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Gustavo Luis Carrera: Éxodo y diáspora

Diáspora Venezolana

Exilio y autoexilio se unen en el gesto dramático de la separación de la tierra natal. Nadie se aleja de su enclave familiar sin poderosos motivos externos, de orden económico, espiritual o político


 Gustavo Luis Carrera

Separarse de la tierra natal es, en sí, un acto de alejamiento de consecuencias imprevisibles. Inclusive, junto a la cárcel y la muerte, es uno de las más crueles penas inventadas por el ser humano: el exilio. De otra parte, la emigración puede ser un acto voluntario, en busca de mejores condiciones de vida. Así, en pocas líneas se bosqueja la complejidad que arropan los términos de éxodo y de diáspora.

SUBLIMACIÓN BÍBLICA DEL ÉXODO. Esta palabra proviene del griego «éxodos»: salida. Emigración de un pueblo hacia otro país, dice el diccionario. Y agrega: partida de mucha gente hacia uno o varios lugares. Es el nombre del Segundo Libro de la Biblia, referido a la esclavitud de los hebreos en el antiguo Egipto; hasta que son liberados por Moisés, conduciéndolos a la Tierra Prometida. Este Libro se encuentra en la Torá, la Biblia hebrea, así como en el Antiguo Testamento de la Biblia cristiana. Y ya se destaca la extraordinaria significación histórica y espiritual del éxodo, desde la perspectiva religiosa; señalándose que el éxodo responde a una necesidad perentoria, a una obligación de fuerza mayor o a una amenaza de esclavitud o de exterminio.

ABERRACIÓN NAZI DE LA DIÁSPORA. A su vez, diáspora viene del griego «diáspora»: dispersión. Su sentido directo es el de dispersión de un pueblo o de una etnia a través del mundo. Tal fue el destino inmediato de comunidades judías establecidas fuera de Palestina, a partir del Exilio ocurrido en el siglo VI a. C. Suceso histórico que, para asombro mundial, repitieron los nazis, en tiempos de la Alemania hitleriana, de manera insólita, con una persecución caracterizada por una crueldad inimaginable. La conmoción producida por este hecho aberrante es parte del inventario vergonzante de estos tiempos.

ANGUSTIOSA REALIDAD NACIONAL DE ÉXODO Y DIÁSPORA. En el contexto de estas trágicas palabras se produce una sorprendente emigración venezolana actual. Seguramente no hay venezolano que no tenga en su familia, o conozca en amigos y vecinos, casos de emigrados nacionales hacia las más diversas regiones del mundo; en busca de superiores condiciones de vida, de mayor seguridad pública, de mejores perspectivas de futuro. Situación excepcional: Venezuela había sido un país de emigrados; ahora es un país de emigrantes. Cualquiera que sea su modo de pensar, nadie puede negar esta realidad. Ya se habla de dos, de tres millones, de venezolanos que en los últimos tiempos se han radicado en tierras extrañas. ¿Es un éxodo? ¿Es una diáspora? Sin duda es un éxodo, motivado por la repulsa al deterioro de las condiciones de vida. Sin duda es una diáspora, originada y sostenida por fuerzas negativas, contrarias a la vida normal.

VÁLVULA: «Conocido anteriormente como país de emigrados, Venezuela es ahora país de emigrantes. Exilio y autoexilio se unen en el gesto dramático de la separación de la tierra natal. Nadie se aleja de su enclave familiar sin poderosos motivos externos, de orden económico, espiritual o político. Así lo corroboran la historia del éxodo y de la diáspora, que ahora toman carta de naturalización venezolana».

(glcarrera@yahoo.com)