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HOMENAJE a Lewis Pérez (1944-2019)

“Representaba la verdadera AD,  la de la resistencia, que nunca quiso pactar con Pérez Jiménez, a pesar de que Pérez Jiménez no era un gánster”, considera Enrique Aristiguieta Gramcko

Enrique Meléndez

         El Instituto de Filosofía de la Universidad Central de Venezuela le rindió un homenaje al médico y dirigente político Lewis Pérez Daboin (1944-2019) el pasado martes 22 de octubre, En el acto tomaron la palabra varias figuras destacadas del otrora cotarro de la política venezolana, además del director de dicho instituto, el profesor Miguel Albujas y el director del portal de noticias La Patilla, David Morán Bohórquez.

         Albujas inició el acto recordando las peripecias que lo llevaron a conocer al ex secretario general de Acción Democrática; tratándose, el uno de un académico y el otro de un hombre de la praxis política, y, en ese sentido, explicó que precisamente eso los llevó a acercarse: al hecho de que Pérez, luego de sus avatares por el mundo de la política, se interesó mucho por la teoría política, y fue donde nació la idea de crear ambos una Cátedra Libre, a propósito de una aspiración de suya de formar una dirigencia política con una base filosófica sólida.

         Precisamente, la intención de Albujas fue llevar a cabo una sesión de clases normal, como se venía haciendo en el instituto, tradicionalmente, con la presencia hasta entonces de Pérez; sólo que ahora con un público más selecto y más numeroso; entre ellos la propia familia suya, además de sus amigos más cercanos; siendo la temática de esa clase “de la complejidad académica a la praxis de la política: Antinomia entre Teoría y Real Politik”.

         Por su parte Morán Bohórquez se refirió a los aspectos telúricos de Pérez; siendo un hombre de idiosincrasia trujillana, y, en ese sentido, contó algunas anécdotas suyas, relacionadas con sus peculiaridades andinas; mientras tanto, Pedro Pablo Alcántara puso el acento en la extraordinaria humanidad de Pérez; porque, a su juicio, “Lewis no sólo fue un hombre comprometido con la política, es decir, con la vida; sino también comprometido con el ejercicio permanente de su don de curar”.

         En ese sentido, Alcántara hizo ver que Pérez, aun cuando no era un médico con consultorio, se preocupaba mucho por la salud de su entorno más cercano; al punto de que estaba al tanto de las consultas, de los exámenes, de las medicinas de todo aquel amigo suyo, que se encontraba en trance de un tratamiento médico, y luego contó que los dos días antes de su muerte habían tenido comunicación telefónica y en donde Alcántara notaba que Pérez se mostraba muy angustiado por lo que estaba sucediendo en el país, en especial, por los diálogos, que se estaban desarrollando entonces en Barbados y en Oslo.

LA RESISTENCIA ADECA

         Seguidamente, habló Enrique Aristiguieta Gramcko, quien dijo que había conocido a Pérez en una ocasión, cuando ambos coincidieron en el ascensor del edificio administrativo del Congreso Nacional; habiendo sido presentados por el entonces diputado José Rodríguez Iturbe, y que desde entonces se vieron poco; hasta que, luego, lo volvió a encontrar, en consecuencia, en la vía de la necesidad de buscar de nuevo una unidad de los que no creen sino en el derrocamiento de Nicolás Maduro, y que en esas circunstancias, Aristiguieta Gramcko, se preguntaba, a propósito de este radicalismo suyo, el por qué la dirigencia oficial de AD le permitía a Pérez tales posturas; siendo patético el hecho de que a él lo había invitado al Instituto “Raúl Leoni”, que por entonces Pérez presidía.

         “Pero se nos murió, y nos va a hacer mucha falta; porque se trataba de un hombre genuino; un demócrata de verdad; que no se prestó nunca, para participar en las componendas; como las que, actualmente, estamos viendo y padeciendo; con un gran espíritu de trabajo. Estoy seguro que él estaría ahora en la misma onda, que andamos nosotros: buscando la forma de recuperar la democracia venezolana”.

         Consideró Aristiguieta Gramcko que Pérez representaba, no obstante, la verdadera AD,  la AD de la resistencia, que nunca quiso pactar con Pérez Jiménez, a pesar de que Pérez Jiménez no era un gánster, y que si Rómulo Betancourt estuviera vivo, recalcó, estaría allí mismo presente, y en momentos en que sus sucesores han usurpado al partido, y se lo han tomado para ellos; destruyéndolo, en ese sentido, como ocurrió con Copei,  que lo destruyó su propio fundador, lo que calificó de suicidio; refiriéndose al esquema del bipartidismo, al respecto, que privó en la estructura de la democracia venezolana.

         “Hay una militancia adeca de corazón, que yo creo que está esperando, que alguien les diga las cosas, como está acostumbrada a oír. AD fue el partido que tuvo mayoría en las cárceles cuando Pérez Jiménez; la mayoría de los exiliados; la mayoría de los muertos. Esa fue la conducta de AD frente a la dictadura: se reivindicó de los errores, que cometió en el primer trienio. Luego, Rómulo Betancourt, dando demostraciones de un político de gran talla, hizo un gobierno, como debía ser: para la democracia en Venezuela y en el continente. Yo siempre digo: Betancourt en el año 1945 era un loquito, pero en 1958 era un loquero: un hombre que vino a poner orden en el país”.

                                     DOS TRUJILLANOS

         A continuación tomó la palabra el exdiputado Julio César Moreno, exembajador de Venezuela en Chile,  quien se refirió al paralelismo, que existió entre las afinidades electivas de Pérez, como las suyas: los dos trujillanos; ambos diputados por su región, sólo que Pérez como representante de AD, mientras que él representaba a Copei, lo que no implicaba el hecho de que en la relación entre ambos existiera la controversia natural, que había entre ambos partidos; cuando por el contrario, lograron mantener una cordial relación personal, y la que se acentúo a lo largo de este proceso de luchas, que se han sostenido contra “la tiranía que tenemos en este momento”.

         “Yo también lamento, profundamente, la muerte de Lewis, y la que no me la esperaba, porque, a pesar de que éramos muy buenos amigos, no nos frecuentábamos con mucha asiduidad, por lo tanto no sabía que estaba enfermo, y el estado en que se encontraba”.

         A propósito de lo que está ocurriendo hoy en día en Venezuela, y en Sudamérica, en su conjunto, opinó Moreno que muy poca gente tiene conciencia, de lo que está ocurriendo. Recordó que estuvo en Chile seis meses antes, de que ocurriera el derrocamiento de Salvador Allende, lo que le permitió ver el ambiente, que había en aquella sociedad, donde a la conclusión que se llegaba, era la de que iba a ocurrir o un golpe de Estado o una guerra civil. Posteriormente fue embajador de Venezuela en ese país.

         “Yo creo que la historia se comienza a repetir, lamentablemente, Yo llego a la conclusión, que esos países que tuvieron dictadura, ya se olvidaron de la amenaza que tienen encima. Lo que está ocurriendo en Chile es sumamente grave, para el desarrollo político nuestro. Afortunadamente, en Bolivia está ocurriendo, pero a la inversa: una reacción por parte de los que están protestando por el fraude electoral”.

         Lo que lo llevó a decir que todo esto es producto del ejercicio de la reelección presidencial en nuestros sistemas políticos; aun cuando, reconoció el proceso de modernización  de Chile, incluso, bajo los dos períodos presidenciales de Michele Bachelet y Sebastián Piñera; tanto económica y social, como política, lo que explica la estabilidad institucional, que había gozado hasta ahora; cuando supo evolucionar de una dictadura a la democracia, que todavía tiene, y que lo que está pasando se debe, a su modo de ver, el no haber podido todavía el sistema democrático solucionar los problemas de pobreza, que aún existen, a pesar de que las condiciones de vida de los chilenos han mejorado notablemente.

         “Pero lo que está ocurriendo en este momento no tiene nada que ver con eso. Porque sí hay un malestar social. Sí ha habido muchas manifestaciones. Sí ha habido muchos problemas durante todos estos años. Lo que está ocurriendo en Chile es artificial; programado por profesionales de la violencia; organizados aquí en Venezuela; entrenados en La Habana. Está comprobado que desde el mandato de Hugo Chávez, se han estado enviando a centenares de venezolanos, para los campos de entrenamiento que hay en Cuba, precisamente, para promover la subversión en la América Latina”.

         En ese sentido, Moreno trajo a colación, además del caso Chile, lo ocurrido en Ecuador, en Honduras, en Haití; una cosa, a su juicio, que no es espontánea; que no se trata del “Caracazo” ni nada menos; que por hambre, por ejemplo, no se explica el hecho, de que una población se haya levantado, y haya quemado varias estaciones del Metro de Santiago; hayan saqueado supermercados.

         “¡Es terrible lo que está ocurriendo! Yo digo esto, porque creo que nosotros debemos despertar: ¿qué es lo que vamos a hacer de ahora en adelante?, ¿cómo va a haber una unidad de la oposición, y con base a qué podemos hacer una unidad oposicionista?”.

                                    UN ESPACIO PARA EL DEBATE

Entrevista Milos Alcalay

         Seguidamente, participó el embajador Milos Alcalay; quien dijo que, de acuerdo al peregrinaje, que él ha tenido en sus funciones de diplomático, ha llegado a poseer la capacidad de medir quién es estadista, y quien no lo es, y que Pérez era un estadista, y no de esos estadistas impositivos, de carácter duro; sino un estadista con calor humano extraordinario; jugando a ser siempre el último, para que otros fueran los primeros.

         Difirió del punto de vista de Julio César Moreno, en el sentido de que el problema, que ha viciado nuestros sistemas políticos, es el ejercicio de la reelección; pues, a su modo de ver, lo que ha sucedido es que hemos tenido un cambio en el espíritu de las épocas; de modo que los que prevalecía como valores en otra época, hoy ya no lo son, y que, en ese sentido, las clases políticas se quedan en el tiempo repitiendo el mismo discurso; lo cual lo dijo, precisamente, para hacer ver que Pérez venía a ser como una excepción; porque, a ese respecto, tenía una gran capacidad de reciclarse.

         “Esa capacidad de entender que hay que adaptarse al signo de los tiempos. Y la tenía tanto dentro de AD, como fuera de AD. Porque los que no militamos en AD, no obstante, militamos en las filas de Lewis Pérez. ¡Cuántas veces no nos invitó al CEN de AD; cuántas veces nos invitó a la Fundación Raúl Leoni! Eran tantas las reuniones que Lewis hacía por esa creatividad y búsqueda, que tenía para adaptarse a los cambios de las generaciones”.

         El cierre del homenaje quedó a cargo de Daniel Enrique Pérez, su hijo mayor, y quien, además de agradecer la presencia de amigos y conocidos de su padre, manifestó que él creía que la memoria de las personas importantes en esta vida no se va con la muerte física; que hay que trascenderlas, y darlas a conocer a las nuevas generaciones, y acto seguido citó un pensamiento de Pérez:

         “Hay momentos en la vida en que la historia te exige un compromiso  mayor; donde los intereses personales y políticos tienen que apartarse de lado, para lograr un beneficio político. Es en ese momento donde los hombres de bien tienen que asumir su responsabilidad con el país y su historia”.

                       DE VALERA PARA VENEZUELA

Lewis Alberto Pérez Daboin nació en la ciudad de Valera, estado Trujillo, Venezuela, 11 de diciembre de 1944 y falleció en Caracas, el 3 de agosto de 2019). Se graduó de médico en la Universidad Central de Venezuela, obteniendo una especialización en el año1970. ​Fue dirigente político del partido Acción Democrática, organización de la que fue su secretario general de1998 al 2000. Fue senador de la República (1994-1999) por su estado natal.

Inició su carrera política en el año 1975 cuando es electo diputado al Congreso por el Estado Trujillo. Luego, en 1989 es nuevamente escogido como diputado por su Estado, actuando en esa oportunidad como miembro de la Comisión permanente de Finanzas. ​ En los comicios de 1993, fue elegido senador por el estado Trujillo, para el período 1994-1999, integrando la Comisión de Defensa del Congreso.4

En 1997, entra en el comité ejecutivo nacional de Acción Democrática, como secretario de organización, y figura como precandidato a la elección de 1998. Desde el CEN de AD promueve la transformación de ese partido socialdemócrata. El 28 de noviembre de 1998 asume como secretario general de su partido, luego que Acción Democrática le retirada su apoyo a la candidatura del Luis Alfaro Ucero (“El Caudillo”), quien también ocupaba el cargo de secretario general de AD y finalmente fue expulsado del partido. ​ En el año 2000, le entregó el cargo de secretario general al actual diputado Henry Ramos Allup, quien lo ejerce desde esa época.

​ Estuvo casado con Antonieta Boschetti Manrique durante 31 años y tuvo tres hijos: Rosana, Daniel Enrique y José Daniel.