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Julián Rivas: La crisis de la representación

Las burguesías no le reservan a Venezuela ningún futuro democrático


Julián Rivas

La grave crisis política que vive América Latina es parte de la crisis de la representación que se manifiesta a nivel global. Vean lo que ocurre en Francia: una vez más la burguesía maniobra para tener un presidente propio. Se impuso un hombre los Rothschild. Desde supuestas posiciones “progresistas” este joven Macron que acaba de ganar la presidencia parisina, en efecto hace gala de lo que es la audacia de la burguesía. Así pasarán quinquenios, décadas, siglos, pero llegará el día anunciado por Leon Trotsky, cuando los pueblo terminen jubilando a las burguesías.

Calma. Es tarea de la humanidad, ojalá que con estos avances científicos estimado lector usted goce de la eterna juventud. O de la oportuna longevidad para que lo vea. Por ahora se mantiene en la palestra el político sin memoria. Veo a Rafael Simón Jiménez declarando. ¿Qué de nuevo puede decir? Nada. ¿Sobre Luis Miquilena? No creo que diga la verdad.

Leo también en la reciente edición de este medio impreso una entrevista a la señora Marcela Máspero, supuesta sindicalista que preside una unión de sindicatos. “Carajo, la señora aterrizó en Voluntad Popular! ¿Pero acaso no era esta la señora que una vez se declaró chavista, después de un pasado copeyano? ¡Qué salto de cabra tan espectacular!

El partido Voluntad Popular es un invento de las agencias de inteligencia del norte, inscrito en la Internacional Socialista para lavarle la cara y presentarlo como socialdemócrata. Bueno, se ven vainas. Pero sorprende esta señora Máspero. Con razón despachaba como sindicalista oficialista, falsa roja, en un hotel cinco estrellas de los lados de Sabana Grande. Bueno, animal del monte coge pal monte.

Veo en televisión a Luis Vicente León. Poco dice. Nunca explica nada. Uno no sabe si es el tonito de voz o una interpretación liberal torcida. Mire mi amigo, si usted quiere leer un liberal serio, lea a John Ralston Saul, quien advierte que la representación usurpa atribuciones de quien él llama individuo ciudadano. El que llena el vacío históricamente puede ser un Dios, un monarca o los grupos. Para los derechistas absolutamente entregados a las burguesías globales los grupos resguardan los intereses de las corporaciones. Eso ocurre en estados Unidos y Europa. La MUD no es ajena a esta filosofía. Saúl obviamente no cree en la democracia popular, directa, pero tampoco defiende los intereses de Coca Cola, o de la banca anglosionista, como si es la idea de Capriles, Luis Vicente León o José Guerra, supuestos demócratas.

Sigamos. La crisis de la representación toca con fuerza a Brasil, a Argentina, a Colombia, y a Perú.  Y tengo la impresión de que los problemas políticos que se observan hoy en Venezuela tienen su fuente en la crisis de la representación. Lo que es pertinente advertir es que las burguesías no le reservan a Venezuela ningún futuro democrático. Solamente tienen en mente el autoritarismo, liberal o en su versión extrema, el fascismo.

Un amigo nos lo advirtió esta semana. Ha viajado por el mundo. Reside en Barinas, y justamente el domingo escribió: “Hoy saliendo de Caracas  me pasó algo de terror. Nunca pensé ver esto en Venezuela. Una marcha de puros jóvenes ricos, uniformados, cantaban y gritaban canciones falangistas, con paradas militar. El neofacismo en carne viva. ¿Pero qué hemos hecho para merecer esta mierda? O salimos a parar esto en calle con iniciativas políticas o esto se lo llevan los diablos colombianos”.

Sí, en efecto, esto es algo que no menciona la prensa burguesa local. La red global de la ultraderecha tampoco. Hay un proceso de desestabilización que recurre al ritornelo liberal. Pero téngalo por seguro, nos espera un farallón fascistoide si estos grupos llegan a gobierno. Ocurrió en Ucrania. Ahora de manera ridícula en un país de negros, que es lo que somos, una minoría nos reserva un proyecto aristocrático y de entrega de la soberanía nacional a la OTAN. El cantillo está escondido.

Por lo pronto el ataque es artero contra la institución militar venezolana. Lo que por un tiempo se consideró el aparato de defensa de los intereses de la burguesía en América Latina, ante la crisis de la representación y el consecuente sometimiento a Washington, el experimento militar no controlado por los gringos empieza a molestar.

Muestra de ello es el concepto y la filosofía militar bolivariana, que en el fondo es lo que molesta a Washington y a sus servidores en Venezuela, como la MUD y la prensa burguesa. Les recuerdo algo de lo que dijo Ramon Guillermo Aveledo, en noviembre de 2015, cuando era jefe de la MUD, según reporta Sputnik: “Para Aveledo, el armamento que debe tener Caracas es el que requiere para sus necesidades, para cuidar las fronteras, ‘que son extensas (…), del narcotráfico, del contrabando, de los grupos irregulares que secuestran y extorsionan en territorio venezolano (…) la minería ilegal, eso requiere un tipo de armamento, un tipo de equipamiento propio de esas amenazas’. Eso no son aviones de alta velocidad, o baterías antiaéreas que parten de supuestos de conflicto, de guerra convencional, que no son los supuestos que Venezuela necesita’, recalcó”. Fin de la cita.

Pero es que no deja de ser curioso. Se arma la protesta, y puede llevar meses en este culebrón. Se pretende cambiar todo para que la burguesía rancia termine gobernando. Para que Cisneros sienta que hay un gobierno como el de Macri, caramba. Curioso todo. A la vez, rectores de universidades, presidentes de gremios y colegios profesionales, llevan quinquenios, décadas, no hacen elecciones, pero por estos días piden elecciones generales. Menos las de ellos.

Repito: creo en la democracia directa, en el poder de las masas populares. No creo en disturbios de burguesitos, la oligarquía colombiana y el anglosionismo. Pobre del pobre que se deje engañar. Creo en la rebelión de las muchedumbres para emancipar a los hombres y mujeres, por una nueva democracia popular. Ahí si me anoto.

LA OPOSICION QUIERE HAMBREAR A CARACAS

Qué broma con Henry Falcón. Él cree que es de la burguesía, y en Lara se promueve disturbios para que la comida no llegue a Caracas. Amigo lector, si no lo sabe, sépalo: Hambrear Caracas y las grandes ciudades, eso busca la oposición. En Mendoza Fría, Trujillo, los campesinos despejaron la vía a punta de machete. La policía detuvo al hermano de un diputado trujillano de apellido Pérez. Pobrecito Falcón, tenía razón el coronel López Cordero, es un perverso. Pero Falcón no tiene memoria. Todo se lo debe a Chávez.

Pero estos disturbios reaccionarios enseñan. Debe evaluarse un proyecto nacional que rescate de los archivos la vieja propuesta de autopista La Guaira-Puerto Cabello, a orillas del mar, con el menor impacto ambiental por supuesto. Igual hay que apurar una red vial alterna a Barquisimeto, que a la vez sería un nuevo eje de desarrollo. Partiría desde Yumare en Yaracuy, y siguiendo el curso del río Tocuyo en línea recta, exactamente hasta el punto más cercano al puente sobre el Lago de Maracaibo. Habría desarrollo y espacio para incorporar pueblos y agricultura. Esa vía debe tener un canal secundario que la empalme con Carora, para que continúe hacia Los Andes.

LA POLÍTICA MAMARRACHA Y DERECHISTA

Mamarracho alude a lo ridículo, desacertado y desconcertante. Así luce lo que llaman política en Venezuela, compadre. Es una enfermedad mundial. Una pandemia. La política en América Latina sigue estando en manos de aventureros. En Venezuela la politiquería es camino de tránsito al cambio social, o la movilidad social. Al nuevorriquismo. El pueblo sufre y espera, por la revolución autentica y emancipatoria.

Pero es curioso, uno ve que el partido Copei, viejo partido de torturadores, vale poco pero conspira mucho. Es más, ese partidillo recuerda al Partido Legalista de Venezuela, supuesto rescoldo del viejo partido liberal de Joaquín Crespo, quien murió en 1898 en la Mata Carmelera, en Cojedes, y con ello históricamente se cerró el ciclo del liberalismo amarrillo.

Francisco P. Pedroza, secretario general del Partido Legalista, residía en una vieja casona de Caño Amarillo. De muchacho, uno pasaba por ahí y veía ese extraño símbolo en la puerta de la casona que además era residencia de Pedroza.

Algo de esto es hoy Copei, partido fantasmal, archipiélago de grupos, dirigido por un sujeto minado por los años, Enrique Mendoza. Increíble.

Ah, tampoco creo en la Fiscal, así la vistan de monja. Mucho cuento he escuchado en los llanos en los últimos diez años. Esto es herencia del miquilenismo. Qué pena. ¡Viva el pueblo!