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Mercedes De Freitas: Obras pendientes de Odebrecht podrían quedar como grandes elefantes blancos

Casi dos años después de conocerse los casos de corrupción en las empresas brasileras, la Fiscalía General venezolana ha comenzado las investigaciones por los 98 millones de dólares en sobornos a funcionarios que admitieron los directivos de la empresa Odebrecht


Mónica Duarte

Venezuela figura como el país más corrupto de América y uno de los 10 peores del mundo en la materia, según el Índice de Percepción de la Corrupción 2016 elaborado por la organización Transparencia Internacional. La última calificación obtenida por el Gobierno venezolano fue de 17 puntos sobre 100, en una escala en la que 1 es “altamente corrupto”. Si bien esta calificación no varía con relación a la de 2015, representa la peor de los 21 años en los que el país participa del índice.

En Venezuela, los casos de corrupción tienen como característica común la impunidad, gobernabilidad deficiente y la fragilidad del control institucional. Mercedes De Freitas, directora ejecutiva de la ONG Transparencia Venezuela, señala que en la ecuación tradicional de la corrupción el Gobierno nacional cumple con los tres factores principales: el monopolio de los sectores productivos, discrecionalidad en las decisiones y poca rendición de cuentas.

“La vida cotidiana de los venezolanos nos demuestra que todos cometen pequeños actos de corrupción porque se sienten obligados por el sistema. Entonces, cuando se estudia como fenómeno, te das cuenta que realmente el Estado es el gran incentivador de la corrupción”, explica la abogada.

Durante 2016 los casos que marcaron la desconfianza institucional y el abuso de poder no fueron pocos, pero han sido las mismas prácticas que han marcado al país en los últimos años “con el agravante del sector militar”, sentencia De Freitas.

en la ecuación tradicional de la corrupción el Gobierno nacional cumple con los tres factores principales

En medio de este escenario las acciones de la Fiscalía General y la Contraloría General de República han quedado pendientes. Ya en 2015, las imputaciones por casos de corrupción que reseñaba el informe de gestión del Ministerio Público correspondían al 25 % de las denuncias que recibió este organismo.

La directora de Transparencia Venezuela asegura además que la Fiscalía está en un déficit sostenido porque cada año recibe menos presupuesto y le hacen falta 2.000 fiscales para actuar en sus investigaciones.

¿Por qué Venezuela tiene niveles de corrupción tan levados?

Los elementos por los que decimos esto es porque cumple con la formula sencilla de la corrupción de Robert Klitgaar, en la que la corrupción es igual al monopolio, más discrecionalidad, menos rendición de cuentas. Si se ve eso y otros elementos en Venezuela te da un alto riesgo de corrupción. Primero, la captura del Estado por parte del Ejecutivo y del partido de Gobierno es muy grande y se acentúa. Cada vez hay menos independencia por parte de los órganos de los otros poderes públicos, cada vez hay más casos y hechos que son evidencia de la relación de dependencia entre el Poder Judicial y el Ejecutivo.

«el Estado es el gran incentivador de la corrupción»

Porque además se crean nuevas estructuras. La FAN toma y se reserva una cantidad de funciones que antes no tenía, la cantidad de empresas de diferentes sectores que ahora están bajo la batuta de las Fuerza Armada es cada día mayor. Después está el tema de discrecionalidad. Nosotros vemos al presidente tomando decisiones por twitter o por televisión, vemos al Sebin llevándose gente presa sin tener orden de captura de un tribunal, vemos desde hace tiempo al presidente Chávez o al presidente Maduro decidiendo sobre fondos públicos sin un estudio, son decisiones donde se muestra mucha arbitrariedad.

El otro factor tiene que ver con la rendición de cuentas, con la falta de información pública. Es difícil conseguir cualquier dato. No hay una fuente oficial que te dé información. Ahora hasta las gacetas oficiales tampoco se consiguen y hay elementos que siempre han sido públicos como la Ley de Presupuesto Nacional, que tampoco está disponible.

¿Cuáles casos marcaron la corrupción en 2016?

Hay elementos que configuran riesgos de corrupción muy fuerte en el último año y en los años anteriores. Uno de ellos es que las importaciones están concentradas y monopolizadas en el Estado. Hay una serie de alimentos y medicinas que el Estado tiene el monopolio de su importación. Eso crea un riesgo terrible, primero, porque tú tienes el monopolio para dar permiso para traer unos elementos que son vitales, entonces la gente está dispuesta a pagar lo que sea. Además, el que decide qué se trae, cuándo se compra y a cuánto se paga tiene un poder gigantesco y no hay sistema de rendición de cuentas para controlarlo, no hay un sistema de justicia independiente que lo vigile y lo controle ni una Contraloría independiente que lo investigue, con lo cual el riesgo de corrupción es gigantesco, porque existe la oportunidad y hay altísimas posibilidades de que no haya sanción, entonces está el caldo de cultivo.

Otro factor importante es que se mantenga el control de cambio, porque el tener la posibilidad de tener un poquito de dólares te puede hacer millonario de un día para otro. Todo lo que tiene que ver con las importaciones, el control de precios y el control de cambio, los economistas han dicho que es más atractivo que la droga. Mientras haya la oportunidad de un negocio tan bueno no va a acabar la corrupción. La otra cara del tema de la corrupción es que se vuelve tan poderosa que compra la justicia, con lo cual promueve la impunidad. Y la impunidad a su vez promueve y genera corrupción. También existen muchos casos en el sector de alimentos; hay muchas denuncias de alimentos que se compraron vencidos, que se compraron a precios exorbitantes, que se están distribuyendo con carácter político partidista.

Dentro de este sistema, ¿cómo se investiga la corrupción?

Es cada vez más difícil, porque por lo general la pequeña corrupción puede pasar desapercibida, pero estos casos como el de Odebrecht, donde están involucrados tantos millones de dólares, tarde o temprano se conocen.

Odebrecht: Esquema replicado

En marzo de 2014 se hicieron públicos los detalles de una red de sobornos que mantenían 23 empresas brasileras con la petrolera estatal Petrobras en lo que se conoce como la operación “Lava Jato”, revelando el caso de corrupción más grande en la historia de Brasil.

Entre estas compañías figuran cuatro constructoras con presencia en toda América Latina y, en especial, en Venezuela, donde mantuvieron más de 40 contratos para realizar obras públicas: Odebrecht, Andrade Gutiérrez, Camargo Correa y Queiroz Galvao.

Los últimos avances en las investigaciones, revelados en diciembre de 2016 por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, dicen que la empresa Odebrecht habría pagado 785,9 millones de dólares en comisiones a funcionarios de 12 países para obtener proyectos de ingeniería que luego sobrefacturaron a un monto aún no estimado.

Venezuela es el segundo país, solo por detrás de Brasil, en el que los directivos de la empresa, detenidos desde junio de 2015, admitieron haber pagado más sobornos: 98 millones de dólares por 32 obras, 11 sin concluir, para un costo total de 11.000 millones de dólares.

En Venezuela, Odebrecht dejó sin terminar 11 de las 32 obras que recibió por contratación directa

¿Cuál es la importancia de este caso en Venezuela?

La presencia de Odebrecht en Venezuela fue gigantesca. El presidente Hugo Chávez mencionaba a Odebrecht y a su director en el país. Se ampliaron las relaciones, visitas y acuerdos entre Chávez y Lula, en más de 30 encuentros. Entonces, lo que sucedió es producto de ese riesgo de corrupción que causa la asignación directa de contratos, que es legal según la reforma de la Ley de Contrataciones Públicas, que señala que todos los contratos y adjudicaciones que se hacen amparados en acuerdos bilaterales no requieren licitación abierta. Y así se asignaron 32 contratos de una larga lista de obras, con montos millonarios de importantes de obras que aún están pendientes.

A pesar de repetir el esquema de pago de sobornos, en otros países sí se culminaban las obras ¿Por qué aquí no se terminaron? ¿Qué pasó realmente?

Nos falta información para decirlo con certeza, pero lo que ocurría es que Venezuela les debía dinero, no les pagaban completo, entonces ellos iban avanzando como podían. Pero tampoco había mucha presión para que avanzaran, porque las relaciones eran muy familiares y eso es lo que ocurre cuando hay conflictos de interés. Si la empresa te está financiando tu vida política, como también sucedió en Brasil, y está pagando 98 millones de dólares es difícil que la presionen para que termine las obras.

Pero también vemos este esquema porque de vez en cuando salían créditos adicionales únicamente para Odebrecht, para pagar porcentajes de las obras y en esos momentos veíamos que avanzaba un poco más las obras. Con la crisis, en los últimos dos o tres años no ha habido dinero para eso, el dinero se ha ido para paliar la crisis y pagar la actividad político electoral y por eso se paralizaron casi todas.

¿Cuál es el estado actual de esas obras?

Esa es nuestra mayor preocupación ahora. Además de que tienen que ir presos los que recibieron el dinero, tienen que devolver los 98 millones con multa adicional y tienen que cambiar los procesos para que eso no vuelva a ocurrir, nos preocupa que las construcciones queden como grandes elefantes blancos para siempre, porque ¿cuándo el Gobierno va a tener dinero para pagar nuevamente esas obras?

«EXISTE pÉrdida de VALOR en las construcciones sin terminar»

A mí me atormenta especialmente el metro Guarenas–Guatire por su impacto en la población. Uno ve tanta gente que se tiene que parar a las tres de la mañana, que lleva niños, que debe esperar afuera del trabajo a que amanezca, es un drama diario. Hay otras que han sido pospuestas para 2021. También está el problema de que la obra se pierde, se resquebraja, porque no está terminada entonces no tiene los sistemas de protección, hay pérdida de infraestructura y de valor, seguramente se va a tener que invertir otra vez para acomodar y poder continuar con la obra. ¿Ese gasto quién nos lo va a apagar?

«Hay que apoyar las investigaciones»

“En Venezuela podría quedar engavetada toda la investigación”, dice De Freitas sobre las acciones para investigar los casos relacionados a Odebrecht | Foto: JALH

¿La cifra de 98 millones de dólares en sobornos pagados en Venezuela por Odebrecht podría ser mayor?

A mí me parece poco, multiplícalo por lo que te dé la gana. No sabemos con certeza cuánto fueron los montos de los contratos, tenemos alguna información por lo que aparece en el Registro Nacional de Contratistas, pero no tenemos los contratos, aunque los hemos pedido. Pero Odebrecht aceptó en esa primera delación que facturó en Venezuela 11.000 millones de dólares y los 98 millones representan apenas 0,89 %. No creo que hayan pagado menos del 1 % en sobornos en Venezuela, porque en el esquema que crearon solamente para el partido en Brasil iba el 1 % más todo lo que repartían en lo demás. Pero eso no es todo, hay un montón de empresas más en la construcción que ya se empezaron a investigar, y otro grupo de empresas brasileras que uno se pone capcioso. Hay una empresa que se llama JBS que es una empresa de carne y que al aparecer facturó de más. Al parecer había una manera de relacionarse para obtener contratos que no solo se quedó en las empresas de ingeniería y construcción.

También se ha dicho que gran parte de este dinero podría estar en cuentas de bancos suizos ¿Existe posibilidad de que haya un sistema de cooperación con Suiza para saber cuáles eran los montos y quienes depositaron?

Las convenciones internacionales le dan esa oportunidad a Venezuela. Existen normativas como la Convención Interamericana contra la Corrupción y la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción, la Convención contra el crimen organizado y el Protocolo de Palermo. Ahora, el activante de eso debe ser la Fiscalía o un tribunal, pero hay mucha legislación internacional con la cual nosotros podríamos avanzar si hubiese la estructura y la voluntad para hacerlo.

En el caso interno, ¿la Ley contra la corrupción en Venezuela podría ayudar?

Sí, porque el delito trasnacional y el soborno están incluidos. Aunque se necesita una reforma de la Ley anti corrupción es para aumentar sanciones como nepotismo, que está como delito pero no tiene castigo, y para incluir delitos como conflicto de intereses. Pero con lo que existe se podría avanzar en sancionar.

¿Cómo se explica entonces que, con toda esta corrupción, la Fiscalía y Contraloría venezolanas no se hayan sumado a la red de investigaciones internacionales?

«La Contraloría está como muerta, eso es muy sospechoso»

La Fiscalía sí se sumó o eso dicen ellos. La Contraloría sí está como muerta, eso es muy sospechoso. Nosotros tuvimos una reunión con la directora y subdirectora Anticorrupción de la Fiscalía, lo único que nos dijeron es que se había abierto la investigación, que tenían todo y que ellos la iban a hacer como hacían todas las investigaciones, aunque no mencionaron la impunidad que existe. Pero la última semana de enero de 2017, la fiscal general dijo el nombre del fiscal encargado del caso, Pedro Lupera, que eso ya es un avance porque ya hay un responsable y parece un señor serio y eficiente.

La fiscal general además dijo que había llamado al fiscal general de Brasil, y nosotros lo confirmamos, y también dijo que iba a enviar a otros fiscales a Brasil para pedir formalmente la delación y entrevistar a Marcelo Odebrecht. Lo que pasa es que la empresa pidió 6 meses de embargo de esa delación, así que en mayo deberíamos tener ya información.

¿Estos mecanismos son suficientes o podría quedar engavetado el caso?

En Venezuela podría quedar engavetada toda la investigación. Pero al menos los venezolanos sabremos quiénes son las personas señaladas. Para que la Fiscalía se mueva, creo que necesita el apoyo de los venezolanos. Este es un caso donde no podemos dejarla sola, porque no va a poder actuar. Lo vemos por lo mismo que pasó en Brasil, con todo y que allá había jueces que se decidieron, aquí es más difícil porque tenemos muchos años con un control de la justicia y existen antecedentes perversos. Los jueces pueden verse reflejados en la experiencia de la jueza Afiuni, entonces creo que el cargo de juez o fiscal es muy complicado.

¿Con apoyo popular la Fiscalía entonces sí tendría independencia para llevar adelante estas investigaciones?

Sí, pero esa independencia requiere más que buena voluntad de la fiscal general, la presión puede ser terrible. En Venezuela es muy prematuro, pero casos como estos han llevado a otros países a crear sistemas distintos, que se llaman mecanismos heterodoxos de justicia. Lo que nosotros hemos planteado al nivel de los capítulos latinoamericanos de Transparencia es que hace falta crear una fuerza de tarea conjunta entre fiscales, para que ese grupo intercambie y se apoye en las investigaciones, porque al final la forma de acción era la misma y conocer lo que pasó en el resto de América Latina puede dar luces en lo que pasa aquí, en cómo se extrajo el dinero y a dónde. Aquí se lo propusimos a la directora anticorrupción y ella dijo que la fiscal general lo decidiría, pero eso va a ir caminando poco a poco.

«Para que la Fiscalía se mueva se necesita el apoyo de los venezolanos»

En otros países ya hay funcionarios detenidos, ¿aquí puede pasar lo mismo?

Me cuesta creerlo, la experiencia me hace ser escéptica, pero nunca pierdo la esperanza. La fiscal general mencionó que había una persona detenida, no sé si es lo mismo que el chino de Recadi, porque además eso no son tres personas, eso es una red complicada de mucha gente.

¿Cuántas instituciones estuvieron involucradas?

Nosotros tenemos una lista de los ministros que estaban a cargo de los diferentes institutos cuando comenzaron las obras de cada uno de los contratos. No sabemos si estos ministros fueron los que cobraron, pero ellos eran los responsables. Entre ellos están los ministros de Infraestructura Ismael Hurtado, Diosdado Cabello, Ramón Carrizalez, los ministros de Obras Públicas y Viviendas Alberto Esqueda, José David Cabello y el ministro de Petróleo Rafael Ramírez. Otros clientes fueron el Ministerio de Transporte, el Metro de Caracas, la Corporación Venezolana de Guayana, el Ministerio de Agricultura y Corpoelec.

Se han comunicado con la comisión de la AN que también está trabajando con el caso Odebrecht? ¿Qué información tienen ellos?

Ellos están muy interesados y muy preocupados, entienden la importancia de todo el tema de “Lava Jato”, aunque obviamente Odebrecht es el que destaca porque ya hubo delación. Nos reunimos con Juan Guaidó, el presidente de la comisión designada y ya aprobaron el inicio de la investigación. Nosotros intentaremos alimentar a la AN con información, pero al final es la Asamblea y la Fiscalía las que tiene que hacer el trabajo. Ellos además pueden hacer cosas, ya han tenido a Odebrecht compareciendo y les dejaron seis cajas de papeles que aún falta digitalizar y procesar y han paralizado la investigación.

¿Se podría decir que el caso Odebrecht es el caso más grande de corrupción en Venezuela los últimos años?

No sé si el más grande, porque todavía falta ver las cifras. Se habla de 16.000 millones de dólares en contratos, que no fue corrupción todo, porque hicieron cosas. El segundo puente sobre el Orinoco está hecho, falta ver es cuanto se sobrefacturó. Pero Pdvsa tiene muchos años con temas complicados. En Venezuela hay demasiados casos como para decir que este es el más grande.

«¿Hasta qué punto el apoyo  de brasil impactó en las decisiones electorales en Venezuela?»

Creo que todo “Lava Jato” sí puede ser el caso más impactante, porque en gran parte financió la política y la política internacional. El apoyo de Brasil no es menor. En estos 18 años Lula fue un apoyo importante para el Gobierno de Venezuela en la OEA , en la ONU, en Mercosur. ¿Hasta dónde ese apoyo fue por contraprestación a contratos? No lo sabemos. ¿Hasta qué punto ese apoyo impactó en las decisiones electorales en Venezuela? Esas son las preguntas que todos los venezolanos nos hacemos y que la Fiscalía y la Contraloría deberían responder.


Necesidad de justicia inmediata

Foto: JALH

¿En cuánto tiempo se puede esperar justicia en el caso Odebrecht?

Si se quisiera debería ser rápido. Es más, yo creo que si no es rápido va a ser más difícil que tengamos justicia. En la medida en la que se vaya atrasando, los responsables van a encontrar manera de tapar, de ocultar, de comprar, de esconderse o de huir. En unos meses deberíamos tener información clara y gente presa, porque los Estados tienen posibilidades de hacer investigaciones. Existen además en la legislación internacional capítulos completos de cooperación para casos de corrupción, así que se pueden pedir expertos, apoyo técnico y metodológico. Y si en algún caso lo necesitamos es ahora, ojalá que la fiscal general se sienta con la fortaleza para hacerlo.


Si quieres contactar al autor de esta historia, escribe a:  monicaduarte@larazon.net