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Julián Rivas: La economía sumergida (y la mentira que flota)

Billetes Economía Venezuela

¿Cómo negar que la evasión de impuestos o la fuga de capitales se han convertido en hecho cotidiano en Venezuela?


Julián Rivas

Este asunto de la situación económica en Venezuela tiene carácter estructural. El capitalismo perverso es su naturaleza, y al menos nos remite a un siglo de uso y abuso de lo que muchos siguen viendo a Venezuela como un campamento minero. El Ejecutivo ha tomado una serie de disposiciones, igual que la Asamblea Nacional Constituyente. Se pretende confrontar las “sanciones” de Trump y a la vez aliviar la situación económica de nuestro pueblo, que es pelúa. Falta más por supuesto.

Pero es curioso, en Venezuela poco se habla de la economía sumergida, asunto del que se viene hablando desde hace cincuenta años. Es un fenómeno que en muchos países comienza a estudiarse seriamente. Aquí ni los “talentosos economistas burgueses”, las capitostes de Fedecámaras, ni los burócratas aburguesados, ni los intelectuales rajaos, se atreven a hablar de este asunto. Y el tema de la economía sumergida requiere impostergable estudio y respuesta.

Este debate es insoslayable. La Asamblea Nacional Constituyente debe generar los mecanismos de consultas, indagar cifras y ofrecer soluciones a un fenómeno que si bien está presente en todos los países del mundo, aquí hace estragos en la economía venezolana.

La economía sumergida es oculta. ¿Cómo negar que la evasión de impuestos o la fuga de capitales se han convertido en hecho cotidiano en Venezuela? En cierto sentido la motivación tiene que ver con la relación costo-beneficio, e incluso se sospecha que el capitalismo realmente existente funciona a partir de la implementación de distorsionadores métodos de la economía sumergida.

Dígame hoy con el asunto del IVA por los comerciantes, que lo cobran y no registran su cobro. Los fulanos puntos de pago de los bancos, que muchas veces son vistos como prueba de pago en los comercios, han acentuado esta irregularidad. También la negativa de algunos comercios para hacer ventas y servicios con tarjetas de crédito sirve para eludir impuestos, porque la tarjeta de crédito es agente de retención.

Pero no todo queda en evasión de impuestos. También habría que agregar aquello que llaman “mercado negro”, black market o mercado de rubios. O el contrabando y el novedoso bachaqueo. Hoy el fenómeno pudiera contener novedosos métodos de extracción de recursos, estrategias de quiebre de monedas, guerra económica. La economía se mueve en espacios, tiene un entorno institucional y por supuesto un sistema, el capitalismo realmente existente, perverso.

Muchas veces se elude el debate partiendo de la infeliz idea de que el dinero no tiene patria. Por lo lados de Cúcuta se ríen de esto. Pero la moneda venezolana ha sido golpeada, se ha secado el ahorro nacional, llevamos rato en eso. Desde Estados Unidos y Europa sus instituciones. Es que los del Mundo Norte se atribuyen la representación de Dios en la tierra, sobre todo ahora cuando el Opus Dei y el Sionismo hacen causa común para las peores causas.

Debemos abrir este otro debate, públicamente. Desde hace un buen rato las calificadoras de riesgo del norte descalifican a Venezuela. Ahora el bloqueo financiero es abierto. Esto obliga a Venezuela a mejorar la economía interna en la medida de la posible, que es entre otras cosas revisar como se maneja la bodega por dentro.

No dude que la banca saldrá mal parada. Es que en Venezuela la banca es como una nevera mala. La echaron a perder a propósito. Ahora debemos ir a buscar por ahí una manera de que alguien nos guarde una carne, un poco de agua fría. Al final, por poco precavidos, somos fastidiosos. Hay que corregir este asunto. Busquemos una mejor nevera.

Para invertir en infraestructura interna, hay que buscar los centavos. Poco a poco. Uno camina los pueblos de Venezuela y ve que el sector servicios, que es el que más empleo y movimiento económico genera en los países de alto nivel de desarrollo, requiere impulso. Solamente en hoteles hay campo abierto. Vayan a Tinaco y vean el hotel que tiene un pueblo muy bien ubicado. Vea el servicio de transporte de encomiendas: tienen precios que dificultan el desarrollo de pequeños negocios. Importante sería que Ipostel reclute a miles de jóvenes, y con una visión renovada, ética por delante, ponga en su sitio a empresas mercantilistas que se conciertan para aumentar precios, cartelización muy de moda en Venezuela. Nadie sabe adónde va a parar una gran masa de dinero.

La historia contribuye a tener claridad de para dónde puede ir la economía en un país que requiere crecer, y tiene con qué. Vea el estuario del río San Juan, entre Sucre y Monagas, que desde tiempos coloniales fue punto de contacto con todo el Caribe. En el Orinoco, el pueblo de Las Bonitas (en la colonia conocida como Ciudad Real) es el puente con Parmana y un sur de Guárico de potencialidades agrícolas asombrosas para quien viene de fuera. Por ahí está Cabruta, en la ribera norte. O Borbon, en la ribera sur. Qué decir del viejo tránsito entre Moitaco y Santa Cruz del Orinoco. Tenemos mucho por hacer.

LOS GURUES DE LA PAZ Y EL PERIODISMO LOCO

En 1985 el presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, promovió un embargo económico contra la Nicaragua sandinista. Que se fundamentaba en la prohibición de importación y exportación de productos, el bloqueo de aéreo y marítimo entre ambos países, además de una feroz desestabilización del país centroamericano con el apoyo a mercenarios, terroristas, agresión política y mediática.

Ahora vemos que contra Venezuela hay algo parecido, ofensiva imperialista a la que se han sumado la exfiscal Luisa Ortega, y el marido. Ya el presidente Santos quiso sacar mayor provecho de la visita del Papa Francisco, aunque el pontífice tuvo cierto cuidado de no caer en la provocación de la oligarquía bogotana y de la mafiosa diplomacia vaticana.

Pero es curiosa la creatividad de quienes dirigen este complot contra Venezuela, y de la rápida transmutación de sus protagonistas. Por ejemplo, la exfiscal, y el hombre. Y pensar que hace apenas unas semanas en un portal caraqueño un ridículo dijo que ella sería algo así como la “fiscal de la dignidad”. Toda una broma.

La prensa reportó: “La Fiscal General de la República, Luisa Ortega Díaz y seis de los magistrados exiliados del Gobierno de Maduro se reunieron en Bogotá para evaluar una eventual restauración de la democracia en Venezuela”. Quiere decir que para este tipo de periodismo la señora Ortega todavía está en funciones y, curiosamente, despacha desde Bogotá.

Por lo visto, la señora, y el marido, en tierra cachaca tienen las mismas libertades que Pedro Carmona Estanga. “El cónclave fue transmitido vía Skype a los magistrados que se encuentran en los Estados Unidos. Los esfuerzos deben ir enmarcados en lograr recuperar la democracia del país”, dijo la Fiscal, destituida por la Asamblea Nacional Constituyente. Fin de la cita.

Lo mismo pasa con el exfiscal de la Corte Penal Internacional, Luis Moreno Ocampo, a quien el secretario de la OEA, el señor Almagro, designó a dedo para una querella contra Venezuela y sus autoridades. Curiosamente el hijo de este sujeto, Francisco Moreno Ocampo, quien reside en Bogotá, fue acompañante del gurú Rav Shankar en el trabajo de meditación que hicieron las Farc en La Habana. La revista “Semana”, de Bogotá, lo entrevistó a fines de 2016, obviando por supuesto que Moreno Ocampo simplemente fue pieza para destruir a Libia, asesinar a Gadaffi, lo mismo que el anglosionista Bernard Henry Levy, con el que se reunió recientemente el elegante Freddy Guevara. Sigamos con Francisco Moreno y la entrevista de “Semana”:

Pregunta: Su padre persiguió a criminales de guerra por años. ¿Usted cómo terminó de guía espiritual?

—Entre mi padre y yo hay visiones complementarias. También él es cercano a Ravi Shankar y su explicación de los tres tipos de paz. Entonces mi padre sabe que él, cuando fue fiscal y aún hoy, trabaja por la paz de los Estados.

Pregunta: Usted vive en Colombia. ¿Habla con su papá de la situación del país?

—Mi padre es optimista y cree que, más allá del plebiscito, ustedes resolverán esto. Deben seguir presionado y exigiendo paz.

Bueno entre el discurso de Moreno Ocampo en 2008 y el de hoy, hay una trasmutación. Las matanzas, narcotráfico, genocidios y crímenes de lesa humanidad ya no son en Colombia. El ojo torcido de la OTAN cree que eso pasó en Venezuela. Seguramente Moreno Ocampo siempre fue el mismo, como sospechamos que la exfiscal que huyó fue siempre la misma cuaima y el marido, ay Dios, algo peor.

Cosas del miquilenismo malévolo. Viva el pueblo.