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Crónicas bolivarianas: Los premios

presos políticos

Si demócratas van a protestar porque Maduro le dona $ 10 millones al béisbol profesional, el narcofascismo convoca, mismo día, hora y lugar a sus matones, para celebrar “La Fiesta del árbol”


O.E.

 

Los opositores de la satrapía han estado muy premiados. El Europarlamento, casi por unanimidad, —los chavistas españoles de Podemos se abstuvieron— le otorgó a nuestros demócratas el codiciado “Sájarov”. ¡Bien por el Europarlamento! Solo que en lugar de un dirigente para recibir el galardón han debido seleccionar a una madre de los muchos mártires libertarios. Rosa Orozco, Yaneth Díaz, Yamile Saleh, Pausolina Rolón, por no nombrar cientos de miles de dolidas matronas. Por su parte, la Facultad de Derecho de la Complutense de Madrid le impuso a Leopoldo López el “Enrique Ruano Casanova pro Derechos Humanos”. Y para rematar, a Luis Almagro le fue concedido por el Instituto Interamericano para la Democracia de Miami, el “Francisco de Miranda”, entre otros merecimientos, por su cruzada para que la Corte Penal Internacional de La Haya le ponga los “ganchos” a la “Hiena Cucuteña”, compinches incluidos.

Si los demócratas convocamos movilización para protestar porque el señor Maduro en lugar de comprar medicinas, le dona diez millones de dólares a los equipos de béisbol profesional, el desgobierno convoca a sus matones, mismo día, hora y lugar, para cantar “Al árbol debemos solícito amor”. Si el Alto Comisionado de DDHH de la ONU emite alerta roja por las violaciones en Venezuela, el diputado “Diablo Rojo”, con prontuario de matar a patadas a parroquiano en una venta de tostadas, ipso facto es seleccionado para que presida foro internacional de áulicos gobierneros, en el que se certifique que aquí no hay presos, perseguidos políticos y que los ajusticiados a patadas son fantasía tropical. Los narcofascistas son así. Imitadores. De lo malo, nada más, porque para las acciones loables son tetrapléjicos.

—¿Y qué epónimos les ponemos a la diarrea de premios, medallones, condecoraciones, encuentros, congresos y cónclaves interplanetarios para contrarrestar los recibidos por los “escuálidos” en una sola semana?— preguntó uno.

—Lo de epónimo —respondió “El Diablo Rojo”— no sé cómo se come, pero pa’ lo que salga, propongo los de Pablo Escobar, Vito Corleone, el “Chapo” Guzmán, Manuel Noriega, Al Capone, El “Wilmito”. Más que suficiente. Aunque podemos incluir el de Chávez, no sea que sufra arranque de celos posmortem.