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Se trata de una prueba fundamental y culminante para la aplicación de la “Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional” (Estatuto de Palermo)
Marlon Marín, sobrino del dirigente de la FARC Luciano Marín Arango (Iván Márquez), fue detenido hace pocos días en Bogotá como parte de un minucioso operativo contra el narcotráfico en el que cayó Jesús Santrich, ex guerrillero y miembro de la mesa de negociaciones de paz entre el gobierno y la extinta guerrilla fundada en el año 1964 por Manuel Marulanda Vélez y Jacobo Arenas, para luchar por la emancipación y liberación de Colombia.
Marín ya se encuentra a Estados Unidos. Se ha ofrecido a colaborar con las autoridades de ese país con importante información sobre las conexiones entre el Cartel de Sinaloa, México y el narcotráfico colombo-venezolano.
Luego de una entrevista de siete horas con agentes de la DEA en el bunker de la Fiscalía colombiana en Bogotá, en la que aportó avances sobre la información con la que podría colaborar, el sobrino de Iván Márquez se decidió a viajar a Estados Unidos con un permiso especial y someterse a la justicia de ese país, garantizando que entregaría toda la información contra los demás miembros de la red conocida como ‘La Familia’, que incluye a altos jerarcas, civiles y militares, del gobierno venezolanos, importantes jefes tanto de la guerrilla desmovilizada o “pacificada” como de la llamada guerrilla “disidente” o en armas, así como los nexos de ambos factores binacionales con el poderoso Cartel de Sinaloa, cuyo jefe Rafael Caro Quintero se había reunido en días recientes con Santrich en Bogotá.
Especialistas en el tema consideran la detención de Santrich y la delación Marlon Marín es el más duro golpe que ha recibido el narcotráfico internacional, después de la detención, en el año 2016, de Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, (El Chapo Guzmán), el capo nacido La Tuna, México, 4 de abril de 1957, que actualmente detenido en Estados Unidos, país que igualmente ha solicitado en extradición al ex guerrillero y negociador colombiano.
En lo que respecta a la dictadura venezolana, se trata de una prueba fundamental y culminante para dar inicio a la aplicación internacional de la “Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional”, suscrita en diciembre del año 2000, en la ciudad de Palermo, Sicilia, Italia, de la que Venezuela es firmante. Se cierra el círculo.
