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Cipriana Ramos: “El ciudadano es el más afectado”

Cipriana Ramos

La dirigente empresarial, Cipriana Ramos, asegura que no hay insumos para la producción de la agroindustria y de la industria manufacturera


Enrique Meléndez

La presidenta de Consecomercio, Cipriana Ramos, afirma que el sector que representa vive con estrés permanente. “Estamos trabajando en función de protegernos para cuando venga una próxima inspección, lo cual no es el deber ser. El deber ser es que tú cumplas con toda la normativa laboral, tributaria, con todas las normas establecidas, pero que puedas trabajar tranquilamente”, explica al dirigente empresarial.

¿Qué balance tiene usted acerca de la situación del sector comercio?

El sector comercial es el reflejo de la importación y de la exportación del país. Nosotros somos una vitrina y constituimos el último eslabón para llevar al consumidor el producto o el bien que requiere. Si en el país no hay suficiente producción nacional, si en el país no hay la importación que permita cubrir la diferencia entre la producción, y lo que requiere el consumidor, nosotros estamos sufriendo esa falla.

Nosotros no somos ni importadores, en la mayoría de los casos ni productores. Son muy pocos los que dentro de la cadena son productores y comerciantes. Algunos son importadores y, a la vez, prestadores de servicio.

¿Es cierto que el inventario de algunos productos tienen los días contados?

En el sector comercio no se puede hablar de inventarios. Nosotros preferimos hablar de rotación de mercancía, que no es lo mismo que tener un inventario. Hace dos años, cuando comenzaron las inspecciones con motivo de la Ley de Precios Justos, los comercios dejaron de tener inventarios, porque no teníamos claro cuándo se consideraba que era acaparamiento y cuándo se consideraba que era inventario, en primer lugar.

[quote_center]“Lo que pasa por las aduanas es inspeccionado cuatro y hasta cinco veces”[/quote_center]

En segundo lugar, los productos que están llegando, sobre todo los de la cesta básica, están rotando en forma permanente. Cuando llega un producto de inmediato se hace la cola para adquirirlo y el comercio no puede guardar absolutamente nada. Además hay fiscales de los organismos públicos, hay consejos comunales, que se mantienen en visita permanente.

Se señala que la actividad portuaria se ha reducido considerablemente. ¿Es grave la situación a ese respecto?

Por eso es la situación que presenta el comercio: el comercio vende lo que se produce, y lo que se importa. Si no estamos importando, no vamos a tener los productos en los anaqueles, y esto lo estamos viendo cuando vamos a una tienda de calzado, a una tienda de ropa, cuando solicitamos un servicio.

Vamos ahora a los aeropuertos y vemos cómo ha disminuido el volumen de la carga. Si el gobierno no está subastando, no está liquidando los dólares que se solicitan, en esa misma proporción bajan las importaciones. Les recordamos que el gobierno vende dólares, como cualquier panadería vende pan o como cualquier negocio vende un producto o un negocio ofrece un servicio. En consecuencia, necesitamos obtener esos dólares para importar.

Hay un sector que necesita importar para poder proveer al comercio de los bienes necesarios.

¿Se dan casos de sobrefacturación entre los comerciantes, a partir de los dólares que se entregan por los mercados cambiarios oficiales?

Nosotros somos el último eslabón de la cadena. Fíjese usted lo siguiente: si aquí hay alguien que no está trayendo lo que le corresponde importar de acuerdo a las divisas que se le otorgan, en las aduanas hay suficientes inspecciones, hay suficientes funcionarios, para que eso no suceda.

Lo que pasa por las aduanas es inspeccionado cuatro y hasta cinco veces. Por lo tanto, no hay lugar a que eso pase. No es posible que por una aduana pueda entrar un producto de baja calidad, cuando tenemos varios funcionarios que inspeccionan. No es posible que por una aduana entre un producto diferente al que se le otorgaron las divisas, cuando hay cuatro y cinco funcionarios que inspeccionan.

[quote_center]“En el comercio no estamos recibiendo suficiente mercancía, porque no se está importando ni se está produciendo”[/quote_center]

¿Eso significa que hay fallas de contraloría y fiscalización en las aduanas?

Si se está diciendo eso es porque, evidentemente, hay fallas. En la aduana hay un funcionario del Seniat, un funcionario de Cadivi, un funcionario de resguardo aduanero, está la Guardia Nacional, está la contraloría sanitaria. Es decir, hay suficientes controles en las aduanas.

¿El comercio vende a precios del dólar del mercado negro o a las tasas oficiales?

El comercio vende al precio que le facturen el producto. El comercio tiene una estructura de costos. El comercio recibe un producto a diez bolívares y de acuerdo a su estructura de costos lo vende a determinado precio. El comercio recibe un producto que ha sido traído a dólar de 6,30, y lo tiene que vender de acuerdo a esa regulación. Además, el comercio en los actuales momentos debe estar recibiendo los productos ya etiquetados con un precio, al que se le denomina precio justo.

¿Los economista ponen en duda la justeza de dicho precio, con respecto a una realidad altamente inflacionaria?

Eso no lo dicen los economistas solamente, eso lo decimos las amas de casa. Nosotras decimos que el precio justo es aquel que resulta justo para nuestros bolsillos, porque un precio no puede ser justo para una persona que gana el salario mínimo con respecto a un alto ejecutivo que gana cien mil bolívares.

El precio justo no va a depender de la ley, como sí del mercado, y el precio justo va a depender de la suficiente oferta de los bienes y los servicios, pues cuando hay suficiente oferta de bienes y servicios vamos a la baja de los precios.

¿Cómo la califica usted las inspecciones, que llevan a cabo los organismos contralores y fiscales del Estado a los diferentes establecimientos comerciales?

Las informaciones que tenemos de nuestros agremiados es que se trata de inspecciones desmesuradas, descontroladas. Llegan a un negocio pequeño y le solicitan treinta o cuarenta requisitos; vemos la propaganda de Cadivea, cuando habla de 13 inspecciones diarias a ciertos servicios. Eso lo que nos conlleva es que trabajemos con un estrés permanente. Estamos trabajando en función de protegernos para cuando venga una próxima inspección, lo cual no es el deber ser. El deber ser es que tú cumplas con toda la normativa laboral, tributaria, con todas las normas establecidas, pero que puedas trabajar tranquilamente.

¿Es cierto que el gobierno raspa la olla con algunos comerciantes, a partir de la imposición de multas arbitrarias o el cobro excesivo de algunos impuestos?

Bueno, hemos visto que hay alcaldías que han aumentado los impuestos, yo diría que en una forma casi impagable. Entendemos que las alcaldías necesitan también sus ingresos para poder cumplir con los ciudadanos, con las comunidades locales. Pero así estamos todos. Lo que sí debe tener presente el gobierno es que el ingreso del Seniat, el ingreso de los impuestos, debe ser directamente proporcional al ingreso del comercio y de la producción. Si hay comercio y producción, ellos por esa vía van a recabar impuestos. Si no hay producción y venta, ellos no van a recabar los impuestos.

El año pasado se aseguraba que el gobierno no había declarado un default financiero, a propósito del pago de los bonos de la deuda externa que estaban pendientes tanto para el 2014, como para el 2015, pero que, no obstante, sí había tenido un default comercial. ¿Qué piensa usted?

Yo no sé si hubo un default comercial; lo que sí sé es que nosotros en el comercio no estamos recibiendo suficiente mercancía, porque no se está importando ni se está produciendo. No se está importando porque algunos de nuestros proveedores tienen deudas con sus clientes en el extranjero, que no las están cancelando. No hay subastas y Simadi no está liquidando.

[quote_right]“El precio justo no va a depender de la ley, como sí del mercado, y el precio justo va a depender de la suficiente oferta de los bienes y los servicios”[/quote_right]

No se está produciendo porque no hay insumos para la producción de la agroindustria y de la industria manufacturera.

Hasta ahora uno de los pocos sectores que crecía en nuestra economía, junto con el sector de telecomunicaciones y el bancario, era el sector comercio. ¿Aún continúa este sector con ese crecimiento sostenido o, por el contrario, ha decrecido?

No tengo a la mano la última encuesta de coyuntura para ver como estamos. Pero nosotros estamos luchando por mantener nuestras santamarías arriba, ya que en el comercio se parte del principio de que al bajar una santamaría luego es muy difícil volverla a subir. Vemos que hay negocios que han tenido que incorporar a su familia en labores de atención al público. El sector comercio también arrastra el tema de la inflación, el tema de la infraestructura, el tema de la inseguridad, de los controles y la falta de inventarios nos lleva muchas veces a tener que bajar la santamaría.

 


Los principales afectados

 ¿En qué situación se encuentra el señor Fray Roa, presidente de la Federación Venezolana de Licoreros?

En este momento yo no sé cuál es la situación del señor Fray. Lo que sí es cierto es que nosotros nos reunimos con las federaciones de licoreros, tratando de entender cuál era la situación que se estaba presentando, y en esa reunión lo que percibimos es que ellos han mantenido constantes reuniones con el gobierno y en esas reuniones ellos han planteado sus necesidades.

El gobierno se hace un flaco favor cuando limita la libertad de expresión, cuando no toma en consideración la propuesta de la 104 reunión de la conferencia de la OIT, que se realizó en Ginebra, Suiza, una vez que el comité de expertos revisó la situación de los venezolanos. Entonces se instó al gobierno a cesar de inmediato todo acto de injerencia, agresión y estigmatización contra Fedecámaras y sus organizaciones afiliadas, así como contra sus dirigentes.

Allí también se insta a establecer sin más demora el diálogo social, a través de una mesa que tenga carácter tripartito. A nuestro juicio, nosotros tenemos que sentarnos, porque el diálogo social es importante, y en el diálogo social tenemos que estar los sindicatos patronales, los sindicatos laborales y los ciudadanos.

A mi modo de ver, el ciudadano en este instante es el más afectado. Al final esto no es sino una especie de falda ancha, debajo de la cual estamos todos los ciudadanos.