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José Guerra: “El estado de excepción está en las colas”

Economista José Guerra

El economista José Guerra considera que los venezolanos están exceptuados hoy de la compra de los bienes que ellos desean obtener


Enrique Meléndez

El economista José Guerra sostiene que Venezuela está en un proceso hiperinflacionario. Afirma que la hiperinflación no es sólo un número, sino un proceso que va desvalorizando la moneda que va acabando con la moneda como medio de intercambio y como instrumento para el ahorro. “Eso es lo que ocurre en Venezuela; tanto más que quien la estimula es el propio gobierno con la emisión de dinero inorgánico”.

¿Qué opinión le merece el hecho de que Nicolás Maduro le haya pedido al gobierno colombiano que ponga también de su parte para controlar el contrabando de extracción, pues parece que lo estimulara?

Es evidente que el contrabando es una actividad ilícita. El contrabando simplemente consiste en que los bienes se negocian sin pagar impuestos y a los dos países eso los perjudica. Ahora, esto es una realidad en la frontera que se ha hecho más grave en el caso nuestro porque los productos son subsidiados por el gobierno venezolano, y cuando los colombianos los adquieren, lo que están es transfiriendo el subsidio hacia Colombia.

Pero en una situación normal, Venezuela debería propiciar más el comercio con Colombia, porque de esa manera obtendría más divisas: o más pesos colombianos o más dólares. Así que esto sería lo recomendable. De hecho, cuando los venezolanos iban a comprar a Colombia, los colombianos los recibían con los brazos abiertos, porque expandían sus industrias, expandían su comercio, su situación económica y ganaban desde un punto de vista comercial.

Ahora Venezuela, contradictoriamente, cierra las fronteras y se está privando de un flujo comercial muy importante en la frontera más viva que hay en Sudamérica, como es la colombo-venezolana.

De acuerdo a los testimonios de los lugareños, eso ha dado lugar a que se produzca una aberración en la economía de la zona, ya que nadie quiere trabajar, sino dedicarse al negocio del contrabando de extracción. ¿Qué piensa usted?

La aberración no es el contrabando, la aberración tiene que ver con las distorsiones económicas en Venezuela, que hacen que el contrabando sea posible. El contrabando es posible, debido a las distorsiones económicas venezolanas: un dólar a 6,30 y un dólar a 700. Entonces, el mejor negocio es tratar de agarrar todos esos productos que están a 6,30 y venderlos a 700.

La conclusión es que la aberración no está en el contrabando de extracción, sino en el sistema económico venezolano, con una serie de subsidios absurdos que estimulan el contrabando y lo van a seguir estimulando, así pongan allí un Muro de Berlín, porque hay una diferencia de precios muy notable entre Colombia y Venezuela, ya que en el vecino país no hay ese sistema económico distorsionante y absurdo como el nuestro.

[quote_center]“Las distorsiones económicas en Venezuela hacen que el contrabando sea posible”[/quote_center]

¿A usted no le parece una falta de honradez de parte del gobierno colombiano tolerar una proliferación de casas de cambio en Cúcuta, por donde se desangra a Venezuela?

La existencia de casas de cambio no es un problema del Estado colombiano. Las casas de cambio son actividades que florecen porque hay el diferencial cambiario y porque los venezolanos van a cambiar sus bolívares por pesos en Colombia. Entonces, si tú quitas el diferencial cambiario y unificas la tasa de cambio en Venezuela, desaparece esa aberración, que son las casas de cambio en Cúcuta donde se drena el exceso de bolívares de Venezuela.

Las casas de cambio son típicas en las fronteras, pues en todas las hay. Tal vez en Cúcuta haya demás, y este fenómeno se debe a que hay exceso de bolívares que tienen los venezolanos que están huyendo de la inflación en Venezuela; quieren comprar pesos, para con los pesos comprar dólares. Se trata de un modo de protegerse, porque no hay un mercado cambiario oficial acá en Venezuela. De modo tal que todo desemboca en la gran distorsión cambiaria que hay en el país, con las tasas de cambio que incentivan la corrupción y el contrabando.

¿Hasta qué punto ha sido impactada nuestra economía por caída de las bolsas asiáticas? ¿Qué repercusiones ha tenido?

Ahí lo que ocurre es que la economía china se está desacelerando. China confronta una crisis de crecimiento. Ya las fuentes de crecimiento se han agotado. No pueden seguir exportando bienes a la economía mundial como lo venía haciendo. El mercado se está saturando de productos chinos; entonces no tiene cómo crecer, e internamente ha desembocado en una crisis de la bolsa de valores. Una burbuja que estaba muy inflada, se espichó, no obstante el esfuerzo que ha hecho el gobierno chino para mantener el mercado bursátil a flote.

Aquí el gobierno chino comete un gran error: no va a poder reflotar la bolsa de valores como no lo pudo hacer Estados Unidos ni Europa. No vas a poder nunca pelear contra el mercado, porque vas a salir derrotado.

Lo que ha pasado es que las materias primas que compra China, ahora las adquiere en una menor cantidad, tomando en cuenta esa desaceleración de su crecimiento y con ello ha arrastrado el precio del petróleo hacia la baja, con lo cual se ha afectado a Venezuela de manera importante.

¿Qué opinión le merece el viaje que ha hecho el presidente Nicolás Maduro a China?

Esta es una gira, prácticamente, política. Yo no le veo ningún tipo de beneficio a este viaje. Lo único es que regresa más endeudado el país, con cinco mil millones de dólares que se le deben ahora a China, y cuya deuda se ha encaramado en 30 mil millones de dólares que se están pagando con despachos petroleros, a razón de 300 mil barriles diarios que salen de los puertos venezolanos hacia China.

[quote_center]“Los burgueses son los que están en el Gobierno”[/quote_center]

Eso es un buen negocio que ha hecho China. Establecer este acuerdo comercial con Venezuela, porque cada vez que te prestan, te obligan a comprar productos chinos; en ese sentido, la plata vuelve a China y el valor agregado de Venezuela se reduce a cero.

¿Por qué usted dice que en las colas es donde está el verdadero estado de excepción?

Porque un estado de excepción implica que alguien queda exceptuado, y en este caso los venezolanos están exceptuados hoy de la compra de los bienes que ellos desean obtener. Entonces, el estado de excepción es eso: la cola que sufren los venezolanos para poder adquirir los productos más básicos de esa cesta de bienes a precios accesibles.

El gobierno alega que todos sus planes agrícolas han dado resultado; que la escasez es obra de la guerra económica, y que una de las armas es el acaparamiento. ¿Qué piensa usted?

Aquí la representación de la burguesía se trucó, y ahora los burgueses son los que están en el gobierno. Aquí la única burguesía que queda es la que está cercana al poder; grupos que se están conformando a su sombra. Ahora, decir que aquí hay escasez, porque la burguesía está acaparando los productos, eso es una solemne estupidez.

Aquí hay escasez porque no hay producción nacional y los precios están totalmente desbalanceados, como efecto, ciertamente, de la política de controles que ha sido devastador, porque ha limitado mucho la producción nacional.

¿Está en capacidad el gobierno de honrar los compromisos que tiene pendiente para los dos próximos meses, relativos al pago de los bonos de la deuda?

Entre septiembre y diciembre se vencen 6 mil millones de dólares. Muchos analistas sostienen que Venezuela tiene para honrar esos compromisos. Es probable que tenga para pagar una parte y no el resto.

Mi gran duda es el año que viene, 2016, cuando se vencen 17 mil millones de dólares en deuda, incluyendo lo que se le debe a China. ¿Podrá Venezuela cancelar esa deuda? Depende del precio del petróleo. Yo sostengo que con un precio entre 40 o 50 dólares, esa deuda es muy costosa para la República.

Yo creo que lo que le conviene a Venezuela es un nuevo plan económico, mejor estructurado, y sobre esa base renegociar los vencimientos de esa deuda que nos permita alargar los plazos de los vencimientos y pagar en mejores condiciones. Sin sacrificar el crecimiento y la alimentación de los venezolanos.

[quote_center]“Hay escasez porque no hay producción nacional y los precios están totalmente desbalanceados”[/quote_center]

¿En ese plan de ajuste cabría la posibilidad de acercarse al Fondo Monetario Internacional, para un apoyo financiero?

Venezuela tiene que abrirse a los mercados internacionales, porque ahora no tiene acceso a los mercados. Venezuela está aislada, ya que con esta política económica resulta imposible acceder a un mercado, teniendo presente que nadie le va a prestar plata al país, salvo China, con unas cuentas fiscales que son inviables, con una inflación galopante y con una economía que no se sabe dónde está, porque no se conocen las cifras.

Así que con esta política económica Venezuela está desahuciada por los mercados mundiales, pero con una política económica distinta, que propicie el crecimiento, la baja de la inflación, Venezuela puede acceder a los mercados mundiales en condiciones favorables, financiar su crecimiento y restaurar los equilibrios económicos, pero, en particular, poder acceder a los mercados que te permitan la capacidad de abastecimiento, que es el gran problema que hoy tenemos.

¿Con cuál de las dos posiciones se identifica usted al respecto de levantar el control de cambio en forma gradual o en forma de shock?

El levantamiento del control cambiario en forma de choque resulta muy riesgosa, porque llevarlo a cabo así va a significar la caída de la mitad de los bancos del país. No van a poder resistir la pérdida de depósitos que se produciría, cuando se ajuste el tipo de cambio. Porque mucha gente va a salir a cambiar sus bolívares por dólar, con lo cual se destruyen los depósitos, y al destruirse los depósitos, los bancos van a tener serios problemas de liquidez.

Por eso es que yo me inclino más bien por la unificación cambiaria, y con la cual estoy plenamente de acuerdo, pero con un enfoque más gradual para poder orientar mejor la transición hacia una economía más libre y donde haya un solo tipo de cambio, que es la solución de fondo a la crisis que vive Venezuela.

Pero hay economistas que dicen que, por ejemplo, con el esquema de choque se seca la liquidez monetaria en 9 meses y con ello se acaba el flagelo de la inflación. ¿Qué considera usted?

Sí, pero al costo de acabar con la banca, y eso no me parece que sea la solución, porque vas a resolver un problema, pero vas a crear otro; vas a eliminar el mercado paralelo, el Dólar Today, pero vas a desmantelar la mitad de los bancos.

¿Usted lo dice, además, porque, aparte de levantarse la tasa cambiaria, también se liberarían las tasas de interés?

Claro, porque tú no vas a levantar el control de cambio y vas a dejar las tasas de interés como están ahora. Ello sería un disparate. Van a subir mucho las tasas activas. Eso va a hacer que algunos créditos sean incobrables. Eso va a afectar la cartera de los créditos de los bancos.

Los bancos tendrían dos problemas: uno, que van a tener una cartera de créditos con mucha morosidad; dos, que van a tener salidas de depósitos, gente que va a salir desesperada a comprar dólares, porque se supone que se va a unificar el tipo de cambio, por ejemplo a 200 bolívares, o, al menos, que suban muchos las tasas de interés pasivas.

[quote_center]“El efecto de la política de controles que ha sido devastador, porque ha limitado mucho la producción nacional”[/quote_center]

Se estima que la inflación a finales de año se ubique en 200%. ¿Está de acuerdo con esa estimación?

Sí, Venezuela está en un proceso hiperinflacionario. Porque la hiperinflación no se trata de un número, sino de un proceso que va desvalorizando la moneda, que va acabando con la moneda como medio de intercambio y como instrumento para el ahorro, y eso es lo que ocurre en Venezuela; tanto más que quien la estimula es el propio gobierno con la emisión de dinero inorgánico.

 


¿Demagogia o justicia?

Usted ha sido muy criticado por sus colegas, ya que consideran como muy demagógica esa solicitud que hace usted de que se produzca un aumento del 50% del salario de los trabajadores. ¿Qué responde usted?

No es demagógica una propuesta que defiende el salario de los trabajadores, cuyos ingresos hoy en día no le permiten comer. Yo no creo que eso sea demagógico. Es justicia, más bien. La inflación hoy en Venezuela no la está determinando la escala salarial, sino la emisión de dinero; sólo que yo pienso que al lado de esta política, también hay que plantearse un ajuste fiscal.