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Crónicas Bolivarianas: Culpable, salvo prueba en contrario

Tarek William Saab

Ser defensor y acusador a la vez, funciones que considerábamos irreconciliables y hasta tipificadas como prevaricato


O.E.

Tarek William Saab, palabras más, palabras menos, afirmó en su más reciente comparecencia ante la Asamblea Nacional Constituyente que el diputado Germán Ferrer estaba obligado a demostrar que no eran suyas las firmas que aparecían en unos documentos incriminatorios y que una simple negativa (desconocimiento, decimos los abogados) de tales rúbricas por parte del presumido culpable, eran insuficientes para demostrar su inocencia.

Bien por Tarek. Semanas atrás, José Fernando Núñez, profesor universitario y abogado de los buenos, hoy injustamente perseguido por motivos políticos, me comentaba que en Venezuela, “todos estábamos en libertad bajo fianza”.

“Bajo fianza de cualquier funcionario policial, judicial y hasta sanitario que te envíe al calabozo, por caerle mal o por tus buenos modales —en la robolución, la decencia se paga con cárcel—”, redondeaba Núñez su afirmación.

La virtud de la aclaratoria de Tarek ha sido sacarnos de dudas. Ni estamos en libertad bajo fianza, ni somos inocentes hasta que se nos pruebe lo contrario, como nos lo enseñaron en la universidad.

Pero la siguiente aclaratoria bien vale una misa. Mal podría erigirme en defensor del diputado Ferrer. No lo conozco, ni soy su amigo, pero sobre todo, nadie me ha solicitado que lo defienda. Al contrario de Tarek, conocido, amigo y hasta de cuando en cuando distanciándome de sus detractores.

Culpable hasta que se demuestre lo contrario o ser defensor y acusador a la vez, funciones que considerábamos irreconciliables y hasta tipificadas como prevaricato. Gajes del Derecho Revolucionario.

Tarek es poeta. Le deseo éxito. Sobre todo, que en sus nuevas responsabilidades no se haga acreedor de la admonición que alguna vez dediqué a Isaías Rodríguez, sedicente poeta, entonces fiscal general, cuya mala praxis como funcionario, desencadenó avalancha de peticiones de renuncia: “No dimitas (en aquél caso, Isaías) más daño le haces a la civilización universal garabateando versos ramplones, que prohijando violaciones a los DDHH”.