de diálogo que promueve el gobierno?

Si el gobierno no quiere hablar de los presos políticos, ni de revocatorio ni de cambio de gobierno entonces el diálogo es un engaño. Si no se acepta como base que se está dialogando para cambiar la situación actual entonces la negociación no tiene ningún sentido. El gobierno lo que hace es ganar tiempo y la oposición ha caído en ese juego. Si esas son las condiciones, entonces no es un diálogo para salir de la crisis.

¿Qué sectores políticos y económicos se han beneficiado y perjudicado con la polarización política?

Nos ha perjudicado a todos porque se ha presentado una diatriba que impide que se tomen decisiones para mejorar las cosas. Asimismo, ha beneficiado a la dirigencia de la oposición y a la dirigencia del gobierno. En el caso del gobierno, muchos dirigentes han aprovechado esta circunstancia para robar fortunas y depositarlas en bancos extranjeros.

En el caso de la oposición hay algunos grupos y dirigentes que piensan que el gobierno se cae solo y calculan que mientras más polarización haya habrá entonces más oportunidades para presentar ciertas candidaturas presidenciales para el 2019. Este gobierno a fuerza de los CLAP y la represión puede seguir en el poder y, de esa manera, el país seguirá convirtiéndose en otra Cuba.

El gobierno culpa a la caída de los precios del petróleo y la “guerra económica” de la derecha de la actual situación del país

Ese es un concepto pueril. Los problemas económicos provienen de haber despilfarrado todos los ingresos petroleros obtenidos durante la bonanza. Viene del robo a manos llenas contra las arcas públicas y de la incapacidad absoluta de diseñar y manejar una política económica que ha sido perjudicial. El gobierno es bueno para las campañas publicitarias y así lo ha hecho en el caso de la guerra económica.

La verdadera guerra económica la ha montado el propio gobierno cuando ha expropiado empresas para dejarlas sin capacidad productora y luego sacarlas del mercado. El gobierno tampoco previó los tiempos de “vacas flacas” y todos los fondos que se crearon se despilfarraron o fueron a parar a los bolsillos de algunos dirigentes.

«Estamos en esta crisis porque sí se hizo lo que Giordani dijo»

“EL ARCO MINERO ES EL PEOR NEGOCIO”

¿El gobierno ha tenido éxito o fracaso con sus políticas para solucionar la crisis económica?

Desde 2014 se advirtió sobre la crisis alimentaria y en 2015 yo escribí un artículo donde indiqué que entrábamos en un escenario donde íbamos a necesitar ayuda humanitaria. Sin embargo, el gobierno se ha negado a aceptar que hay una crisis alimentaria y de salud, esto es todo lo contrario a una política que esté dirigida a solucionar la problemática. Entramos a esta crisis por culpa del gobierno y no se atiende a los sectores más vulnerables debido a la terquedad del gobierno. Venezuela tiene que tener un programa económico que sea creíble y factible para que se abra el crédito internacional.

La Venezuela que queremos 

Werner Corrales Leal, egresado del Centro de Estudios del Desarrollo (CENDES) de la UCV, fue ministro de Planificación y de Comercio y embajador de Venezuela ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) durante el gobierno de Rafael Caldera, cargo que desempeñó hasta el año 2002, durante el gobierno de Hugo Chávez, cuando también se desempeñó como embajador ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) en Ginebra.

Durante los últimos años se ha dedicado al Diplomado en Liderazgo Social y Político, de la Universidad Metropolitana y la “Alianza por la Venezuela que queremos todos”, iniciativas que emprendió junto a su entrañable esposa, la profesora universitaria Tanya Miquilena, fallecida en marzo de este año.  

Dirigió el equipo de negociadores venezolanos que participaron en la “Ronda de Doha”, celebrada por la OMC en Catar, en el año 2001, cuyo objeto fue liberalizar el comercio mundial.

Es co-autor del proyecto de la Ley de Promoción y Protección de la inversión extranjera. Fue asesor en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), miembro del Centro Internacional para el Desarrollo Sostenible (ICTSD) e investigador en el Instituto de Nuevas Tecnologías de la Universidad de las Naciones Unidas INTECH en Maastricht, Países Bajos.

¿Qué opina sobre el impulso del gobierno para promover la agricultura urbana y la Misión Conuco?

Son trucos de mercadeo político para vender esas ideas a gente que no conoce cómo funciona la economía. Son planteamientos absurdos e ilusorios. La producción agrícola requiere de capital e inversión y nadie quiere arriesgarse en un país donde al día siguiente podría ser expropiado.

Recordemos que son numerosas las demandas contra Venezuela en el Ciadi (Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones del Banco Mundial): en esa instancia cursan demandas de empresas petroleras y de las operadoras que prestaban servicio en el Lago de Maracaibo y las cuales fueron expropiadas. No se resolvió nada con esas expropiaciones sino que empeoró la situación, fue solo la embriaguez política, el capricho y una visión ideológica de la economía según la cual solo el Estado puede impulsar la economía.

¿Qué opina sobre las críticas del exministro de Planificación, Jorge Giordani, en contra del gobierno de Maduro y sus políticas económicas?

Giordani ha dicho que estamos en esta crisis porque no se hizo lo que él dijo y la verdad es que estamos en esta crisis porque sí se hizo lo que él dijo. Desde la época de Giordani, precisamente, lo que domina en el Estado es la idea de que solo el Estado es quien puede echar adelante la economía venezolana. Y allí en el gobierno siguen todavía con esa idea en la cabeza. Y, además, los dirigentes que se han robado todo el dinero público se han dedicado a montar empresas capitalistas y no precisamente socialistas.

El gobierno ha dicho que combatirá el rentismo petrolero a través de la explotación del Arco Minero, ¿ello es factible?

Qué importa que la renta provenga del petróleo o de la minería. La minería es también un sector absolutamente rentista y el peligro presente allí es que se acabará con el ecosistema donde se localiza el Arco Minero. Es un crimen contra la ecología y es necesario también pensar en el futuro de la sociedad venezolana. El peor negocio que puede hacer el gobierno es la explotación del Arco Minero.

“VENEZUELA NO ES UN PAÍS RICO”

¿Qué piensa sobre la añoranza que tiene ahora el venezolano por la IV República?

En el imaginario venezolano hay una cosa muy lamentable y es pensar que Venezuela es un país rico. Venezuela no es un país rico; lo sería si pone a producir a su capital humano. No es rico porque tenga yacimientos petroleros y minerales. Esto es algo que viene del Siglo XIX y es una idea que sigue prevaleciendo. Todos pensamos que nos toca una parte de la renta petrolera y es por ello que hoy se añora cuando parte de esa renta llegaba a cada venezolano sin mucho esfuerzo. Son los tiempos del “ta’ barato, dame dos” y “vamos pa’ Miami”.

Creo que la sociedad debe asumir un compromiso y esfuerzo para hacerse productiva y para que de esa manera logre el nivel de vida que hoy añora. Pero, esto no va a suceder sin esfuerzo ni capacidades para insertarse en la economía. Hay que recordar que la pobreza es el resultado de no tener capacidades para progresar uno mismo.

¿El paquete de medidas económicas de CAP se quedó como “niño de pecho” ante las decisiones que ha tomado el presidente Maduro?

El programa de ajustes económicos de CAP fue menos severo en relación a los ajustes a los cuales nos ha sometido Maduro. Y así ha sido por la absoluta incapacidad y por la rapacería contra los dineros públicos. No tuvimos necesidad de haber vivido un programa de ajustes como el de hoy. Por ende, se queda pálido el programa de CAP frente al de Maduro. Pero, hay una gran diferencia: el de CAP daba paso a una fase de reformas estructurales y el de Maduro no da paso a nada sino a hundirnos cada vez más.

¿Por qué la banca se ha enriquecido de forma exorbitante durante los últimos 17 años?

Lo que ha pasado es que mientras más se ha incrementado la masa monetaria, y la cual ha sido una política errada del gobierno, más se han enriquecen los intermediadores. Eso ha sido una burbuja que puede explotar de un momento a otro y lleve a la quiebra a varios bancos. Si en este momento se produjese una crisis bancaria la inflación no sería 1.000% sino mucho más y sufrirían más los pobres.

¿Es fundamental la liberación de los presos políticos para la reconciliación?

Es indispensable el cambio no solo de gobierno sino de régimen. Con Diosdado, Maduro y Cilia Flores no es posible alcanzar la reconciliación. La reconciliación a la cual nos referimos tiene que ser trabajada y alcanzada por la sociedad venezolana. Tampoco esa reconciliación puede ir acompañada de impunidad porque no duraría. La impunidad es enemiga absoluta de la reconciliación. Hay mucha gente que ha cometido crímenes y delitos que debe ir a una justicia no vengativa pero sí donde se le penalice.

«no creo en esa movilización para fechas y horas específicas sino en la movilización permanente»

“HOY LAS CAUSAS SON PEORES QUE EN 1989”

¿Qué opina de las zonas de paz en zonas urbanas de las ciudades?

Las zonas de paz han promovido más la delincuencia y la violencia porque les ha dado libertad a grupos armados para ejercer control social. ¿Quiénes controlan las megabandas que operan en Aragua?, ¿quiénes dirigen los secuestros exprés en Caracas? Todo esto está ligado al tráfico de drogas, al delito en el cual ha caído la sociedad venezolana.

¿Hay condiciones para otro estallido social como el Caracazo de 1989?

Para que ocurra un estallido social no solo debe haber hambre sino también medios de comunicación libres. Asimismo, está el tema de la represión: la gente que está indignada tiene temor de que los colectivos ataquen en caso de manifestaciones tal y como ocurrieron en 1989. Hoy las causas son peores que las habidas en 1989, pero existe un conjunto de medidas con diseño cubano que se implementaron en Venezuela para evitar que suceda otro Caracazo.

“La crisis venezolana no nació con Chávez»


El país quiere paz y una economía productiva

“La Venezuela que queremos todos es una iniciativa que surgió a comienzos del 2009 luego de reuniones sostenidas durante los días miércoles en Caracas donde participaron analistas de opinión y encuestadores”, explica Werner Corrales. “En dichos encuentros todos coincidieron que había demasiado enfrentamiento y polarización. Surgió, por ende, la propuesta de construir un proyecto de país que fuese compartido por la mayoría de la población. A lo largo de la historia esta clase de propuestas han sido presentadas por las élites y han logrado convencer a la gente”, agrega.

“Nosotros planteamos la necesidad de construir una visión de país que surgiera desde las bases. Nos agrupamos seis organizaciones de la sociedad civil y durante tres años realizamos talleres dirigidos a 6.300 líderes comunitarios que presentaron ideas sobre la Venezuela que desean. De estos encuentros nació un conjunto de consensos que involucra la realización de tareas fundamentales para alcanzar la reconciliación entre los venezolanos. Siempre intentamos que participara gente afecta al oficialismo y la oposición: 38 % era chavista y 68 % de la oposición”.

Indica que los consensos acordados en estos encuentros son la paz, reducción de la pobreza, alcanzar una economía productiva que garantice empleo estable, un Estado al servicio de la ciudadanía, preservación del hábitat, fortalecimiento de la educación como palanca del progreso social y reducción del rentismo petrolero.