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Demos el empujón que falta

Cuba, Venezuela,

Liberación Nacional y No-Reelección (205)

Aprovechemos que los vientos soplan a nuestro favor, para salir de Maduro y su narco-tiranía, servil a Cuba


Jesús Antonio Petit Da Costa A8

La situación internacional ha cambiado radicalmente contra Maduro y su narco-tiranía comunista, servil a Cuba. Ya no cuenta con UNASUR, ese parapeto inventado por el Foro de Sao Paulo (Internacional Narco-Comunista de América). El socio de fechorías, su impresentable paisano colombiano Daniel Samper, deja el cargo, mientras cambia la correlación de fuerzas en el seno de la organización. El Brasil de Temer, la Argentina de Macri, el Perú de PPK, el Paraguay de Cartes, lo condenan. El Chile de Bachelet y el Uruguay de Tabaré Vásquez, a pesar de ser socialistas se mantienen distantes ante la presión de sus respectivos congresos que han sido categóricos. Está próxima la pérdida del apoyo de Ecuador porque Correa se va y posiblemente gane el opositor Lasso. Le quedan Evo de Bolivia, con sus horas contadas porque el plebiscito le prohíbe reelegirse; Guyana y Surinam, obligados a pagarles la entrega del Esequibo, y Santos, atado por su pacto con las FARC. No olvidemos que Maduro es un colombiano de las FARC, puesto aquí por Cuba para poder crear la Gran Colombia comunista cuando Timochenko sea presidente en Bogotá. Por ello Santos se ha convertido en un obstáculo para salir de Maduro y establecer la democracia en Venezuela. ¿Qué hacer con él? Valernos de la advertencia de PPK: si Maduro no sale pronto, habrá una emigración masiva de venezolanos hacia los países vecinos. Y el más vecino es Colombia. Entonces organizar la emigración de millones por todas las fronteras, desde el Zulia hasta el Amazonas, lo que provocará que Santos deba escoger: entre apoyar la salida del colombiano Maduro o la invasión de su país por millones de emigrantes venezolanos.

Tampoco cuenta Maduro con Estados Unidos. Se fue Obama, un carajete que condenó al hambre al pueblo venezolano obligándonos a seguir sosteniendo a Cuba para aparentar el éxito de su pacto con Raúl Castro. Evitó así la emigración masiva de cubanos a Estados Unidos al precio de la miseria de los venezolanos, que estamos más lejos. La elección de Trump y de mayoría republicana en el Congreso cambia el panorama. Lo prueba la resolución del Senado de los Estados Unidos que condena a la narco-tiranía de Maduro, títere de CUBA, y exige la aplicación de la Carta Democrática.

Removidos los obstáculos UNASUR-ESTADOS UNIDOS queda por definirse únicamente el Vaticano. Bastaría con que se retire definitivamente de la mediación, porque nada la justifica, dando así apoyo tácito, si no lo hace directo, a la aplicación de la Carta Democrática. Esto sería determinante, con lo cual el Papa recuperaría parte del prestigio perdido. Los jerarcas de la narco-tiranía lo saben. Y por eso tratan de evitarlo, valiéndose de esa misteriosa puerta abierta que tienen los hermanitos Rodríguez en el Vaticano, siendo comunistas. Entran allí como Pedro por su casa, precisamente en la casa de Pedro. La última ha sido la Delcy esta semana, quien no pudo guardar el secreto. Algún día sabremos cuál es el extraño vínculo de estos sujetos con el Secretario de Estado del Vaticano. A estas alturas, o el Papa interpreta correctamente el cambio de correlación de fuerzas en la situación internacional o pierde el poco prestigio que le queda.

Para evitar lo que se le viene encima Maduro intentará montar urgentemente la farsa de las elecciones regionales con la sola participación de infiltrados y colaboracionistas, cuyos partidos serán los únicos reconocidos. Debemos frustrar este intento agónico aprovechando la oportunidad de dar el empujón que falta para la caída de la narcotiranía. Ya lo ha entendido María Corina negándose a la comparsa. Faltan los otros dos de LA SALIDA. De todos modos, con o sin ellos los independientes, con GANA, forzaremos el empujón para activar la Operación Larrazábal II.


@petitdacosta