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Julián Rivas: ¿Estamos infiltrados?

Saqueos Venezuela

Sí, la expoliación y la acumulación van de la mano en la historia de nuestro pueblo


Julián Rivas

Estos son días de gran aprendizaje. Venezuela es un pueblo único, sin caer en el excepcionalismo tan dañino para los gringos. Tampoco somos gentlemans, como gustan considerarse los ingleses. Pero somos un pueblo de trabajo. El venezolano no está para que lo jaraneen. El dialogo debe ser con el pueblo.

Por estos días en Venezuela se han ofrecido manifestaciones de protestas, de malestar social , que obligar a una interpretación adecuada y a una respuesta oportuna, popular y revolucionaria. Esto no es la clásica protesta opositora, perrorabiosa. Es el pueblo buscando respuesta a sus problemas. Por lo pronto, lo invito a leer Cantaclaro, de Gallegos.

Durante los días de navidad y año nuevo revisé varios libros, entre otros el de Alan Greenspan, “La era de las turbulencias”. Greenspan es un economista estadounidense de origen judío que fue presidente de la Reserva Federal entre 1987 y 2006. Sabe muy bien lo que hizo, vio y escuchó.

Muchas inquietudes quedan cuando se lee a Greenspan. Pero primero hay que hacer una advertencia, especialmente para los alquimistas, aprendices de brujos y neoliberales que tanto pululan en Venezuela: No somos Europa central. No venimos de ningún comunismo. Nuestra experiencia histórica explica por qué los fracasos económicos.

Sin duda tenemos una burguesía tramposa. Eso es global pero aquí se pasan. Revisen la fuga de capitales (eufemismo de saqueo o robo) y encontraran parte de la explicación.

Sí, la expoliación y la acumulación van de la mano en la historia de nuestro pueblo. El oro enloqueció a los Welsers, a Walter Raleigh. Y se quedan cortos los que creen que con el señor de la Polar seremos “mas venezolanos”. Qué riñones¡

No tiene por que sorprendernos esta carrera loca del señor de la Polar para ser presidente. Si lo logra, a este país le vendrán momentos de mayor conflictividad.

Pero la propaganda tiene la capacidad de hacer casi real cualquier fantasía. Y al de la Polar le gusta sacar provecho de las tradiciones y gustos del venezolano. Los adapta y los explica según sus intereses.

La mentira es parte de la destrucción creativa, lo advirtió Leo Strauss, un sionista reaccionario. Maestro de los neoconservadores, Strauss es referencia anglosionista. Pele el ojo compadre. Y mucho cuidado con los falsos rojos.

En todo caso, lo que ocurre en Venezuela puede se extensión de lo que ocurre en el mundo. Venezuela es un caso particular. Es una extensión de esta globalización que quiere acabar con los estados-Nación, y también con las Fuerzas Armadas de cada país. Para la burguesía nueva no existe soberania nacional. Eso se llama destrucción creativa. Pero no somos europeos, ojo.

El proceso histórico se debate entre tradición y caos, para caer en un proceso sin acervo histórico no memorial. Por tanto, el señor de la Polar tiene toda la libertad para caerle a embuste a la gente. Un señor que especula, que manipula, que bachaquea y aumenta precios como le da la gana, muchos lo ven presidenciable. Que apretaos.

Celebremos los éxitos de  José Altuve en el beisbol, pero le advertimos que es una aberración que le transmita sus éxitos al señor de la Polar. Ejn efecto, tampoco existe soberanía individual. De verdad, señor Altuve. Seguramente usted es fruto de la Federación de Beisbol. Dudo que lo sea de la Polar. Es más, habría que hacerle una  estatua al que creyo en Altuve, porque su tamaño es una excepción en el beisbol. Algo atipìco. Pregunte en Houston, donde por un tiempo la gran estrella de los Astros fue J. R. Richards, un gigantón con una recta que era una saeta. Enfermó, cayo en desgracia y se convirtió en un homeless. Quedó en la calle.  Eso es el capitalismo. Lo demás es cuento. El capitalismo es la guerra social, permanente. Por eso hay que pelar los ojos.

Les decía que Grenspan tiene un capitulo que obliga a la reflexión.  Sobre lo que se llamaba” revolución de mercado”, nos pone el ejemplo polaco. La propia terapia de choque. “Cuando Solidaridad ganó las elecciones polacas en agosto de 1989, la economía se hallaba al borde del colapso. Había escasez de alimentos en las tiendas, la hiperinflación estaba destruyendo el valor del dinero de la gente y el Gobierno se encontraba en la bancarrota y no podía pagar sus deudas”, ah caramba.

Greenspan advierte que a instancias de Leszek Balcerowicz, un economista ultraneoliberal, “el nuevo Gobierno designó el 1 de enero de 1990 como día del big bang, en el que la práctica totalidad de los controles de precios cesarían. Coincidí con él por primera vez en un encuentro internacional

de banqueros celebrado en Basilea, Suiza, unas pocas semanas antes del acontecimiento, y me dejó pasmado al afirmar que no sabía si la estrategia funcionaría. Pero, me dijo, «no se puede reformar a pasitos»”.

Vea usted:  se crea el problema, viene toda la situación de destrucción de lo que existe, el sufrimiento popular, y lo último, el paquetazo. En fin, se desmonta, se caotiza y luego se ofrece sufrimiento para resolver. Acaso por eso el Metro es caos, la Sundee esta destruida. Son preguntas.

Los neoliberales están convencidos de que hay que “espolear a la gente” y llevarla a creer que el cambio es inevitable.  Obviamente el  big bang, como era de esperar, provocó enormes trastornos, advierte Grenspan. “… los precios en un principio se dispararon; el zloty perdió casi la mitad de su poder adquisitivo en las primeras dos semanas. Pero aparecieron más productos en las tiendas, y poco a poco los precios se nivelaron. Balcerowicz tenía a gente comprobando las tiendas a todas horas y, como más tarde recordaría, «fue un día muy importante cuando me dijeron: “El precio de los huevos está cayendo”». No había señal más elocuente de que el desplazamiento hacia un mercado libre había empezado a funcionar”.

Yo no sé por que estos neoliberales siempre tienen artilugios bursátiles. Esto supuestamente viene de la antigüedad. Me dicen que desde Sumeria. Insisto, parece que el anglosionismo tiene sus manos metidas en Venezuela. Ah caramba. Mire mi amigo, tengo la sospecha de que estamos infiltrados. Vea a Greenspan:

“El éxito de Polonia animó a Checoslovaquia a probar una reforma más osada si cabe. Václav Klaus, el ministro de Economía, quería entregar las empresas propiedad del Estado al sector privado. En vez de intentar distribuirlas por subasta entre grupos de inversión —nadie en Checoslovaquia tenía tanto efectivo disponible— propuso repartir la propiedad entre toda la población mediante el empleo de vales. Cada ciudadano recibiría una asignación igual de vales, que podían canjearse, venderse o intercambiarse por acciones en una empresa de propiedad estatal. De este modo, Klaus pretendía no sólo propiciar «la transformación radical de los derechos de propiedad» sino también sentar las bases de un mercado de valores”.

¿Estamos infiltrados y por eso el caos? Saque sus conclusiones. El que tenga ojos que vea. ¡Viva el pueblo!