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Primera en el ranking, siempre

O.E.

Por honestos le declaran la guerra a los daneses, porque a la honestidad hay que combatirla donde quiera que se encuentres


O.E.

Transparencia Internacional acaba de publicar su acostumbrado Ránking Universal. Al conocer la información el camarado Diosdedo, con su arrojo característico —guapo, porque está apoyao, día y noche, laborables, fines de semana, incluidas fiestas de guardar por 200 espalderos cubanos, los colectivos de la “paz” (de los sepulcros), la GNB, la FANB, CICPC, el SEBIN, el SEBÓN, el TSJ, incluidos los 2.933 jueces de la republiqueta bolivariana, por los dos bunkers de la familia construidos en Fuerte Tiuna con el sudor de la partida no tan secreta, a prueba de tiros, balas de salva, cañón, pedradas, bombas atómicas y de agua, de Kalashnikovs, de insultos y mentadas, un bunker pa´ la legal, otro pa´ la reglamentaria— al conocer la información, decíamos, le zampó un barrigazo dando a su mesa de “trabajo” con toda la fuerza que le permite su atlético panzón:

—¡Hay algo podrido en Dinamarca!— exclamó.

Su consejero en asuntos internacionales, Boy Charleston, convocado de emergencia para presenciar el nuevo e histórico, arresto de valentía, propio de un hijo de un Chávez, Fidel, Mao Tse Tung y un mismísimo Putin, no pudo contener el comentario:

— ¿Algo podrido en Dinamarca? ¡Caramba, ahora mi aconsejado, además de tabaco en la vejiga, es tenedor de cultura, incluidas citas célebres de Chaquespier! ¡Púyalo, mi capitán, que Chávez vive y el guiso sigue!

Pero el grande hombre —pese a que el camarado Narcolás lo llama El Enano, no precisamente por cariño— tiene pequeñeces muy pequeñas:

— ¿Chaquespier? ¡Yo no conozco a ese pescao! ¿Será el nuevo tercera base del Magallanes?

Pronto se aclaró todo. El arrecherón del camarado Diosdedos con Dinamarca no era por cuestiones literarias, sino porque el país en cuestión aparece como el más pulcro del mencionado ránking, en el manejo de los recursos públicos y los malos ejemplos hay que aniquilarlos.

— ¿Y ahora qué hacemos?— se preguntaron y respondieron, al unísono, consejero y aconsejado — ¡Invadamos Dinamarca!— y sus poderosos tanques de guerra pusieron proa hacia hacia el estado Lara, porque ya lo tiene dicho el camarado Narcolás: “Barquisimeto, capital “Kopennalga”.