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Crónicas Bolivarianas: El Coin bolivariano

Coin

¿Quién cumplirá funciones de banco central para evitar emisiones inorgánicas capaces de conducir al nuevo signo monetario a la presente debacle?


O.E.

Difícil, para mayores de 40 años, metabolizar el tema de las criptomonedas. Más difícil, todavía, si el aprendiz de brujo apenas sabe leer. Si no es capaz de escribir media cuartilla sin cometer los más garrafales horrores ortográficos, cajón con “g”, por ejemplo. Si subutiliza su móvil inteligente, porque … “de inteligencia ¡ni que me la nombren!”

Nuestro acuñador monetario tiene sus logros personales en la materia. Haber pulverizado, vuelto caca, cuanto medio de pago se le ha atravesado: el bolívar tradicional, el bolívar “fuerte”, “bolívar más fuerte”, el “sucre”, sin pasar por alto la sucesión de dólares con remoquetes: cadivi, preferencial, dicom, dicún, dipro, sicad, simadi, negro, blanco, rojo-rojito con sus respectivos etcéteras y etcéteras. Todos terminaron en los bolsillos del acuñador, sobrinos, hijos, carnales, esposa, compinches incluidos.

Con semejantes antecedentes, penden sobre el novísimo Petro algunas interrogantes.

¿Quién cumplirá funciones de banco central para evitar emisiones inorgánicas capaces de conducir al nuevo signo monetario a la presente debacle?

Nos imaginamos al “dotol” Merengues girando instrucciones. Ahí, con sus lentes de sol, su calva embadurnada de Copertone, echadote, en una silla de extensión desplegada en playa Naiguatá, zampándose sus daiquirís, acompañado de una docena de núbiles.

—Favor, iniciar la 19ª emisión de Petrocoin en lo que va de mes. Un millón repartido así: 500 mil pa’ yo, 400 mil pa’ estas carajitas que tengo aquí. ¿Verdad, mis “amolcitos”? Y 100 mil pa’l soberano porque, así, así, es que se “gobielna”.

El “señor” Makled, que sí sabe de estas cosas, ya no tendrá que blanquear las ganancias que devenga desde su calabozo VIP, en comandita con sus carceleros, jefes de sus carceleros y jefes de los jefes de sus carceleros. El Petro bolivariano estará a prueba de escuadrones de policías capitalistas.

Chávez vive, el narco sigue ¡Y pa’ gozá!