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Crónica bolivarianas: La Ley del Odio ha perdido su virginidad

Ley contra el odio

¿No dictaminaron que los gobernadores opositores por juramentarse ante la ANC la habían legitimado?


O.E.       

Estoy consciente de los riesgos que corremos todos los que escribimos, pensamos, tuiteamos o retuiteamos, hablamos paja, soñamos —dormidos o despiertos—, informamos y hasta oímos chismes, al tenor de la novísima “Ley contra el Odio”. Pero ¡orden en la trona! Si alguien se siente expuesto al desprecio público por la presente crónica, aclaramos, igual que lo hacían nuestros amantísimos padres cuando nos daban una pela: “Hijo mío, estos buenos correazos o chancletazos (a falta de correa a mano, buena era una chancleta) que te estoy zampando ¡pa’ que respetes, carajo! son por tu bien y juro, me duelen más a mí, que a ti”. Expuesto lo anterior ¡plomo!

Informa alguna prensa que en las reuniones que se iniciarán el próximo 13 de este mes para reestructurar o refinanciar la deuda pública de Venezuela (no la llamamos “mono”, no sea cosa que nos demande un chimpancé) no se sentarán en la mesa de negociaciones aquellos funcionarios bolivarianos que aparecen en la lista negra, o roja rojita, del abominable, barriga verde, hdp, Donald J. Trump o “Perro Loco” como le dice el gordito de Norcorea. Es decir, los altos cargos vernáculos sancionados, para no entorpecer las negociaciones, dirigirán los hilos tras bambalinas. Por SMS, Whatsapp, Snapchat o señales de humo, pero de ninguna manera a “cuerpo presente”. Algo que plantea efectos colaterales muy graves. Se lo advertimos al preclaro, dilecto, cultísimo, genial, Nicolás José Antonio de la Santísima Trinidad Palacios y Blanco Maduro Moros, más venezolano que la arepa.

¿No dictaminaron, ustedes mismos, que los gobernadores opositores, por juramentarse ante la ANC, la habían legitimado?

Trátese de juramentados, desjuramentados o de mentados, lo bueno pa’el faisán, es bueno pa’ la faisana (lo del faisán y no lo del cochino y la cochina, es para que nadie nos acuse de odiar ¡ni siquiera estos últimos!).

Si el pulquérrimo, impoluto, Niño Jesús, Tareck, otorgado presidente de dicha comisión de reestructuración de deuda, no asiste a las reuniones para no agriar a los gringos, estaría legitimando o dando por buenas las sanciones que le impuso Mr. Trump. Ni más, ni menos ¡Que le pongan los ganchos 30 años a quien pretende exponerlo al odio de tal forma! ¡Con alguien tenía que perder la virginidad la suciodicha Ley!