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El Plan A

La AN se salvará para la historia salvando a Venezuela si ejecuta el PLAN A, que le fue aprobado por el pueblo encargándola de su ejecución


Jesús Antonio Petit da Costa

El 6-D los electores de oposición votaron inducidos por una promesa concreta de los diputados que fueron electos. La promesa era: salir de Maduro de inmediato y hacerlo por medio de la Asamblea Nacional.

Estaba contenida en estas palabras: el 6D amanecerá otra Venezuela (lo que sólo puede suceder saliendo de Maduro) si nos das mayoría en la AN (por lo cual se comprometieron a usarla como el medio para lograr el fin). Llamemos a esta promesa PLAN A, que precisa objetivo, estrategia y medio.

El elector votó por el PLAN A otorgándole mandato y poder a los electos para ejecutarlo. Es, pues, un mandato imperativo, porque así fue prometido y solicitado y con esta finalidad y medio les fue otorgado.

Nadie votó por ellos para que hagan vida parlamentaria. El voto sólo se les dio para salir de Maduro inmediatamente ejerciendo las atribuciones constitucionales de la AN.

Los diputados no han dado cumplimiento al mandato que recibieron. En consecuencia, no han honrado su palabra.

Han transferido al CNE y el TSJ lo que corresponde a ellos cumplir, dándole a Maduro las llaves de la puerta de salida. Sólo Maduro la puede abrir, ya que el CNE y el TSJ, guardianes de la puerta, están a sus órdenes.

El revocatorio no depende en absoluto de la AN, por lo cual su elección carece de utilidad para salir de Maduro. A los fines del revocatorio, los diputados sobran. No hacen falta.

Más bien estorban, porque si no fuera por ellos se hubiera activado el revocatorio desde el 10 de enero. Esperando que cumplieran su palabra, el pueblo perdió un tiempo precioso.

Tanto que estamos en octubre, a escasos días de que termine el 2016, sin que haya esperanza de revocatorio. Por su culpa puede ser que Maduro amanezca todavía en el cargo al inicio de 2017. Pasados 10 meses de qué ha servido su elección para salir de Maduro? De nada.

Maduro sigue allí, mientras la situación empeora para el pueblo: colapso económico, empobrecimiento general, miseria y hambre, crisis humanitaria que se profundiza, delincuencia desatada y sin control.

Por no cumplir los diputados con el mandato que recibieron y por no ejecutar el PLAN A que prometieron a sus electores, esta AN es en la actualidad la más inútil de la historia de Venezuela.

Pero todavía tiene tiempo de salvarse para la historia salvando a Venezuela.

Bastaría con que siguiese el ejemplo del Congreso de 1811, que fue electo aún siendo colonia de España y terminó proclamando la independencia.

Así también esta AN fue electa estando el país bajo el dominio de Cuba ante la cual hemos perdido la independencia y soberanía por habérselas cedido Chávez.

Hemos retrocedido a la situación anterior al 19 de abril de 1810 cuando el revocatorio de calle (el pueblo en la calle) forzó la renuncia del extranjero Emparan, constituyéndose una junta de gobierno.

Y hemos retrocedido, porque aún sigue en funciones el gobierno títere que nos ha impuesto Cuba, presidido por un colombiano de las FARC.

Al estar bajo un gobierno títere impuesto por Cuba, además presidido por un colombiano de las FARC, está derogado el Art. 1 de la Constitución que dispone: “La República Bolivariana de Venezuela es irrevocablemente libre e independiente… Son derechos irrenunciables de la Nación la independencia.. la soberanía… y la autodeterminación nacional.

” Y como las leyes no pueden derogarse sino por otras leyes (Art. 7º CC), la derogación por vía de hecho, por la cesión graciosa de la soberanía a Cuba, debe tenerse por acto de fuerza sostenido en el poder de las armas, cuyo monopolio tiene el gobierno.

En este caso el acto de fuerza no afecta sólo la institucionalidad, sino deroga toda la Constitución al derrumbar su sostén o base fundamental que es la independencia y soberanía.

Sin ellas no hay Constitución.

En esta situación la AN debe proceder a ejecutar el PLAN A para el cual recibió mandato y poder.

Y hacerlo en un acto que repita al mismo tiempo lo que se hizo el 19 de abril de 1810 y el 5 de julio de 1811: 1) Con fundamento en el Art. 350 de la Constitución, restablecer la independencia y soberanía de Venezuela y desconocer la autoridad de Maduro por ser títere de Cuba; y, 2) Con fundamento en el Art. 333 restablecer la Constitución derogada por el acto de fuerza que cedió la soberanía a Cuba. Y, en consecuencia, deponer a Maduro y todo el gobierno títere.

Apelo a los diputados no-colaboracionistas para que salven a la AN del oprobio y a Venezuela del deshonor en que está sumida, además de la hecatombe.

Y exhorto a todos con vocación de liderazgo para que dirijan los actos de masas programados para estos días en función de este objetivo.