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No hay profesores ni salones suficientes para asignados por la Opsu

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Las universidades nacionales no tienen cómo atender a la próxima generación de 190 mil estudiantes que asignó la Opsu; las carencias acumuladas de ocho años con presupuesto deficiente impactan en las condiciones físicas de los recintos y en la contratación de personal docente


Mónica Duarte

La Escuela de Derecho de la Universidad Central de Venezuela es la tercera escuela con más alumnos de todo el campus. Cuenta con 22 aulas disponibles pero necesita 48 salones funcionando simultáneamente para poder abarcar la cantidad de estudiantes que tienen asignados para el periodo 2015-2016, según explica el consejero estudiantil Andrés Berroteran.

Este caso se repite en las otras 41 escuelas de la UCV y en las demás universidades autónomas nacionales. Ninguna cuenta con la estructura física ni presupuestaria para responder a los 197.162 cupos que asignó la Oficina de Planificación del Sector Universitario (Opsu) a través del Sistema Nacional de Ingreso (SNI).

Pero a los más de 190.000 alumnos asignados en la primera lista publicada se les deben sumar unas segundas y terceras asignaciones que han ido llegando posteriormente, luego de que el Ministerio encontrara que los mejores promedios habían sido excluidos de estos procedimientos de selección universitaria por su mejor situación socioeconómica y decidiera otorgarles espacio en las universidades autónomas.

El Tribunal Supremo de Justicia ordenó a las casas de estudio respetar la atribución que se tomó la Oficina de Planificación del Sector Universitario, a través de una sentencia en el mes de julio. Aunque en algunos casos, esta asignación supera en 200% de los cupos previstos para esta forma de ingreso.

Solo 1.069 de los 2.042 bachilleres asignados por la Opsu asistieron a registrarse en la USB

Para la UCV esta medida significa admitir un excedente de 4.834 estudiantes que no tenían previstos. Para esto tendrán que abrir 127 secciones nuevas solo para clases teóricas.

Tulio Ramírez, gerente de Desarrollo Docente y Estudiantil del Vicerrectorado Académico de la UCV, explicó que “las  secciones del primer semestre se han duplicado” pero en las carreras donde son necesarias prácticas en laboratorios o salas de computación no se pueden ampliar los cupos y la capacidad física impide trabajar con tantos estudiantes.

La misma situación se repite en la Universidad del Zulia (LUZ). Le adjudicaron 13.393 cupos cuando la capacidad para nuevos ingresos es de 12.000. La Universidad de los Andes (ULA) decidió guardar silencio por los momentos sobre las acciones legales que tomarán, al considerar inconstitucional esta medida. Mientras que la Universidad de Carabobo (UC) ratificó sus mecanismos de ingreso por prueba interna, y solo 30% para la Opsu.

En la Universidad Simón Bolívar (USB) decidieron acatar la sentencia y respetar el listado del SNI que ordenó la admisión de 2.042 estudiantes. Pero su rector, Enrique Planchart, señaló en una presentación pública que no se tienen los mecanismos para atender a 1.040 de estos, por lo que la USB espera los aportes del gobierno para poder atenderlos en 2016.

Sin embargo, la asignación de los cupos no siempre responde al interés real de la población estudiantil. Solo 1.069 de los bachilleres asignados por la Opsu asistieron a registrarse en la USB, lo que representa el 50% del listado oficial.

La situación económica sumada al desacuerdo con la “II Convención Colectiva Única del Sector Universitario”, que establece los sueldos profesorales, ha paralizado las actividades académicas y administrativas, que debían comenzar entre los meses de septiembre y octubre.

La USB tiene 5 semanas sin clases, la Universidad Centro Occidental Lisandro Alvarado (Ucla) y la Universidad Nacional Experimental del Táchira (Unet) llevan 4 semanas sin actividades y la UCV ha pospuesto el inicio de las clases en sus nueve facultades.

En la UCV no alcanzan los pupitres

Cupos asignados UCV Opsu

Si se devuelve la lupa a la Escuela de Derecho de la UCV puede verse que para el período lectivo anterior (2014-2015) ya existían 3.600 estudiantes que hacían vida en tres turnos (matutino, vespertino y nocturno) que estaban en su capacidad límite. Incluso, algunas de clases se impartían en aulas prestadas de las facultades de Farmacia, Medicina e Ingeniería gracias a convenios entre los decanatos.

Pero ahora estos salones son necesitados por sus respectivas dependencias que deben responder a la nueva demanda de estudiantes que recién ingresan. Mientras, la escuela no sabe dónde alojar a los 250 ingresos de prueba interna, ni a los 800 estudiantes asignados por la Opsu (500 de un primer listado y 300 de dos posteriores), ni a los estudiantes (aún no contabilizados) que optan por un cupo de convenio profesoral, diplomático o deportivo.

“La escuela no va a comenzar porque no tenemos la capacidad para atender todas las necesidades estudiantiles”, explica Berroteran. Esta decisión también la han tomado las otras 8 facultades de la universidad.

EN La Facultad de Medicina se necesitan 910 pupitres nuevos

En la Facultad de Arquitectura de la UCV no hacen falta salones pero sí 500 mesas altas de dibujo, 400 sillas, 500 bancos, 600 mesas de dibujo bajas, 5.000 bombillos, 16 computadoras y 17 personas para cargos administrativos y obreros.

Gustavo Izaguirre, decano de la Facultad de Arquitectura, expuso los números de su dependencia en una rueda de prensa el 5 de octubre. Allí se forman 1.156 estudiantes de pregrado anualmente, pero este año deberán recibir 376 estudiantes más.

El presupuesto para el mantenimiento de la facultad, según sus cálculos, pasó de ser 35 millones de bolívares en 2014 a 141 millones en 2015, pero el monto aprobado fue de 1,5 millones, la misma cantidad que se le asigna desde el año 2008.

Una crisis similar se presenta en la Facultad de Medicina, según un informe presentado por el Decanato, en el que se detalló de la necesitad de 910 pupitres, 168 escritorios, 241 sillas, 3.030 hojas de examen, 430 marcadores y 210 borradores.

Universidades han perdido a 1.600 profesores

Rafael Escalona, vicerrector académico de la USB aseguró en declaraciones recientes que el número de profesores que han renunciado a esta institución, o se les ha rescindido el contrato, es de 278. “En 2011 se fueron 65, en 2012 salieron 48, en 2013 el número fue de 54 y en 2014, fue de 60, para este año se han contabilizado 51 renuncias”, agregó. A esta cifra hay que sumarle 200 profesores que se han jubilado, lo que da un total de 478 profesores que ya no forman parte de la USB, pese a que por concurso de credenciales han logrado ingresar 300.

La renuncia de profesores también retrasa el reinicio de clases. En los últimos tres años 1.600 profesores han decidido abandonar sus puestos en las universidades nacionales por considerar sus salarios insuficientes, de acuerdo a registros llevados por Tulio Ramírez.

En la Facultad de Medicina de la UCV necesitan, al menos, 101 profesores a tiempo completo para atender a los nuevos aspirantes, y en Facultad de Ciencias faltan 40 profesores más solamente para cubrir las materias de Física, Química, Matemática y Computación.

Todo eso afecta la calidad de la educación a mediano plazo”, explica Ramírez, quien asegura que cada semana renuncian 1 o 2 profesores en la UCV.  

Gregorio Afonso, secretario de asuntos académicos de la Asociación de Profesores de la UCV (Apucv), maneja otra cifra: 1.200 profesores se han ido de las universidades en los últimos seis años, de los cuales 100 han partido en los pasados tres meses.

Profesores de dedicación exclusiva están cumpliendo más horas de las que les corresponde

Iván Cañizales, decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad del Zulia, manifestó en febrero de este año que la carencia de docentes en la facultad rondaba los 180 puestos. En 2004 había 450 profesores y a principios de 2015 solo 270 cargos académicos se mantenían ocupados.

Una de las mayores preocupaciones es cómo llenar el vacío en los puestos profesorales. Luis Enrique García, secretario de reivindicaciones de la FCU-UCV, explica que existe una serie de profesores de dedicación exclusiva que están cumpliendo una cantidad de horas excesivas en comparación a las que les corresponde. “Otro tipo de solución ha sido la contratación de profesores, pero esto absorbe una gran cantidad del presupuesto de las escuelas”.

Algunos catedráticos han expresado su preocupación ante esta última alternativa, pues se están contratando a “recién graduados” que no cuentan con la experiencia ni las credenciales necesarias para ejercer los puestos. Profesores que prefirieron no ser identificados explicaron que la capacidad de respuesta a las dudas académicas es menor y esto disminuye la calidad de la enseñanza que se imparte.

Presupuestos 2016 son los menores jamás aprobados

Presupuesto USB 2016
Presupuesto de la Universidad Simón Bolívar para el año 2016

Hace una semana la Federación de Centros Universitarios de la UCV divulgó unas condiciones mínimas que le exigen al Ministerio de Educación Universitaria cubrir para iniciar las actividades académicas. Entre estas cifras se encuentran las “providencias estudiantiles” que corresponden a las becas, comedor y transporte de los 6.748 estudiantes ordenados por Opsu en el mes de mayo.

De los 13.596 millones de bolívares que fue solicitado por la UCV para el próximo año, el ministerio aprobó solo 4.440 millones, lo que representa el 32,66%. El menor porcentaje dado en 9 años a la universidad, seguido por el presupuesto de 2013 que correspondía a 33,81%.

Luis Enrique García, secretario de reivindicaciones de la FCU, recuerda que para el momento de emitirse la solicitud presupuestaria no se había realizado la asignación de la Opsu, por lo que los nuevos estudiantes no fueron contemplados dentro del dinero solicitado inicialmente por la universidad. El monto dado es hoy mucho menor de lo que representaba antes de la asignación del SNI.

Las demás universidades autónomas sufren el mismo problema presupuestario. Para la Universidad Simón Bolívar el déficit para el año 2016 es de 85%; de los 8.543 millones pedidos se le asignó 1.311 millones. Para la UDO la deuda es de 90% con respecto a los solicitado y para la Ucla el déficit es de 82,3%.


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