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Editorial: El ciclo interminable

Asamblea Nacional Constituyente ANC

La existencia de la ANC puede sepultar al Gobierno y a la oposición


Mortifica que tango el Gobierno de Nicolás Maduro como la oposición representada en la Mesa de la Unidad Democrática no sean capaces de superar sus propias falencias y que padecen una y otra vez de los mismos errores, de las pifias de siempre. El Gobierno ha vuelto a prorrogar un decreto de emergencia económica que no ha servido para tan siquiera sacudir la economía de forma positiva; por el contrario, el país es invivible, mucho peor que hace un par de años y desconsuela saber que por este camino empeorará en las próximas semanas. Maduro ha condenado a los venezolanos a sufrir innecesariamente, a ver cómo una nación que pudo tener un inicio de siglo pujante, se estanca en la pobreza. Es un crimen imperdonable en contra de los venezolanos. La MUD, desde su esquina, tampoco escarmienta y nuevamente acude a unas negociaciones con el madurismo a escondidas, sin ser suficientemente claros con los venezolanos. Negociar con Miraflores el reconocimiento de la Asamblea Nacional Constituyente inconsulta y unicolor sería el peor de los errores. La ANC es la única esperanza de un régimen usurpador de la voluntad popular y es desde ya su sentencia final, pero por la torpeza de los dirigentes opositores, el esperpento, al ser convalidado, podría también convertirse en el detonante de la implosión de las propias filas opositoras, dejando al país a la deriva, urgido de un liderazgo renovado y renovador.