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Ángel García Banchs: “Saquearon a la nación”

Ángel García Banchs

“Los aumentos salariales en bolívares terminan perjudicando al trabajador, porque están causando una inflación superior”, afirma el director de Econométrica


Enrique Meléndez

El economista Ángel García Banchs, director de la firma Econométrica, afirma que lo que ocurre en Venezuela no es una hiperinflación clásica, porque eso es “prácticamente imposible” debido al enorme flujo de divisas que genera el Estado. Prefiere catalogar lo que sucede como producto de la “hipermafia”, un mal “muchísimo peor”.

El presidente Nicolás Maduro decretó al final de año 2017 un nuevo aumento salarial. ¿Usted cree que esa medida equilibrará ingresos del venezolano?

—No, de ninguna forma. El incremento del poder de compra de los salarios y los ingresos de los hogares no es función de un decreto, sino de la evolución de la productividad, el grado de competencia y el tipo de cambio real; es decir, de la inversión real privada y pública, y de la estabilidad de precios.

Peor aún, los aumentos salariales en bolívares terminan perjudicando al trabajador, porque están causando una inflación superior a la que en otras condiciones causarían, ya que el tipo de cambio nominal determinado en Cúcuta termina aumentando a un ritmo superior al de dichos aumentos, haciendo que la inflación de precios en el sector transable exceda con creces la inflación salarial.

“Se vive una crisis alimentaria y sanitaria comparable con la Independencia”

El Gobierno alega que el flagelo de la hiperinflación no tiene como causa dichos aumentos salariales. ¿Qué piensa usted? 

—En primer lugar, debo decir que lo que ocurre en Venezuela no es una hiperinflación clásica. De hecho, esta es prácticamente imposible en Venezuela, debido al enorme flujo de divisas que genera el Estado. Lo que ocurre en Venezuela es en la práctica muchísimo peor, por lo que he acuñado un término alternativo para describirlo: en Venezuela lo que observamos es una hipermafia.

No se trata de una política económica en manos de ineptos, que se quedaron sin reservas en divisas, acceso a crédito externo, credibilidad y control de la situación fiscal y monetaria, sino de una política económica en manos de una banda de mafiosos que se roban la totalidad de la factura de exportación petrolera a 10 bolívares, mientras parte de la población come basura, y se vive una crisis alimentaria y sanitaria ya no comparable con la Guerra Federal, sino la de Independencia. Solo así puede explicarse por qué con un barril a 8 dólares antes de llegar Chávez, la inflación era baja, el producto crecía y no había escasez, mientras hoy con el barril por encima de 60 dólares la inflación haya cerrado en casi 2.999 % en 2017, la escasez se desborde y el producto y el empleo se desplome. Hablar de hiperinflación clásica es esconder la realidad de lo que está pasando: el saqueo de una nación por intereses extranjeros, y de una banda criminal.

Dicho esto, creo que queda claro que, si bien los aumentos salariales observados hasta ahora pueden explicar la presencia de inflación alta y persistente, solo la hipermafia cambiaria a 10 bolívares, que desapareció el mercado de cambio en Venezuela y nos condenó a depender de Cúcuta, puede explicar la hiperdepreciación del bolívar.

Asimismo, el Gobierno anunció que la entrada en vigencia la criptomoneda. ¿Está llamada esta nueva política cambiara a solucionar los problemas planteados al respecto? 

—El Petro no es una criptomoneda, sino un mecanismo endeudamiento en divisas con garantía el subsuelo. Es un mecanismo que viola la Ley, porque está al margen del control de la Asamblea Nacional, pero también de la Constitución Nacional en su Artículo 12: “Los yacimientos mineros y de hidrocarburos, cualquiera que sea su naturaleza, existentes en el territorio nacional, bajo el lecho del mar territorial, en la zona económica exclusiva y en la plataforma continental, pertenecen a la República, son bienes del dominio público y, por tanto, inalienables e imprescriptibles…”.

Por supuesto, el Petro no puede solucionar los problemas, porque al violar la Constitución Nacional es deuda odiosa, que sólo pocos se arriesgarán a adquirir. Así, más allá del apoyo de China y Rusia ya existente, será difícil que el régimen de mafia obtenga apoyo adicional. Además, el problema de Venezuela, más que de generar recursos en divisas por la vía del endeudamiento, es un problema de dar al traste con la mafia enquistada en el poder, una mafia que se apropia de los petrodólares a 10 bolívares en su totalidad.

«Solo la hipermafia cambiaria a 10 bolívares, que desapareció el mercado de cambio en Venezuela y nos condenó a depender de Cúcuta, puede explicar la hiperdepreciación del bolívar»

¿Como ha visto usted las medidas que se han tomado para solucionar crisis del efectivo en el país?

—No la quieren solucionar. Si quisieran solucionar la crisis del efectivo imprimirían más efectivo con un menor volumen de billetes de mayor denominación. Pero, todo es mafia. Así que no descarto que quien define el porcentaje de billetes de cada denominación es el mismo que recibe comisión por imprimir más billetes de menor valor.

¿Que información tiene acerca del contrabando de nuestros billetes por nuestras fronteras? 

—Es obvio que haya contrabando dada la mafia y las distorsiones con el efectivo y el tipo de cambio. Los venezolanos llevan cada vez más bolívares en billetes, al aumentar los salarios y la liquidez, y los colombianos demandan siempre la misma cantidad, 200 bolívares por tanque de 40 litros de gasolina para bachaquear. Cuando el dólar negro estaba en 200 bolívares, los colombianos ponían 1 dólar para hacerse de un tanque de 40 litros para bachaquear; cuando llegó a 2.000 bolívares ponían 0,1 dólar; cuando llegó a 20.000 bolívares tan sólo 0,01 dólares y ahora que llegue a 200.000 dólares no más de 0,001 dólares por un tanque. No hay un mercado de cambio, sino un parapeto mafioso. En un mercado: mientras más sube el precio, más aumenta la oferta. Acá ocurre lo contrario. Mientras más sube el dólar negro, menos dólares (pesos) ofrecen los colombianos. Claramente, el tipo de cambio de Cúcuta es inherentemente inestable y la solución la hemos planteado hasta el cansancio: sacar la banda mafiosa del poder, recoger el efectivo en Cúcuta, legalizar y unificar el tipo de cambio, emitir menos billetes pero de más alta denominación, y establecer un orden salarial, fiscal y monetario, luego de reestructurar amigablemente la deuda y contar con el apoyo del FMI y acreedores internacionales, en promesa de una apertura petrolera.

«El Petro no puede solucionar los problemas, porque al violar la Constitución Nacional es deuda odiosa, que sólo pocos se arriesgarán a adquirir»


“Una banda mafiosa se enquistó en el poder”

¿Que opinión te merecen medidas llamadas a atraer la inversión extranjera para la reactivación económica? 

—Una burla. Casi nadie invierte sin un mínimo de garantías, como seguridad de la persona, los bienes y la propiedad. Y quien lo haga es un héroe.

El presidente Maduro ha convocado a diversos sectores del país a los fines de diseñar II Plan de la Patria. ¿Dicho plan pudiera solucionar problema de la escasez de alimentos y medicinas?

—Ese plan lo que puede causar es un empeoramiento de la crisis humanitaria, sanitaria y alimentaria. El único Plan de la Patria que puede ser exitoso es el de dar al traste con la banda mafiosa que se enquistó en el poder.