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Con un plan de emergencia sobre 10 rubros puede mejorar el abastecimiento en el último trimestre

Fedeagro propone la siembra de hortalizas, frutas, raíces, arroz, caraotas, frijol, soya, sorgo, papa, leguminosas, ajonjolí y girasol a partir de septiembre


Kevin Hernández

Antonio Pestana, presidente de la Confederación Nacional de Asociaciones de Productores Agropecuarios (Fedeagro), informó que le han propuesto al Ejecutivo un plan de producción de emergencia en donde podrían garantizar 4 meses de abastecimiento de 10 rubros, y cuya producción comenzaría en septiembre si les aprueban la propuesta.

El plan consiste en la siembra de hortalizas, frutales y raíces (100 mil hectáreas), de arroz (100 mil hectáreas), caraotas (30 mil hectáreas),  frijol (10 mil hectáreas) soya (30 mil hectáreas), sorgo (50mil hectáreas), papa (20 mil hectáreas), leguminosas (40 mil hectáreas), ajonjolí (40 mil hectáreas) y girasol (50 mil hectáreas).

Pestana mencionó que las hortalizas son las que tienen mayor capacidad de respuesta porque en dos meses y medio pueden responder a las necesidades de consumo, y que en el caso del arroz podrían tener una producción de alrededor de 850 mil toneladas con la siembra de 100 mil hectáreas, lo que se traduce en 3.7 meses de consumo (la producción actual de arroz da para solo un mes, advirtió).

Guyana-Surinam-Arroz
El arroz es uno de los alimentos más buscados y menos producido actualmente

Enfatizó que el principal problema que se tiene que resolver en el país es la caída sostenida de la producción agrícola, causada por la intervención de la propiedad, que trajo como consecuencia la recesión en las economías regionales.

“Fueron expropiadas alrededor de 5 millones 200 mil hectáreas, palabras oficiales del propio Gobierno, y evidentemente tenemos que revertir esto. Hoy en día esas 1200 unidades de producción no producen lo que sus dueños originales hacían producir porque no hay sentido de pertenencia. A nadie que le duela una unidad de producción la puede perder como aquel que le ha costado muchísimo poderla desarrollar”, expuso Pestana.

También señaló que las importaciones tuvieron un crecimiento desmedido arrancando en 1.700 millones de dólares en el año 1998 y llegando a 10.125 millones de dólares en el año 2015.


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Pestana criticó el monopolio de la estatal Agropatria, asegurando que es una “gran desgracia para el  productor venezolano” y añadió que se debe permitir que el resto de las empresas privadas que importaban insumos o lo producían en Venezuela lo puedan trabajar.

Además destacó que la inflación no les permite financiar sus cultivos y que la cifra de hoy en día hace que, en términos reales, «tengamos solamente el 25% de financiamiento de lo que tuvimos en 2014”. Aseguró que la inflación se ataca inyectándole constantemente financiamiento a los sectores productivos para que estos puedan transformarlo en producción.

La crisis arropa a los preescolares

Niños temen abrir la nevera

Luisa Elena Molina, investigadora de temas agroalimentarios de la ULA, aseguró en el encuentro organizado por Fedeagro para presentar la propuesta de siembra de emergencia que un sistema alimentario “apropiadamente articulado” necesita de unos agricultores que produzcan al menos el 75% del consumo nacional, para asegurar con éxito respuestas a la población y un comercio exterior que juegue estratégicamente en ese sistema, no solamente para aportar materia prima sino también insumos.

“Hemos hecho estudios que nos permiten demostrar que por cada dólar que se aplique en la agricultura en calorías iniciales, nosotros ganamos entre 1.3 y 1.45 calorías que llegan a la boca venezolana. Es decir, cada dólar invertido en la agricultura nacional en insumos traídos rinde muchísimo más que un dólar colocado en importaciones”, dijo Molina.

«Cuando Venezuela tenía un nivel de desnutrición de 3,4%, en Amazonas era 9%, en estos momentos en estudios bien puntuales se ha reportado una desnutrición entre 9% en zonas urbanas y 27% en zonas periurbanas y rurales”

Señaló que en la actualidad se tiene un manejo de puertos muy ineficiente que dejan entre 18 y 20 barcos diarios en cola para descargar alimentos. “No podemos esperar dos meses o tres a que nos bajen los alimentos del barco, por eso el único barco que debe ser realmente manejado y capitaneado desde la perspectiva del sistema alimentario, es el que comienza en nuestro campo y termina en los locales, ese hay que fortalecerlo”.

Yngrid Candela, profesora del Centro de Estudios del Desarrollo de la UCV y nutricionista, se refirió a algunas consecuencias de la escasez de alimentos en el país y que se están notando en los planteles educativos.

Detalló que se han realizado encuestas en las escuelas del estado Miranda, en donde una de las preguntas para los alumnos era si habían sentido temor de quedarse sin comida sus casas, recibiendo una respuesta afirmativa.

Candela señaló que anteriormente los niños no tenían consciencia de si habían alimentos o no en casa, porque ellos abrían la nevera y encontraban alimentos, pero que hoy en día el mayor temor que sienten los niños es abrir la nevera y no encontrar nada.

Otra pregunta fue cuántas veces comen al día, en donde 6% de niños reportaron que comían una vez y 24% que solo comían dos veces. “Esto contrasta con las declaraciones que se acaban de hacer ante la Organización de Naciones Unidas, donde señalan que más del 94% de la población está comiendo tres veces al día”, cuestionó Candela.

Añadió que antes estas encuestas no se hacían porque no se vivía en una situación de hambre en Venezuela, a excepción de las zonas rurales o muy pobres, y que el país había logrado disminuir la prevalencia de desnutrición por debajo de 3%, que es la cifra recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Pero a partir de 2013 comenzó aumentar hasta llegar a 3,4%, con más de 15 entidades que están por encima de ese promedio, precisó la nutricionista, poniendo como ejemplo al estado Amazonas.

«No podemos esperar dos meses o tres a que nos bajen los alimentos del barco»

“Cuando Venezuela tenía un nivel de desnutrición de 3,4%, en Amazonas era 9%, en estos momentos en estudios bien puntuales se ha reportado una desnutrición entre 9% en zonas urbanas y 27% en zonas periurbanas y rurales”, advierte Candela.

Enfatizó que garantizar el derecho a la alimentación en la población “debe ser el norte de todo Estado que quiera tener mejores ciudadanos capacitados para producir y desarrollar nuestro país”.