,

Luis Oliveros: La impunidad es el escudo de la “boliburguesía”

Luis Oliveros, economista: “La casta boliburguesa es un cáncer que creció de la mano del gobierno, valiéndose de corrupción para aumentar su participación en el rentismo”.

Por Enrique Meléndez

El economista Luis Oliveros afirma que lo que llama la atención de este gobierno es la falta de liderazgo por parte de Maduro para tomar las decisiones en materia económica. “Al parecer su miedo a equivocarse es muy grande y su afán por tener a todos los grupos dentro del gobierno hace que no decida, generando una tardanza que perjudica enormemente la ya golpeada economía del país”, dice el también catedrático de la Universidad Central de Venezuela y la Universidad Metropolitana.

¿Que opinión le merece el regreso de las casas de bolsa a la actividad financiera, luego de haber sido execradas durante el gobierno de Chávez?

— El regreso de las casas de bolsa claro que es positivo, pero el daño que se le hizo al mercado de capitales y al país está hecho y costará mucho revertirlo. Parte de los problemas que estamos viviendo hoy en el mercado cambiario y de alta inflación se deben al odio y la escasa comprensión de la economía que tuvo, y tiene, el ministro Giordani, del cual aún seguimos esperando por la lista de las empresas de maletín, y que lo llevaron en mayo del 2010 a destruir el mercado de capitales venezolano.

Hasta esa fecha tuvimos en Venezuela un régimen cambiario con tipo de dual, donde había una tasa oficial y una tasa permuta con la cual todos podíamos adquirir divisas, además ese precio se movía por la oferta y demanda de divisas. Giordani se inventó un complot y destruyó las casas de bolsa, metió presa a mucha gente inocente, destruyó empresas muy serias y respetadas como Econoinvest, sometió al escarnio público a sus accionistas, mandó al desempleo a miles de trabajadores de casas de bolsa y sociedades de corretaje y generó todo un problema cambiario para el país y financiero para Pdvsa. Pdvsa era la principal beneficiada del mercado permuta, vendía parte de sus divisas en ese mercado lo cual le mejoraba notablemente su flujo de caja y generaba oferta en el mercado de divisas.

Luego de eso, PDVSA se vio obligada a vender sus divisas a tasa de cambio oficial, lo cual rápidamente la hizo una empresa inviable y pasó a depender de los “auxilios financieros” que el BCV le ha mandado, y que la petrolera le ha pagado con “pagarés” o empresas auríferas sin actividad económica. En 2013 el BCV le envió a PDVSA cerca de Bs. 242.854 millardos, lo que significó casi el 140% del aumento total de la base monetaria en ese año. Ese financiamiento monetario ha continuado este año y es lo que nos lleva a pensar que hoy existe la posibilidad que veamos una inflación de tres dígitos en 2014 o en 2015.

¿La reciente autorización para funcionar como operadores e intermediarios en Sicad II las casas de bolsa, será la misma que cuando se vendía el dólar de permuta a través de ellas?

— No, hoy las casas de bolsa que quedan en el mercado no pueden hacer lo mismo que hacían hasta el 2010 en el mercado permuta, porque la nueva ley les prohíbe muchas cosas. Hoy son simples “comisionistas” en el Sicad II. Lo que tal vez estén esperando es la aparición de algún cambio, el resurgir de un nuevo mercado permuta, etcétera, para poder seguir operando y generar ganancias. Hoy el mercado de capitales en Venezuela está muy golpeado y las oportunidades son escasas para no decir nulas. Además hay unas pocas que concentran casi todas las “operaciones” con el gobierno, que son las operaciones más lucrativas. Ciertamente nuestro país nunca ha tenido un gran mercado de capitales, pero desde que apareció el control de cambio, la mayoría de los actores del mercado se volcaron al mercado cambiario. Un país que desee desarrollarse, generar oportunidades para el crecimiento, debe desarrollar su mercado de capitales. Chile y Colombia son ejemplos de eso en la región. A Venezuela aún le falta mucho al respecto. Hoy tenemos un nuevo Superintendente en la Comisión Nacional de Valores, alguien preparado y que sabe del tema, lo cual pudiera ser un primer paso para que las cosas mejoren.

¿El negocio de las casas de cambio ha pasado a ser de la llamada boliburguesía?

— La casta boliburguesa es un cáncer que creció de la mano del gobierno, valiéndose de corrupción para aumentar su participación en el rentismo. Son los propios “rent seeking” elevados a la ene potencia; sin descaro y con mucha ambición se hicieron de ingentes sumas de dinero que los han llevado a comprar no solamente casas de cambio, sino casas de bolsa, bancos, medios de comunicación, etcétera. La impunidad es su escudo. Hacen ver a los famosos ladrones de la cuarta como simples niños de pecho. El control de cambio es su aliado y siguen actuando sin ningún tipo de temor.

¿Usted cree que se impondrá la tesis de Rafael Ramírez, quien ha trascendido que aspira que, una vez realizada la unificación cambiaria, la paridad se ubique en unos 35 bolívares o la tesis de Nelson Merentes de 25 bolívares?

— Lo que llama la atención es la falta de liderazgo por parte de Maduro para tomar las decisiones en materia económica. Al parecer tiene miedo a implementar las medidas y su afán por tener contentos a todos los grupos dentro del gobierno hacen que no decida, generando una tardanza que perjudica, enormemente, la ya golpeada economía del país. Mientras tanto, muchos grupos luchan por ganar poder y por mantener negocios.

Para nadie es un secreto que en el gabinete económico hay dos posturas; por un lado, está el bando del VP Arreaza, los neo-radicales que sobreviven, a pesar de haber perdido a su gurú Giordani. Este grupo no sabe nada de economía, juran que el mercado es malo y que el Estado-gobierno debe seguir creciendo en tamaño y poder, aunque eso signifique escasez, mayor déficit fiscal. Son lo poco que queda del chavismo en el gobierno. Por otra parte, está el ministro Ramírez y quienes tienen una visión un poquito más “liberal” de la situación.

Quieren unificar, pero tienen un problemita: ¿Cómo hacerlo?, y mientras se debaten entre un crawling peg, flotación sucia o con tipo de cambio fijo, ven que el actual nivel de reservas internacionales es insuficiente. Quieren conseguir recursos a como dé lugar -les gusta la idea del FMI- y la negativa de China de renovar los créditos más grandes les resta alternativas. Sin duda estos entienden mejor el problema, se asesoran bien con economistas franceses y venezolanos, pero su historial al frente de Pdvsa no ha sido precisamente bueno.

Yo creo que al final el control de daños los llevará a un régimen dual. No veo la unificación cambiaria completa, por sus efectos inflacionarios, negativos en popularidad y en negocios para los “camaradas”.

¿Qué piensa de la afirmación de Aristóbulo Istúriz, quien dice que hay que acostumbrarse a convivir con el control de cambio y, en ese sentido, admite que se trata de un esquema más político que económico?

— Aristóbulo tuvo su momento de sinceridad y dijo lo que dijo netamente para enviar un mensaje a Ramírez y un “recordatorio” al gobierno. Yo soy de la idea que mientras Maduro sea presidente o el PSUV sea el partido de gobierno tendremos control de cambio para rato. Se debe entender que el principal problema en Venezuela no es el modelo económico: no hay tal modelo, no había capacidad para crear uno; es el modelo político que busca a toda costa mantenerse en el poder el gran problema actual de este país. Ese modelo secuestró y esclavizó las instituciones, controló la economía y generó todo este desastre que hoy tenemos. Pero nada de eso importó porque alcanzó su único objetivo: mantenerse en el poder, primero con Chávez y ahora a Maduro.

Teniendo eso presente, lo siguiente es preguntarse: ¿Este gobierno quiere ceder el poder que le brinda el control de cambio?, los grupos y élites clientelares dentro del gobierno que controlan ese gigantesco negocio ¿van a querer perderlo? Yo estoy convencido que no. Aunque la situación sea desesperada y se torne casi insostenible, el control de cambios representará siempre el caballito de batalla de este modelo político.

Además debemos estar claros que aunque estén dispuestos a desmontar el control de cambio, la presión social, los años electorales que vienen y la incapacidad que tienen para establecer las condiciones mínimas necesarias para acometer tal empresa como generar confianza, credibilidad, oferta de divisas, harán casi imposible lograrlo.

-evantar el control de cambio y liberar la tasa de cambio, y olvidarse un poco de la gradualidad en ese aspecto, sería la mejor noticia para la economía y, al mismo tiempo, eliminaría un antro de corrupción que le causa enormes pérdidas al país.

Ciertamente al inicio se generará inflación y se producirá un “Overshooting” [sobrerreacción] en la tasa de cambio, pero a la par el gobierno deberá implementar una disciplina fiscal y monetaria, corregir el problema inflacionario; poner orden en PDVSA, buscar aumentar la producción petrolera, aumentar el precio de la gasolina para bajar la demanda interna y aumentar las exportaciones, y sincerar PetroCaribe. Con eso se estarían mandando excelentes señales a los agentes económicos y se generaría credibilidad en el mercado de divisas. Pero para eso hace falta mucha voluntad política para emprender las medidas adecuadas, realizar reformas importantes y fortalecer el aspecto institucional, y tenemos que entender que este gobierno eso nunca lo hará.

¿Qué sabe usted de las conversaciones, que se llevan a cabo con el Fondo Monetario Internacional, para un préstamo, según ha trascendido, por 15 mil millones de dólares? ¿Esos serían los recursos que se necesitan para levantar el control de cambio?

— Lo que se sabe son algunas cosas que ha comentado el profesor José Rojas, que sí estuvo reunido con el FMI, además de algunos rumores que han surgido en torno a la frágil situación del mercado de divisas venezolano. No obstante no creo que dentro del PSUV vean con buenos ojos que nuestro país, luego de años de criticar al FMI, salga hoy a pedirles cacao. En estos momentos la operación más importante que está buscando concretar el gobierno es cambiar los plazos de varios pagos que tiene en el corto plazo. En los próximos 4 años Venezuela debe pagar en promedio en cada año más de 12 millardos de dólares. El ministro Ramírez está buscando extender los plazos de esos bonos para suavizar esos pagos, una especie de “swap de deuda”. Y aunque signifique mayor deuda es una buena forma de buscar oxígeno.

Falta transparencia en los fondos chinos

¿A cuánto asciende la deuda con los chinos? ¿Supera la misma el nivel de reservas?

— Se habla que la deuda de los diferentes fondos chinos estaría llegando a un nivel de $25.000 millones, cifra que ciertamente es superior a las reservas internacionales ($21.000 millones). Sin embargo estos compromisos no se pagan con reservas, se pagan vía ventas de petróleo a China. Si los precios se mantienen al nivel actual ($100/b) esas deudas se deberían pagar de manera rápida. Estos convenios no son negativos para el país en el sentido que resultan más baratos en términos de tasa de interés que si saliéramos a endeudarnos en los mercados financieros internacionales. Lo que sí es criticable es la falta de transparencia en el manejo de los Fondos y que Pdvsa sufra en su flujo de caja porque los pagos de los envíos que hacemos a China van primero al Bandes y luego estos le pagan una parte a Pdvsa. Hay evidencia para decir que le cobramos a China ese petróleo a precio de mercado.

Más importante resulta revisar las deudas en moneda extranjera que tiene nuestro país, las cuales pudieran estar rondando los $180-200 millardos a final de año y si le sumas la deuda interna fácilmente se colocarían en 270 millardos, cifra que dependiendo que tasa de cambio usemos, podríamos hablar de un ratio deuda/PIB cercana al 80-100%. Y todo esto en pleno boom petrolero, con un barril a $100/b. Esta es la primera crisis en nuestro país en que los precios del petróleo no cayeron. Todo un nefasto logro por parte del legado de Chávez y de lo hecho por Maduro en año y medio que tiene gobernando.