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Sobrinos Flores son declarados culpables de narcotráfico | Cronología del juicio

Un año después de haber sido detenidos por conspirar para ingresar 800 kilogramos de cocaína a Estados Unidos, los sobrinos de la pareja presidencial fueron declarados culpables


Mónica Duarte

El juicio por presunto narcotráfico a Efraín Campos Flores y Franqui Francisco Flores de Freitas, los sobrinos de la pareja presidencial venezolana, concluyó en una corte federal del sur de Manhattan, Nueva York. Ambos jóvenes fueron declarados culpables por un jurado popular integrado por 12 personas.

El veredicto fue unánime y los jóvenes fueron encontrados culpables de conspirar para ingresar 800 kilogramos de cocaína a territorio estadounidense, después de estar poco más de un año detenidos, luego de ser arrestados en Haití el 10 de noviembre de 2015 por agentes de la DEA (agencia estadounidense de Administración para el Control de Drogas). Ellos se habían declarado  como “no culpables”.

El encargado de la causa es el juez Paul Crotty, que sentenciará a la pareja el 7 de marzo de 2017. Este tipo de caso criminal está castigado con un mínimo de 10 años de cárcel hasta la cadena perpetua.

El equipo de fiscalía que representó los intereses del gobierno estuvo conformado por Brendan Quigley F. y Emil Bove, bajo la coordinación de Preet Bharara, fiscal del Distrito Sur de Nueva York. Por su parte, los acusados fueron representados por abogados privados pagados por un tercero: el abogado de Campo Flores (hijo adoptivo de Cilia Flores) es Randall Jackson y el de Flores de Freitas, David Rody.

Durante varias jornadas se presentaron evidencias tomadas de los teléfonos celulares de los acusados, entre ellas fotos y chats, testimonios de algunos informantes de la DEA con los que los sobrinos hacían negocios y testigos confidenciales.

Primer día | Dos hombres estúpidos

Lunes 7 de noviembre de 2016

Ambas partes expusieron sus primeros argumentos. El fiscal Emil Bove dijo que los acusados “pensaron que eran tan poderosos que podrían enviar una tonelada de cocaína a los Estados Unidos sin tener consecuencias”.

Por su parte, la estrategia de la defensa se basó en afirmar que el juicio se trataba de una investigación profundamente defectuosa y con conexiones políticas, en la que los acusados fueron engañados. Los abogados afirmaron que “son dos hombres estúpidos que cayeron en manos del perverso plan de la DEA” y “son ingenuos y trataban de alardear para sonar como si fueran grandes negociantes”.

Testificaron ante el jurado un oficial de la policía de Haití, que arrestó a los dos imputados y el agente especial de la DEA, Sandalio González, quien es pieza clave de la Fiscalía.

González es uno de los agentes que tomó las confesiones de los sobrinos Flores luego de ser puestos bajo custodia de la DEA. Pero también testificó en torno a su conocimiento sobre la información entregada por Carlos Leva Cabrera, alias “El Sentado”, un antiguo narcotraficante hondureño convertido en testigo cooperante de la DEA, quien fue el primer contacto que informó a la agencia de los negocios de Campo Flores y Flores de Freitas.sobrinos Flores

 

Segundo día | Peces gordos

Martes 8 de noviembre de 2016

Nuevamente rindió declaraciones el agente especial de la DEA, Sandalio González, mientras que la defensa trató de mostrar al jurado que los informantes manipularon las grabaciones para cobrar más por el “pez gordo”.

La defensa mantuvo el centro de atención de la jornada en el descrédito del testigo. El abogado de Campo Flores aseguró que la DEA paga grandes incentivos a aquellos informantes que les suministran datos que les permiten capturar a grandes nombres, y sin duda alguna “los sobrinos de Cilia Flores son unos de ellos”. El defensor insistió en que la DEA instruyó a sus informantes sobre cómo conseguir las evidencias para este caso.

Tercer día | Habla CS-1

Miércoles 9 de noviembre de 2016

La Fiscalía introdujo a un nuevo testigo: José Santos Peña, identificado también como  CS-1, quien fue el informante de la DEA que se hizo pasar por jefe del Cartel de Sinaloa y realizó los acuerdos con los acusados para el envío de la cocaína a Estados Unidos.

El testigo hizo el recuento de cuatro reuniones realizadas en Caracas, a donde viajó con su hijo. Tres de estos encuentros cuentan con material de grabación que se expuso en forma de fragmentos.

Santos Peña aseguró que Campo Flores estaba negociando otros envíos que no lo incluían y que el acusado ya había negociado envíos a México que no habían funcionado.

A principio del día, continuó el interrogatorio a Sandalio González, y también declaró el agente de la DEA Daniel Mahoney (que habló en calidad de experto sobre las rutas del narcotráfico) y Frank Piazza, presidente de “Legal Audio Video”, empresa de sistemas de grabación.

Cuarto día | Narco desde los 18

Jueves 10 de noviembre de 2016

La Fiscalía continuó con el interrogatorio a José Santos Peña. Según sus declaraciones y los audios presentados, los acusados estarían dispuestos y eran capaces de explotar sus conexiones para concretar un negocio de cocaína de más de 20 millones de dólares.

Según dijo el mismo Campo Flores en una de las grabaciones,  el dinero ayudaría a pagar la campaña política de su madre (Cilia Flores) y su familia mantendría el poder político en Venezuela. Además, gracias a las evidencias se le escuchó relatar su experiencia en el negocio del narcotráfico: “Yo tengo 30 años, y tengo trabajando en esto desde que tengo 18”.

La defensa siguió usando como estrategia la desestimación de la evidencia a partir del descrédito, detallando el prontuario policial de Santos Peña o CS-1. El testigo fue miembro del Cartel de Sinaloa en los años 90, y comenzó a trabajar como informante para la DEA a partir 2003, sin embargo, desde mediados de 2016 está en prisión por mentir a los agentes mientras hacía sus investigaciones encubiertas y continuaba con negocios ilícitos.

Por otro lado, los abogados de Campos Flores y Flores de Freitas también han continuado con su línea de defensa al asegurar que el plan de los acusados eran robarse los 20 millones de dólares que se negociaban en las reuniones y no dar nada a cambio.

Quinto día | Armas y complot

Lunes 14 de noviembre de 2016

La Fiscalía mostró el contenido de los teléfonos celulares de los acusados que les fueron decomisados al momento de su detención en 2015. Fotos de rifles, uzis y otras armas quedaron expuestas, así como chats con los informantes de la DEA y registros de una visita a Honduras para cerrar el trato.

Esta exposición contó con el acompañamiento del testimonio de Daniel Ogden, un experto en computación forense que trabaja para el Departamento de Justicia de los Estados Unidos. Ogden consideró que se trataban de armas reales, mientras que la defensa aseguraba que se trataban de armas de Airsoft, un juego con armas de balines.

Sobrinos Flores

Durante este día los abogados de la defensa lograron que  informante José Santos Peña reconociera frente al jurado que “El Sentado”, Carlos Amílcar Leva Cabrera, tenía previsto suministrar la droga objeto de la conspiración a los acusados. Con esto, pretendieron probar que los sobrinos Flores fueron objeto de un complot político por parte de los informantes y testigos de la DEA, para ganar dinero por haber logrado capturar dos altos objetivos.

Tras la afirmación del informante confidencial Santos Peña, la defensa dio un paso adelante en su intención de probar que los sobrinos del presidente Nicolás Maduro fueron objeto de un complot político por parte de los informantes y testigos de la DEA, para ganar dinero por haber logrado capturar dos altos objetivos por sus lazos familiares con Cilia Flores, primera dama de Venezuela.

Sexto día | El hombre más poderoso y el respiro de la defensa

Martes 15 de noviembre de 2016

Los fiscales introducen un nuevo testigo, el hondureño Carlos González, quien fue controlador aéreo en el Aeropuerto de Roatan en Honduras, ruta por donde se enviaría el cargamento de cocaína por el que son acusados los Flores. González se entregó a la DEA el verano pasado y se declaró culpable del delito de conspiración para transportar drogas a Estados Unidos; ahora participa como informante.

El testigo aseguró que había asistido a dos reuniones en San Pedro Sula, Honduras, con otros narcotraficantes locales, relacionadas con un envío que saldría de la rampa presidencial del aeropuerto internacional Simón Bolívar de Maiquetía el 15 de noviembre de 2015. Al no haber participado directamente con los acusados, su testimonio no serviría como evidencia directa sino como contexto y comprobación de los planes ya revelados en los chats de BlackBerry de los imputados.

Nuevos audios expuestos revelaron que Francisco Flores de Freitas aseguró que el avión cargado de droga saldría de Venezuela por el hangar presidencial de Maiquetía pues ellos tenían “dominio y control” de todo el aeropuerto.

En estas grabaciones también se le escucha decir a Flores de Freitas que Diosdado Cabello era el hombre más poderoso de Venezuela ya que controlaba “todas las Fuerzas Armadas”. Además dijo que Cabello tenía problemas con Estados Unidos porque había sido denunciado por narcotraficante, pero aclaró que esto eran “rumores que se dicen en Venezuela”. Campo Flores también aseguró en un audio que su tía Cilia Flores quiere ser gobernadora de un estado.

En la jornada del martes culminaron las declaraciones de José Santos Peña, testigo anterior, y la Fiscalía aseguró que este será condenado a cadena perpetua después de declararse culpable de mentir a agentes federales y llevar a cabo operaciones de tráfico de drogas no autorizadas, tal como revelaron inesperados audios aportados por la defensa de los Flores.

Séptimo día | Dominio de la Rampa 4

Miércoles 16 de noviembre de 2016

Volvió a declarar Carlos González, controlador aéreo hondureño y responsable del libre paso de los vuelos con drogas en ese país.  González aseguró haber asistido a dos reuniones organizadas por “El Sentado” para planificar envíos de drogas desde Venezuela. Dijo que asistió por intermedio de Roberto Soto García, quien es coacusado en este caso y se encuentra preso en Honduras.

La Fiscalía presentó un nuevo testigo, el colombiano Juan Gómez, quien trabaja como informante para la DEA desde 2009 y estuvo presente en la reunión que se realizó en Honduras el 6 de noviembre de 2015 a donde acudieron Franqui Francisco Flores de Freitas, César Orlando Daza Cardona, narcotraficante hondureño, Roberto Soto García, coacusado y “El Sentado”. Gómez explicó los detalles de la operación y mostró grabaciones donde se le escuchaba planificar con Flores de Freitas el envío con un vuelo legal desde el hangar presidencial de Maiquetía con el cargamento de cocaína.


Nota elaborada con información de los periodistas Jusquifabio Flores, Maibort Petit, Jessica Carrillo y Fiorella Perfetto