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Bloque de los «no polarizados» pide defender la Constitución

Movimiento no polarizados

Plantean un encuentro alternativo entre personalidades disidentes de la polarización política para rescatar las discusiones de políticas públicas e incorporar a nuevos sectores como las iglesias y los medios de comunicación


Mónica Duarte

El descontento político alcanza a exministros del presidente Hugo Chávez, desertores del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), personalidades de la sociedad civil y la academia. Estas figuras independientes se han puesto en la acera de en frente de la violencia y el autoritarismo para criticar a los “bloques de poder  político” y buscar alternativas de paz.

“Hay una franja mayoritaria de la población, que nosotros creemos que la reflejamos y somos expresión de ella, que es la que se manifiesta en encuestas, e incluso la que lo hizo en las elecciones parlamentarias de 2015, que adopta posturas que no están alineadas de manera fanáticas con ninguno de esos dos elementos”, afirma Gonzalo Gómez Freyre, cofundador del portal web Aporrea y miembro del equipo operativo nacional de Marea Socialista.

Desde este espacio auto convocado, los no polarizados llaman a otro diálogo nacional inclusivo, donde no estén solamente las direcciones de los partidos sino que se pueda incorporar sectores plurales de la población para que los “corresponsables principales de la crisis” sean parte pero puedan ser increpados, cuestionados e interpelados.

Entre sus trayectorias y diferencias ideológicas, este grupo coincide dos puntos principales: la necesidad urgente de detener la violencia que pudiese desencadenar una guerra civil y el rechazo de los dos sectores que se disputan los negocios y el poder.

Sin embargo, Gómez Freyre aclara que no se debe confundir la despolarización con los despolitización: “Tenemos propuestas y posiciones definidas, tenemos unos puntos de convergencia que están en torno a que este conjunto de actores no polarizados hagan peso en la situación nacional para contribuir a cambiar el rumbo, porque en manos de las dirigencias del Psuv y la MUD lo que tenemos es un choque de trenes con un ciclo repetitivo de violencia-represión, cada vez con mayor intensidad, que nos puede llevar al desenlace de una guerra civil con costos no justificados”.

“El Gobierno está deslegitimado y sin apoyo popular, intenta mantenerse en el poder deslizándose a caminos autoritarios”

Con él coincide Olly Millán, quien fue ministra de Economía Popular durante la gestión de Hugo Chávez. “Creo que esta convocatoria no es una respuesta lenta, sino una válvula de escape a esta polarización de la que nos han hecho creer que no hay salida. Pero el Gobierno está deslegitimado y sin apoyo popular, intenta mantenerse en el poder deslizándose a caminos autoritarios y enterrándole una puñalada a la democracia”, asegura.

No escatiman en críticas al Gobierno y la oposición; al primero lo señalan de incumplir con la Constitución y desmejorar le nivel de vida de la población, mientras que a la Mesa de la Unidad la definen como un grupo cerrado incapaz de discutir con su base social los diseños de estrategias de protesta y de dejar de lado los temas importantes para la población.

Estos “despolarizados” no son un grupo único, dentro de los convocantes varios miembros de la  Plataforma Ciudadana en Defensa de la Constitución se han hecho presentes, grupo que además se ha planteado el rechazo frontal a la convocatoria  para una Asamblea Nacional Constituyente (ANC) y la reivindicación de la actuación de Luisa Ortega Díaz, fiscal general de la República. Entre sus miembros cuentan además con otros antiguos funcionarios ejecutivos de las filas de Hugo Chávez, como Héctor Navarro, exministro de Educación y de Energía Eléctrica, Gustavo Márquez Marín, exministro de Industria y Comercio, y Ana Elisa Osorio, exministra del Ambiente.

Para sumar más iniciativas que permitan llegar a nuevos acuerdos se reunieron el martes 6 de junio en el hotel President de Plaza Venezuela, en Caracas. Plantean acompañar estos sucesivos encuentros con conversaciones entre las autoridades de las iglesias que hacen vida el país, como el nuncio apostólico, y con las cámaras de radio difusión, el bloque de prensa, y otras organizaciones mediáticas.

No polarizados: Manuel Isidro Molina, Olly Millán y Gustavo Martínez
Dirigentes no polarizados Manuel Isidro Molina, Olly Millán y Gustavo Martínez demandan en este “momento crucial para detener la escalada de la violencia hacia una guerra civil”

CONSTITUYENTE DIVORCIADA

A pesar de buscar un espacio para el encuentro plural, la constituyente no es una opción para este grupo independiente. Además de reivindicar la validez de la Carta Magna de 1999, creen necesario una discusión profunda para la aprobación de este mecanismo como el método válido de dirimir el conflicto político venezolano.

El llamado a la ANC va sobre los hombres de la crisis, sobre los hombros de los constantes decretos de excepción con los que gobierna Maduro, va sobre los hombros del comando antigolpe, del plan Zamora, y sobre un rumbo totalmente autoritario que no tiene nada que ver con la población”, explica Gustavo Martínez, también miembro del equipo operativo nacional de Marea Socialista.

La propuesta presidencia la consideran divorciada de una realidad que se manifiesta en más del 80 % de la población que se opone a la medida, según sus encuestas. Millán además cuestiona el razonamiento determinista con el que se ha hecho el llamado a participar.

“En una manera tramposa pero no ingenua, han planteado la ANC como un dialogo para la paz, porque obviamente lo que reconoce el Gobierno es que hay un espíritu generalizado en la población venezolana que quiere vivir con un mínimo de justicia, en un Estado de derecho, donde se reconozca la pluralidad”, comenta la economista.

“Es un momento crucial para detener la escalada de la violencia hacia una guerra civil”

Pero las disidencias dentro del Gobierno también han crecido en torno al llamado constituyente, esta semana Gabriela Ramírez, antigua defensora del pueblo y asesora del Tribunal Supremo de Justica, se ha sumado a las voces que piden rectificación. “En la medida que se van agudizando las contradicciones se van definiendo las posiciones de la gente y el tema de la Constituyente es muy controversial”, detalla al respecto Gómez Freyre. Los no alineados esperan que estas figuras, ahora críticas, puedan aportar a la pluralidad del debate y consagren su independencia institucional.

“Hay quienes pueden decir que la Constituyente es la forma de diálogo social que estamos buscando, pero nosotros no hemos tenido la posibilidad de discutir cambios o posiciones sobre las bases comiciales, es más, no hemos tenido ni la posibilidad de manifestar como pueblo si esa Constituyente debe ir o no, o si se quiere cambiar la constitución actual o cual podría ser otro mecanismo democrático para una salida pacífica”, agrega.

Por su parte, Manuel Isidro Molina, expresidente del Colegio Nacional de Periodistas y coordinador del Movimiento Popular Alternativo, explica que el inmediatismo de la oferta no es una solución  responsable ni seria a la crisis política y social: “Que el presidente diga que la Constituyente equivale a la paz o que la MUD diga que la solución a todos los problemas está después de la salida de Maduro es una mentira”.

“Estamos convencidos que más del 90 % de la población quiere paz y quiere diálogo, pero no tenemos dudas de que el Psuv y la MUD son dos minorías, respetables, pero con una carga de responsabilidad en la enorme crisis que vivimos. Ese vacío de liderazgo alguien lo va llenar por el desprestigio de estos factores, pero un diálogo bipartidista, como se ha planteado, va a fracasar así venga el papa Francisco, porque ellos son los responsables de la crisis y además no expresan a la población”, sentencia el periodista.

Gonzalo Gómez, no polarizados
“Hay una franja mayoritaria de la población que adopta posturas que no están alineadas de manera fanáticas”, afirma Gonzalo Gómez Freyre

BIPARTIDISMO NO SUPERADO

Romper el cascarón de la polarización no es una tarea fácil, tras más de 60 días de protestas la lógica de los bloques parece sumar cada vez más adeptos, dispuestos a “luchar” por su postura política.

“Estamos ante dos direcciones políticas que parece dispuestas a todo, pero nadie asume responsabilidad dentro del conflicto violento, y, al final, los muertos de la crisis los ponemos los mismos: el pueblo”, condena Gustavo Martínez, miembro de Marea Socialista.

Martínez denuncia además la exclusión y las restricciones para la participación electoral de quienes no están en estos sectores polarizados, elementos que, considera, deslegitiman el sistema de participación actual.

«Estamos peor que en la cuarta república»

“Yo creo que estamos peor que en la cuarta república y eso responde, entre otras cosas, al fenómeno del burocratismo, a Marea Socialista la enjuiciaron políticamente y no dejaron legalizarse. Pero los amigos de la MUD no son mejores, ellos eran los que gobernaban antes, y estos muchachos jóvenes aunque son nuevos tienen una estructura pensamiento y de política que es muy vieja. Por lo que hay mucho por hacer”.

Desde el Movimiento popular alternativo, Molina  explica un diagnóstico que han llamado “el bipartidismo del siglo XXI”, y que parece indicar poco avance político dentro de las estructuras de poder.  “Es bipartidismo porque se están disputando las posiciones de poder y los negocios, dejando en la cuneta a los grandes intereses nacionales y de la mayoría”. Tanto la MUD como el Psuv, asegura, invisibilizan y anulan cualquier otro planteamiento distinto, “ellos quieren reinar como hacían AD y Copei en el pasado”.