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Julián Rivas: El Diablo suelto (y absuelto)

Papa Francisco y Maduro

Al Papa le intentan sacar declaraciones contra Venezuela


Julián Rivas

Una semana de huracanes, sismos e inundaciones, más los calientes conflictos en Medio Oriente, Asia Oriental y América Latina, han puesto a más de uno a pensar en el fin del mundo, y en los demonios sueltos.

Para colmo, el Papa fue a Colombia a dar misa por la paz y de ella sacaron provecho los diablitos diplomáticos de Colombia. Juan Manuel Santos, presidente y figura de la vieja oligarquía colombiana, se dio colita con el Papa.

Entre el Huracán Irma, las amenazas bélicas de Trump a Corea del Norte, y la agresiva guerra económica gringa contra Venezuela, se ha consumido esta semana.

Lo del Papa merece un comentario. Insistimos, fue un error político esta visita del Papa a Colombia. Porque eso de llamar a la paz no tiene sentido sin que se imparta justicia, y por lo que vemos, en lo que respecta a Colombia, la justica es coja, y la diplomacia del Vaticano cómplice.

Bueno, qué se puede esperar cuando el Nuncio del Vaticano en Colombia, Ettore Balestrero, es un sujeto sospechoso de feas irregularidades en ese mundo de intereses terrenales que es la Santa Sede. Hasta lo acusan a mafioso. Pocos recuerdan que en febrero de 2013 el Papa Ratzinger lo destituyó del cargo de subsecretario de Relaciones con los Estados, al mismo tiempo en que removió a su antiguo aliado Tarcisio Bertone como jefe de la diplomacia Vaticana. El cochino billete, la banca vaticana y otros cucuruchos de maní.

A uno no le queda más que recordar que a la vieja música del Diablo Suelto, composición musical en forma de vals de Heraclio Fernández (un maracucho, capaz de hacer algo así en aquella época, 1878) y que recibió una dosis de creatividad nueva cuando hace unos treinta años Henrique Hidalgo le puso letra y la cantó Gualberto Ibarreto: Recoge este muchacho por ahí anda el diablo suelto/ y lleva entre sus cachos al hijo de Ruperto/ que Lucifer lo llaman Mandinga, Damián o General/ que lo han visto en Carora también que lo han visto en San Juan.

Por los tiempos que vivimos, seguramente este Diablo que anduvo por Carora es el marido de la exfiscal, que ahora anda por el mundo pidiendo encarcelar a las autoridades venezolanas. Dicen que tras eso quieren involucrar a la Interpol, la Cia y el Pentágono. Se ven vainas. Que siga la música maestro: No vayas a pensar que con ron y tabaco lo podrás espantar: Porque le gusta a ese diablo beber, también fumar, corre, brinca, salta, que el diablo suelto te puede agarrar. Fin de la cita. ¡Agárralo que va en bajada!

Lo que sí les advierto es que independientemente de las bendiciones del papa o de los obispos, arzobispos y cardenales a esa casta oligárquica, el Vaticano tiene una clara obligación de cumplir con el derecho internacional público. El Estado Vaticano o Santa Sede es miembro observador de la Organización de Naciones Unidas, con todos los derechos de un estado, salvo el de votar (por ahora no).

Entonces, no puede estar el Vaticano hablando de que todo se resuelve con arrepentimientos de la oligarquía colombiana sin que exista la plena aplicación de la justicia de la Corte Penal Internacional en lo que respecta a crímenes de guerra, actos de genocidio (que los hubo), y crimen de lesa humanidad, todos cometidos por el estado colombiano en las últimas cinco décadas.

No olvidemos el delito de agresión que está entre los crímenes, delitos y penas previstos en el Estatuto de Roma de 1978. Si bien este cuarto delito no está todavía vigente en la Corte Penal Internacional, hay maneras de aplicar sanciones según la Carta de Naciones Unidas o la resolución 3314 (XXIX) de la Asamblea General de las Naciones Unidas, de 14 de diciembre de 1974. Porque las evidencias de que el estado colombiano ha cometido delito de agresión son claras. Sólo una, a manera de ejemplo: Recordemos la agresión a Ecuador, a propósito del asesinato de Raul Reyes, siendo Santos ministro de Defensa de Álvaro Uribe. No hablemos del paramilitarismo en Venezuela, por ahora.

Dejemos esto hasta aquí. Al Papa lo utilizan, pero cómo pueden quedar impunes delitos que tienen miles de muertos en fosas comunes. Además, le intentan sacar declaraciones contra Venezuela, en fin, propaganda. No es su culpa totalmente. Es la estructura sobre la cual está montado. El Vaticano.

Por eso recordemos que la ONU es un instrumento esencialmente político y la elusión de responsabilidades por parte de un estado miembro debe ser vista como un hecho político. Y es público y notorio que el Vaticano contribuye a la impunidad del estamento oligárquico colombiano. En derecho internacional público, dice el librito, cada Estado debe cumplir las disposiciones jurídicas, de manera obligatoria. Es su responsabilidad, por lo demás, y si se violan los principios establecidos, debe corregir, cumplir castigos, indemnizar a las víctimas. A debatir este asunto, con el más pintado o más purpurado, si quiere. Si se atreve a bajar a tierra.

¡Demonios, esta oligarquía no respeta eso!