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Luis Fuenmayor Toro: La izquierda venezolana

Izquierda Venezuela

Si por izquierda entendemos la vulgaridad, el lenguaje soez, el primitivismo político, el sectarismo, la soberbia no hay ninguna duda de que el Gobierno de Maduro es izquierdista


Luis Fuenmayor Toro

Comparto la opinión de que los conceptos de izquierda y derecha en la actualidad no significan exactamente lo mismo que en el pasado. Hoy, se han vuelto muchos más difíciles de aplicar con precisión, entre otras razones porque la realidad mundial es muchísimo más heterogénea, más diversa, mucho más integrada e interdependiente, más intercomunicada, con las ventajas y desventajas que esto significa. La mundialización actual de la economía, la presencia de varios procesos de desarrollo en casi todos los continentes y las formas históricas en que se desarrollaron, algunos de ellos bajo la influencia, como herederos si se quiere, de lo que en algún momento se llamó el socialismo científico, ha complejizado los fenómenos sociales y políticos, no permitiendo con facilidad clasificar, encajonar si se quiere, las posiciones políticas entre izquierda y derecha. Sin embargo, no comparto la tesis de que estos conceptos, porque los mal utiliza el chavecismo, no se puedan seguir utilizando.

Desde el punto de vista práctico son útiles hasta para tener una idea inicial, aproximada pero necesaria, de los políticos actuantes en distintas partes del mundo, de las posiciones de los gobiernos ante distintas situaciones nacionales y mundiales. En último caso, es importante el manejo de esta nomenclatura simplemente porque se la utiliza todavía con gran frecuencia. La observamos en los noticieros nacionales e internacionales y en las discusiones y diatribas de muchos estudiosos sociales. En Venezuela, son el pan nuestro de cada día en el discurso del Gobierno pseudo izquierdista del Presidente obrero, y valga el inicio de la utilización de lo que algunos suponen viejo y caduco. Y arranco por un aspecto que se refiere al manejo de la economía entrelazado con acciones características de gente sectaria, codiciosa e ignorante, tres “cualidades” de nuestros gobernantes.

Un Gobierno corrupto, ladrón, que negocia con el dólar barato para enriquecerse y favorecer a sus aliados y cómplices, que ha construido una nueva burguesía expoliadora del medio ambiente, inclemente con sus trabajadores, ávida de los negocios con los grandes consorcios extranjeros, que entrega la propiedad de las riquezas del subsuelo y que, por esta vía, ha privatizado a PDVSA, a la actividad minera, deteriorado a la CANTV, acabado con las industrias básicas de Guayana, no puede ser calificado como un Gobierno de izquierda, sin importar lo que digan esos sujetos de la llamada izquierda latinoamericana, cuya solidaridad está muy enlazada al cobro en dólares de sus opiniones, escritos y conferencias, y que viven muy cómodamente, casi como consentidos, de los gobiernos “derechistas” de la región. Izquierda que convalida las peores agresiones a la libertad y al ser humano si las mismas se ejecutan en Cuba; de posiciones muy acomodaticias y nada sustentadas en las realidades sociales de los pueblos.

Izquierda chantajista, que pretende que en nombre del antiimperialismo y de la soberanía nacional, se defienda a particulares que son sujetos de la aplicación de leyes y normas de los países donde tiene sus riquezas mal habidas. Si allá las depositaron, pues aténganse a las consecuencias. No se puede pretender que los intereses de algunas personas son idénticos a los intereses de la nación. Pero el chantaje mayor es decir que el Gobierno claramente derechista de Maduro será sustituido por la derecha local, la cual aplicará “durísimas medidas” contra la población venezolana. Y uno se pregunta: ¿Y que son las actuales medidas que han acabado con el salario mínimo de los venezolanos, que los tienen hurgando en las basuras para alimentarse, que ha generado desnutrición de 15 por ciento de nuestros niños, que asesina a enfermos renales, hipertensos, trasplantados, infectados, con la carencia de medicamentos? Gobierno que ha elevado la mortalidad materna a más de 100 muertes por cien mil habitantes.

¿Qué nos puede hacer esa derecha opositora que no nos haya hecho ya la derecha gobiernera? Lo vergonzoso es que haya gente, que se llaman de izquierda, tan ignorante que crean que en Venezuela hay un “proyecto histórico” anticapitalista. La Cuba actual, esa que padrotea a Maduro gracias a sus limitaciones intelectuales, que no le importan las muertes de venezolanos, con una población que ha ofrendado su libertad durante 60 años, para hoy encontrarse en el mismo sitio que estaban cuando iniciaron, es una de las peores caricaturas de anti capitalismo. Pendiente hoy de los dólares que sus exiliados y los descendientes de estos les puedan llevar en sus visitas familiares y turísticas. Si es por las acciones de Raúl Castro y de Maduro que el capitalismo mundial y el imperialismo van a sucumbir, les auguro muy larga vida.

En Venezuela, las llamadas izquierda y derecha se han comportado de la misma manera en relación con los intereses nacionales. Han mantenido la venta de materia prima, como la estrategia fundamental para mantenerse en el poder. No han desarrollado la industria petrolera ni se han provisto de una flota transportadora suficiente, han mantenido al país atrasado científica y tecnológicamente, no nos han provisto de trabajadores capaces de desempeñar empleo formal de elevado nivel bien remunerado, parece gustarles el empleo precario. No han garantizado la integridad territorial, ni la educación del venezolano, el cual, pese a toda la perorata gubernamental está en un nivel educativo-formal similar a los encontrados. Este Gobierno solo se ha destacado en demagogia, propaganda, corrupción y represión, aunque en este último rubro todavía lo superan los gobiernos de Betancourt y Leoni. Empero, Maduro y su macolla parecen dispuestos a quitarles también esta primacía.

Si por izquierda entendemos la vulgaridad, el lenguaje soez, el primitivismo político, el discurso vociferante, el sectarismo, la soberbia, la amenaza permanente, no hay ninguna duda de que el Gobierno de Maduro es izquierdista. Si esta es la luz que ilumina el sendero de la libertad y la emancipación de los pueblos, la humanidad permanecerá en las tinieblas y sometida por algún tiempo más.