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La paz en Colombia ya tiene fecha

Paz en Colombia

El Gobierno de Colombia y las Farc han firmado un acuerdo de paz en La Habana que implica la dejación de armas en un plazo de 60 días


Redacción La Razón

Una guerra que se prolongó durante décadas llegará a su fin en los próximos seis meses con un acuerdo de paz definitivo. El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, y Rodrigo Londoño Echeverri (alias Timochenko), comandante en jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo (FARC-EP), han firmado una jurisdicción especial para poner fin del conflicto bélico esta tarde en La Habana, Cuba.

Las FARC deberán entregar las armas en un plazo de 60 días tras la firma de un eventual acuerdo final de paz entre el Gobierno de Colombia y la guerrilla. Este acuerdo estaría listo en los próximos seis meses gracias a los grandes avances logrados en las negociaciones, según informó el presidente Santos.

La nueva jurisdicción especial para la paz que garantizará la no impunidad para los casos del conflicto armado está basada en el aporte de la verdad plena de caso, la reparación de las víctimas, y garantizar la no repetición.

Después de casi tres años de duras negociaciones entre las partes, bajo la mediación de Cuba y Noruega, y la veeduría de Chile y Venezuela, los diálogos de paz han llegado a acuerdos concretos.

Las sanciones dependerán del grado de responsabilidad admitido por los implicados y el alcance de los acuerdos también abarcará a los no combatientes.

El comandante en jefe de las FARC-EP admitió su deseo de que el acuerdo final permita la transformación en un movimiento político oficial en Colombia y se establezcan las condiciones necesarias para la dejación de las armas.

Las Farc están alzadas en armas desde el año 1964 y durante décadas fueron comandadas por Pedro Antonio Marín Marín, alias Manuel Marulanda o «Tirofijo», quien murió en 2008 a los 77 años. En los 51 años de conflicto han pasado por la Casa de Nariño 12 presidentes.

Según la Unidad de Atención y Reparación Integral a las Víctimas del Conflicto Armado, la cifra de víctimas durante todos estos años asciende a 6,8 millones de personas

Farc
De izquierda a derecha lo que en algún momento fue el Secretariado de las Farc: Timoléon Jiménez, Iván Márquez, Iván Cano (abatido en 2011) y Manuel Marulanda Vélez (muerto en 2008), en una foto tomada en la selva colombiana

Las negociaciones se iniciaron oficialmente el 18 de octubre de 2012. Desde entonces, los diálogos se dividieron en cuatro fases: etapa de acercamientos secretos; concreción de los acuerdos; refrendación; y, por último, implementación de los mismos.

Preparando el terreno

La llegada de Timoshenko a La Habana y el anuncio por parte de Santos de una escala en la capital cubana ya hacían prever horas antes que un «anuncio importante» estaba por concretarse.

Durante su más reciente visita a Cuba, el papa Francisco se refirió a las conversaciones. «No tenemos derecho a permitirnos otro fracaso más en este camino de paz y reconciliación», dijo antes de viajar a Estados Unidos.

El papa Francisco y Fidel Castro en La Habana

Justicia Transicional

El punto más controvertido del acuerdo era la creación de un tribunal especial para la paz y la posibilidad de que los guerrilleros cumplan pena que no serían de cárcel.

Este tribunal estará conformado por dos salas, una de sentencia y otra de juzgamiento. A la primera llegarán los procesos en los que los involucrados acepten responsabilidad de los hechos, y a la segunda le corresponderá los casos en los que no se acepten cargos y se haga necesaria una comprobación.

Las sanciones para quienes reconozcan delitos graves y quienes reconozcan tardíamente delitos menores podrían cumplir entre  cinco y ocho años de restricción efectiva de la libertad en condiciones especiales. Y para quienes no admitan culpabilidad pero resulten sentenciados podrán enfrentar hasta 20 años de privación de libertad en condiciones oridinarias.

El modelo base será de justicia restaurativa, lo que permitirá imponer penas restrictivas de la libertad, pero que no implicaría cárcel, por ejemplo a través de desarrollo de obras. Esto, siempre que se garantice la reparación de las víctimas.

Al respecto, el expresidente y senador colombiano, Álvaro Uribe, aseguró hoy que si no se aplican penas de cárcel para los líderes de las FARC este acuerdo podría ser un «ejemplo para más violencia en Colombia».

Antecedentes fallidos

  • Negociaciones en «Casa Verde» durante el gobierno de Belisario Betancur (1982-1986)
  • Diálogos de Tlaxcala (México) y Caracas durante el gobierno de Cesar Gaviria (1990-1994)
  • Diálogos en El Caguán durante el mandato de Andrés Pastrana (1998-2002)

Noticia en desarrollo…