, ,

Felipe Pérez Martí: Cazadores de renta hacen su agosto

Felipe Pérez Martí: Cazadores de renta hacen su agosto

“La corrupción pública y privada, el centralismo territorial e institucional, el militarismo y el populismo rentista, se exacerbaron con Chávez y Maduro”, asegura el economista


Enrique Meléndez

El economista Felipe Pérez Martí, exministro de planificación de Hugo Chávez y creador del control cambiario impuesto en 2003, duda que el nuevo Dicom, nuevo sistema de adquisición de divisas anunciado por el Gobierno tenga algún éxito. A su juicio, y contrariamente a lo que han anunciado las autoridades del Banco Central de Venezuela, no se tratará de un régimen de subasta clásico sino de un régimen de tipo de cambio fijado, con depreciación continua y discrecional, que no prodrán mantener.

¿Se puede considerar que el nuevo Dicom constituye una propuesta innovadora?

— No, no es innovadora. De hecho, cuando yo estuve en el Ministerio de Planificación en 2002, implementé una cosa parecida; un sistema novedoso. Lo mío fue muy exitoso, pero esto no va a tener éxito. Las subastas se harán en forma electrónica, y las divisas se entregarán a los mejores postores.

¿Eso constituye un sistema racional de asignación de divisas?

— Sí, pudiera interpretarse como racional. Pero el problema es que hay una falla estructural, que es el tema de un precio prefijado. Sin tener en cuenta que hay un racionamiento de divisas. Si tú diseñas esto, como yo lo hice en el 2002, estimando el precio del mercado al nivel de oferta que vas a dar y el nivel de demanda que tiene la economía, eso puede ser un precio de equilibrio para esas bandas que han fijado. Pero el racionamiento que están haciendo de divisas, dado que a la tasa Dipro a Bs 10 se va a llevar la mayor parte de lo disponible para importaciones del Gobierno, hará que el precio de equilibrio para esa oferta sea mucho más alto que el que estiman las nuevas bandas entre Bs. 1.800 y 2.000. Entonces, como el precio va a ser más bajo que el de equilibrio, va a haber mucha demanda y en la práctica va a ser un régimen mucho más racionado, tal como ha sido el del Dicom viejo. De modo que este es un viejo Dicom pero más devaluado. No va a ser un régimen de subasta clásico, sino que va a ser un régimen de tipo de cambio fijado, con depreciación continua y discrecional que no van a poder mantener, y, por lo tanto, van a tener que racionar. No se va a unificar el tipo de cambio oficial con el del mercado libre. Para nada. Los primeros que lleguen se llevan la torta y ellos después con eso van a poder transar en el mercado libre, porque el mercado paralelo va a seguir. No va a ser un régimen de mercado.

Según el oficialismo este nuevo sistema evitará la discrecionalidad en el manejo de las divisas.¿Qué piensa usted?

— No es cierto. Porque ahí van a estar los cazadores de renta esperando la oportunidad de hacerse con las divisas. Seguro que le van a buscar la vuelta. Si es un mecanismo electrónico, los corruptos encontrarán una forma de salirse con la suya, como acostumbran hacerlo. Como hay unas tremendas oportunidades de arbitraje es lógico que surja la corrupción. Los cazadores de renta son muy hábiles, y están en el Gobierno mismo, en contacto con quienes diseñan el sistema. No creo que eviten la discrecionalidad incluso si se lo proponen, teniendo presente que los incentivos son muy perversos.

“La propuesta de la Constituyente no es sino un alardeo falso, que no lo apoyan ni siquiera los consejos comunales”

¿Usted cree que por esta vía se garantizará la transparencia en el funcionamiento del sistema?

— No, porque si tú tienes unas oportunidades de arbitrajes tan grandes, entonces no vas a lograr transparencia. Los corruptos se van a meter ahí y a los corruptos no les gusta la transparencia.

Pero ellos dicen que se van a hacer monitoreos electrónicos y se va a decir los nombres de las personas a quienes se les otorgaron las divisas

— Bueno, la cuestión de los nombres es muy relativa porque, como te vengo diciendo, se trata de un mecanismo, al que se le puede dar la vuelta. El tema de los testaferros implica que tú puedes presentar mil nombres y se trata de una sola persona, a propósito de la existencia de empresas de maletín, etcétera. De manera que la revelación de los nombres no elimina eso, como sí lo resolvería el ir a la raíz del problema. Si tú tienes un régimen bien diseñado, ni siquiera tienes que plantear los nombres porque, por ejemplo, cuando vas al mercado de Chacao o de Quinta Crespo para que funcione no tienes que divulgar los nombres de quien vende y quien compra. Se sabe que ahí no va a haber corrupción porque los intereses son contrapuestos y la competencia elimina las posibilidades de renta y de corrupción. El problema es el sistema administrado. Es falso que va a eliminar la corrupción, y va a implicar transparencia. Que no sigan metiendo mentiras. ¡Por favor! No nos comamos esa coba y mucho menos proveniente de farsantes como Serrano Mancilla, que no se trata sino de un apologeta del sistema caza-renta corrupto.

A propósito de Serrano Mancilla, ¿qué piensa usted de que el Gobierno prefiera ser asesorado por un economista español, que no conoce la realidad venezolana?

— El sí conoce la realidad venezolana en cierto sentido. Pero es un mercenario de la economía, para facilitar que los cazadores de renta sigan haciendo su agosto aquí. Hasta ahora se oponía al ajuste cambiario. Ahora viene con este nuevo cuento. Sin admitir que se había equivocado hasta este momento, cuando dice que tiene la razón e imponiendo un esquema que va en la dirección correcta, pero que significa muy poco, está mal diseñado y lo plantea muy tarde. Va a ser un nuevo fracaso para Maduro, y un nuevo fracaso para Serrano. En todo caso, Maduro va a salir del Gobierno este año, y eso no lo va a salvar. La solución aquí no es tanto económica, sino política. Debe venir un cambio de régimen global.

¿Usted cree que habrá agentes económicos que se sentirán estimulados para colocar sus divisas en ese mercado?

— No lo creo para nada. Porque habiendo un mercado paralelo, ahí ganan mucho más dinero que en éste. Ese es como el viejo Dicom donde no ofrecía prácticamente nadie del sector privado. Lo mismo va a pasar aquí.

¿Es semejante este sistema al que emplea el Banco Central Europeo, como alega el propio Serrano Mancilla?

— Es que una cosa es el sistema en sí y otra cosa es que tú la desligues de la realidad. Primero contemplas dos tipos de cambio: Dipro y Dicom. Y segundo, en el Dicom tienes unas bandas que reflejan el precio de equilibrio dada la oferta y la demanda. De manera que constituye un régimen totalmente distinto. Ahí el tipo de cambio lo fija el mercado, en cambio aquí no. Aquí estamos ante un tipo de cambio fijado que no puedes mantener. Por lo tanto es un control de cambios, que ha dado grandes oportunidades de arbitraje y no tiene nada que ver con el mercado.

¿Está llamado este sistema a evitar la especulación cambiaria?

— No, para nada, pues mientras exista el Dipro y el mercado negro, esto no va a evitar la especulación rentística corrupta.

Se dice que el Dipro se lo reparten las mafias.¿Qué hay de cierto?

— Los cazadores de renta hacen su agosto con este tipo de régimen. De hecho, está diseñado para ellos y ¡por ellos! Ahora, esta tremenda crisis económica y social, que nosotros estamos padeciendo hay que aprovecharla de alguna manera para corregir el tema del rentismo de una vez por todas. En cuanto caiga Maduro —que te repito cae este año segurísimo— el problema continuará porque así tú metieras presos a todos los corruptos van a venir nuevos corruptos. De nada vale espantar a unos zamuros y dejar la carne, porque enseguida van a venir otros zamuros. El problema hay que solucionarlo por diseño institucional y un Fondo Petrolero como el de Noruega, con su fondo de pensiones que produce una cantidad de ventajas, que te permiten curar los tres síntomas de la distorsión: la enfermedad holandesa, la inestabilidad macroeconómica y todo lo relacionado con el cazarentismo. Es decir, la corrupción pública y privada, falta de democracia, el centralismo territorial e institucional, el militarismo, así como el populismo rentista. En efecto, esos son vicios que provienen de la República civil, pero se exacerbaron con Chávez y Maduro. Sin embargo, el tremendo quiebre ocurrió cuando los precios petroleros cayeron y el modelo rentista se desbordó por completo. Entonces quedó clarísimo que ese es el verdadero problema.

“Maduro es un lastre contra el propio chavismo”

¿En qué se basa usted para decir que este año sí cae Nicolás Maduro?

— Durante el paro petrolero de 2002-2003 se levantó el país y Chávez terminó ganando. Se trataba de una guerra de desgaste, como ahora. Pero la peor parte la llevó el sector privado, porque la situación económica los perjudicaba a ellos, a medida que la guerra continuaba y Chávez iba ganando. Chávez fue ganando la fuerza armada, fue ganando la industria petrolera. Pero en este caso se han invertido los papeles, pues ahora el que se va desgastando es el Gobierno. Primero, porque la economía está muy mal y prácticamente las empresas y los trabajadores no tienen nada que perder con una lucha política, que ellos piensan que van a ganar. La gente está entre la espada y la pared. Es un tigre arrinconado que está luchando por su vida. Antes se luchaba por quitar a Chávez. Ahora se lucha por la vida de la gente: los salarios, las empresas quebrando. Atravesamos por una situación de vida o muere. Así que la gente se ha activado, el pueblo se ha activado. Básicamente, los factores que entran en juego aquí son cuatro: uno, la intención de voto. Maduro perdió 7% en dos meses. Perdió, además, la calle. A las marchitas que ellos convocan no va sino gente obligada, sin ningún ánimo, sin ningún entusiasmo. En cambio, tú observas del lado de la oposición que hay una permanencia, una persistencia en el sostenimiento de la lucha. Llevamos 50 días, y esto no amaina a pesar de los muertos, sino que crece, como en Los Andes, Maracaibo, Barinas, Los Llanos, Occidente, Oriente, Sur. Esto es una cosa que no tiene final, sino no sale Maduro. Pero, asimismo, está la Fuerza Armada, que no toda apoya a Maduro, pues el 80% está en contra de él. De manera que lo que le queda es una cúpula militar corrupta, que está dando sus últimos estertores. Si a todo esto sumas las condiciones internacionales, están dadas todas las condiciones para que Maduro caiga. Va a llegar un momento en que no va a aguantar más. La postura de la Fiscal Ortega Díaz constituye una prueba de ello, seguido de cierto sector del chavismo, que el pasado miércoles se manifestó contra el Gobierno. Por supuesto, hizo su salvedad frente a la oposición, a la cual también expresó su rechazo. Aunque lo importante es que se decantaron frente al Gobierno. La propuesta de la Constituyente no es sino un alardeo falso, que no lo apoyan ni siquiera los consejos comunales. Maduro es un lastre contra el propio chavismo. Maduro es un lastre contra el país y la gente, que no es tonta, se ha dado cuenta de ello.


Economía de libre mercado

Usted viene trabajando desde hace algún tiempo en la idea de una Constituyente. Ahora, cuando el Gobierno la propone, ¿por qué no participa?

— Porque se trata de una Constituyente chimba, que no tiene ninguna intención verdadera. La única intención es ganar tiempo, para permanecer en el poder, y no le va a servir. Lo que hay que hacer aquí es una Constituyente verdadera, que es la que nosotros seguimos proponiendo, e impulsando, y que tiene básicamente dos etapas: la primera es empoderamiento de la ciudadanía y eso lo estamos haciendo un grupo de personas mediante asambleas populares, que es lo que se conoce en economía como el derecho del soberano. La otra etapa es el cambio de Constitución, una vez que Maduro caiga, donde se elimine la reelección indefinida, el presidencialismo, que le dé rango constitucional a la solución del rentismo con un fondo tipo Noruega, de manera que marchemos de una economía rentística a una economía de libre mercado, con un Estado regulador, y donde se le brinde oportunidades a todos los ciudadanos, en particular a los más vulnerables.