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Referendo revocatorio contra Chávez se hizo en 4 meses

La Revolución Bolivariana debe seguir altiva y valiente frente a los posibles escenarios de consulta popular que podrían acontecer en 2016, incluyendo un referendo revocatorio


Jesús Silva R.

El primer sofista que dijo que no había tiempo este año para celebrar referendo fue este abogado conocido por su pomposo zig zag: “Hermann Escarrá, contradicciones y escándalo”. 

Estuve como testigo electoral del chavismo en 2004 durante los actos de recolección de firmas para el referendo revocatorio contra el presidente Hugo Chávez. Como referencia de esto tengo a la Miss Venezuela de ese año, Mariángel Ruiz, quien me pidió la planilla del CNE para estampar su respetable firma antichavista; esto fue en mi natal Maracay (donde viví hasta ese año), el centro de recolección de firmas estaba ubicado en la famosa avenida Las Delicias, exactamente detrás del Polideportivo.

Menciono estas anécdotas porque tengo fresco en mi mente el calendario electoral de la época, con la verdad ni ofendo ni temo, porque la verdad es la más hermosa de las acusaciones, la verdad es siempre revolucionaria.

Es desde la honestidad como mejor se contribuye con la Patria y se elabora una estrategia política y constitucional acertada para quienes queremos preservar un régimen socialista en Venezuela sin maniobras leguleyas, obviamente exigiendo al gobierno rectificaciones que permitan eliminar los graves padecimientos de la llamada “guerra económica”. Esto no contradice mi respeto a quienes dentro del estricto marco constitucional intentan un cambio de gobierno. Así es la democracia.

Advierto, todo ocurrió en el año 2004. Entre abril y mayo se hizo la recolección de firmas. El 3 de junio el Consejo Nacional Electoral anunció que el mínimo de firmas necesarias se había recolectado y quedaba activado el referéndum. Chávez se dirigió al país en cadena nacional y expresó más o menos: “hasta ahora han jugado ustedes, ahora me toca jugar a mí… nos vemos en Santa Inés”. Y con ello comenzó su campaña para ganar el Referéndum, cuya fecha se fijó en agosto.

Para sacar a Chávez del gobierno, la oposición debía obtener más de 3,70 millones de votos, número que obtuvo Chávez en su reelección del año 2000; pero también, para lograr eso, los votos a favor del Presidente tenían que ser menores a esa cantidad. El referéndum se realizó el 15 de agosto. El 40,64% (3.989.008) estaba en contra del presidente, pero el 59,06% (5.800.629 personas) estaba a su favor. De esa manera Chávez no fue revocado, sino más bien ratificado.

Esta narrativa histórica debería persuadir a quienes declaran metafísicamente que este año no puede haber referendo revocatorio.

Para mí la Revolución Bolivariana debe seguir altiva y valiente frente a los posibles escenarios de consulta popular que podrían acontecer en 2016, incluyendo un referendo revocatorio que los revolucionarios deberíamos convertir en ratificatorio como aquel de 2004 donde fue vencedor el entonces presidente Chávez. De ello depende la moral en alto del pueblo chavista y la garantía de construir la victoria electoral que haga falta.

Vamos mal si la estrategia principal del chavismo en 2016 es decir que no habrá referendo revocatorio invocando resoluciones administrativas para dirimir un tema constitucional y no se atienden los problemas económicos de fondo. De seguir así, en el mejor de los casos, el sueño de Chávez sobrevivirá hasta 2018, o sea, dos añitos más. Después vendrá una debacle electoral presidencial peor que la del 6-12-15.

Yo no sé si soy el único chavista que cree que podemos ganar el referendo. No quisiera quedarme sólo en esta postura, pero por ahora puedo decir que no he visto a ningún otro camarada proponiendo que vayamos al referendo ratificatorio en 2016 para triunfar. Evitemos un pensamiento derrotista en los revolucionarios de hoy en día. Tengo la impresión de que si Chávez estuviera vivo iría a referendo ratificatorio este año y ganaría.

Volviendo a lo constitucional, respondo a colegas leguleyos sin prestigio, con lecciones de primer año de Derecho en la Universidad: “Constitución mata resolución”. Ver: Pirámide de Kelsen. Cualquier abogado elementalmente informado acudiría a la Sala Constitucional a solicitar que se declare la inconstitucionalidad de las controvertidas resoluciones del CNE del 2007 que presuntamente generan retardos burocráticos por formalidades no esenciales, que además son subconstitucionales y sublegales. Esto es predecible.

El artículo 72 constitucional contempla el referendo revocatorio en términos suficientemente claros y es una obra 100% chavista.