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Crónicas Bolivarianas: Choreo y sapeo en la narcorevolución

Sobrinos presidenciales

¿Los nacosobrinos? sapeó, Clintonvizquel: ¡Unos niños de pecho comparados con los camarados Diosdedos, El Turquito, El Psiquiatra, Drogaroll, Madrino y Narcolás


O.E.

Metieron preso ¡otra vez! a Clintonvizquel. Una raya más pa’ un tigre. Días atrás, apenas, había arrollado a una ancianita al atravesársele a su “Hummer” envenenado, en una transversal de La Lagunita Contrisss Clusess. Que el “suciodicho” estuviese echando “piques” con varios compinches, integrantes como, él, de las nuevas “degeneraciones” de relevo bolivariano. Que la octogenaria haya quedado lisiada de por vida. Que el conductor, al igual que sus altospanas, se tragasen la luz roja. Que estuviesen tronos, con Etiqueta Azul o con carburante de altísimo octanaje, resultó irrelevante. Media horita, no más, de calabozo. En específico, hasta que sus amantísimos padres, los no menos bolivarianos Yakelinegertrudis y Freddygüilliams III, se presentaron al precinto policial, chapearon al oficial de guardia, le advirtieron que si no dejaba libre a su “querubín”, el preso sería, él, botao, de ñapa y por si “acasón”, para no perder la costumbre, le mojaron la mano.

Ahora es serio. Le pusieron los “ganchos” la CIA, el FBI y la DEA. ¿Y no le habían advertido a Clintonvizquel, que los Niuyores eran destino peligroso para los bolivarianos saqueadores de nuestra Tesorería Pública? Más pudo la concupiscencia por derrochar físico, al volante de su Ferrari Testa Rossa por la Fitfh Avenue.

–¿Los narcosobrinos? – chilló Clintonvizquel, sin necesidad de que sus captores diesen inicio al interrogatorio de rigor- ¡Unos niños de pecho comparados con el camarado Diosdedos! ¿ El Turquito, segundo de a bordo? ¡Un bendo basaporte barato a los integrantes del Hezbolah! ¿Y el Hombre del Braguetazo? ¡Más ladrón que su suegro! ¿El psiquiatra de la Robolución y los generalotes Drogaroll, Madrino etc., etc.,? Místers, yo, mejor, informarles dónde estar cuentas bancarias en $, euros, yuanes, pesos macuquinos, de todos esos bicharrajos, incluidas las de, Narcolás.

Hubo necesidad de someterlo a tortura. No para que “sapeara”. Sino para que cesara de “sapear”. Choro, delator y cobardón. Representativo del rancio bolivarianato.