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«SANTRICH está en el 23 de Enero y lo protege el colectivo La Piedrita», revela Simonovis

Iván Simonovis, Comisionado Especial de Seguridad e Inteligencia del gobierno interino de Juan Guaidó, reveló que Seuxis Pausias Hernández Solarte, más conocido por su alias Jesús Santrich, perteneciente a las disidencias de las FARC, se encuentra refugiado en el 23 de Enero, en Caracas, bajo el amparo de Maduro, y custodiado por el colectivo La Piedrita.

EN LA FOTO entregada por el comisario Simonovis, se observa a Santrich custodiado por el colectivo «La Piedrita» en la urbanización 23 de Enero, en Caracas.

Según Simonovis, Santrich “No está en el interior del país, está en Caracas, en el 23 de Enero y se mueve bajo la protección del colectivo La Piedrita. Él se ubica en el Bloque 48, letra B, piso 14, en los apartamentos 14-07 y 14-08 (…) Sabemos esta información porque logramos infiltrar el colectivo La Piedrita, sabemos lo que hacen, de las reuniones de Santrich con quién hablaron y de qué hablaron“.

Además, agregó que: “El régimen ha hecho alianzas de conveniencia y supervivencia tanto con el ELN y la Ex Farc. Las Farc tiene presencia en 8 estados, Táchira, Zulia, Barinas, Falcón, Guárico, Amazonas, Bolívar, Apure, y concentran su mayor actividad en Apure y Bolívar“.

Historia

El ELN ha utilizado el territorio venezolano por lo menos desde los años setenta, cuando una ofensiva del ejército contra el grupo en el departamento de Antioquia (Operación Anorí) diezmó su cúpula, obligando al grupo a trasladar su principal base de poder a Arauca, en la frontera con Venezuela. Una de las unidades más fuertes del grupo, el Frente Domingo Laín, se formó en ese departamento a finales de los años setenta.

Además de utilizar a la nación como un escondite, el grupo ha realizado operaciones de secuestro y extorsión en Venezuela, donde están fuera del alcance de las fuerzas de seguridad colombianas. Hay indicios de que el grupo está cada vez más involucrado en el narcotráfico transfronterizo.

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Los anteriores gobiernos venezolanos eran hostiles con los guerrilleros, en particular después de la masacre de Cararabo en 1995, cuando ocho infantes de marina venezolanos fueron asesinados por el ELN en el estado Apure. En 1998, el gobierno venezolano autorizó a Colombia para entrar en su territorio, con el fin de perseguir a los guerrilleros del ELN que se habían refugiado allí después de un ataque.

Sin embargo, la llegada a la presidencia de Hugo Chávez en 1999 significó una actitud mucho más amistosa con el ELN y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Este nuevo clima, junto con la creciente presión de las fuerzas de seguridad, grupos paramilitares y las FARC en los departamentos colombianos de Arauca y Norte de Santander, resultó en un mayor flujo de guerrilleros del ELN hacia Venezuela a partir del año 2000.

Con la llegada del proceso de paz, y la salida de las FARC de la confrontación armada, el ELN tuvo la oportunidad de consolidarse con mayor fuerza en la frontera venezolana, donde antes disputaba territorio con la otrora guerrilla más fuerte de Colombia.

Norte de Santander y Arauca se convirtieron en espacios dominados por los guerrilleros, que ahora disputan con otros grupos irregulares colombianos, pero en menor medida. El control sobre la frontera no solo les permitió tener el control de rutas del narcotráfico, sino garantizar un flujo constante entre los dos países (Colombia y Venezuela), creando así una especie de trinchera avalada al mismo tiempo por el gobierno de Nicolás Maduro.

El ELN usa a Venezuela, particularmente a Apure, como un escondite para sus líderes y también como un centro de operaciones para realizar actividades criminales que incluyen secuestro, extorsión, tráfico de drogas y contrabando de gasolina. La Comisión de Frontera de la Cuadrilla Domingo Laín está a cargo de las acciones transfronterizas, incluyendo el tráfico de drogas.

Se han presentado informes que indican que la guerrilla ejerce un fuerte control social en algunas zonas de Apure, actuando como un poder estatal de facto para resolver las controversias entre los ciudadanos y mantener algún tipo de orden. Según la fundación Nuevo Arco Iris, el grupo tiene casi el control total de las comunidades en ambos lados de la frontera (Apure y Arauca), e impone castigos a los delincuentes, realiza proyectos de obras públicas y cobra “impuestos”.

Una de sus estructuras más importantes y bélicas, el frente Domingo Laín Sáenz, adscrito al frente de guerra Oriental de esa guerrilla, tendría presencia en el lado venezolano de la frontera desde donde su jefe, Gustavo Aníbal Giraldo, alias “Pablito”, se oculta. Actualmente Giraldo es requerido por la Interpol, que desde octubre del año pasado emitió una circular roja en contra del jefe guerrillero.

De otro lado, la presencia del frente Carlos Germán Velazco Villamizar también se ha hecho notoria hacia el lado venezolano. Esta facción, que está en el municipio Cúcuta y sus alrededores, ha incursionado en el territorio venezolano por medio de panfletos y presencia armada.

Incluso, las fiestas de final de año en 2018 se vieron diezmadas por la presencia de algunos miembros de este frente y la distribución de algunos panfletos los días finales del mes de diciembre, en los cuales se le advertía a la población del estado fronterizo de Táchira sobre mantener el comportamiento durante las festividades.

Sin embargo, aunque los guerrilleros han expandido su fuerza en gran parte del territorio venezolano, no es claro si se trata de células, como suele ser el modus operandi de esta guerrilla o el accionar de frentes en específico.

Otro de los miembros de esa guerrilla que, al parecer, también estaría en Venezuela es alias “Ariel”, quien habría coordinado parte de los últimos atentados de esta guerrilla en Colombia, junto con Pablito. Sin embrago, la información sobre Ariel aún es difusa para las autoridades. Se cree que se mueve cerca de la frontera con La Guajira, Colombia, pero no ha sido confirmado.

De acuerdo a fuentes consultadas, el ELN ya tendría presencia en 12 de los 24 estados de Venezuela. Con grupos armados, emisoras clandestinas y hasta la distribución de las cajas de alimentos proporcionadas por el Estado conocidas como los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), esta guerrilla asegura su presencia en el territorio y se muestra como un actor real de poder.

Tan solo la distribución de las cajas CLAP en algunos estados venezolanos, como ha denunciado la Fundación Redes, implica que este grupo pueda tener control e influencia sobre la población, que debe estar registrada con el carnet de la patria para hacerse de la ayuda alimenticia.

Esto evidencia la penetración del grupo subversivo dentro del Estado venezolano, que le permite distribuir los subsidios, y utilizar esto como una forma de propaganda sobre la población civil.

Venezuela el Paraiso de los Delincuentes màs buscados

Durante los últimos años se ha intensificado la cantidad de delincuentes que deciden escapar de la justicia refugiandose en Venezuela,  sin embargo, lo que representa mayor preocupación es la indisposición del gobierno nacional para contrarrestar estas acciones.

Según Motta Domínguez ex Ministro de Energía, declaraba durante su gestión del pasado año, apagones “no son culpa de Corpoelec” Los 2.219 kilómetros de frontera entre Colombia y Venezuela se han convertido en un paraíso para las mafias del contrabando que operan rutas ocultas bajo la inmensa espesura, y donde el movimiento de mercancías ilícitas es bidireccional.

Grupos armados de narcotraficantes colombianos exportan grandes cantidades de cocaína hacia Venezuela, lugar que convierten en su refugio para escapar de la justicia, asimismo disidencias guerrilleras también hacen de Venezuela su casa, donde además cuentan con el apoyo del régimen nacional.

El gobierno venezolano ha permitido su permanencia no solamente al no combatirlos, también en reiteradas ocasiones ha recibido de manera pública y notoria en el palacio presidencial a algunos de estos criminales, ¿complicidad? Claramente se estaría tratando de ello, ya que la mayoria de los grupos guerrilleros como el ELN buscan financiamiento para mantener su estructura con la explotación del oro en las minas de Bolívar y defender la “revolución del siglo XXI”.

Al igual que la mafia colombia, bandas españolas también observan a venezuela como una buena “guarida” como lo fue el caso de la banda terrorista ETA, la cual mantiene a un centenar de activistas prófugos de la Justicia.

José Ignacio de Juana Chaos, de 63 años, miembro del comando Madrid,  tras estar 21 encarcelado se instaló en Irlanda en 2008. Como Irlanda no parecía ya un escondite seguro, De Juana se instaló en Venezuela, donde se puede verle  en compañía de su pareja y su hijo en el estado  de Anzoátegui.

Medios locales aseguran que se mudó a la localidad de Chichiriviche, donde  al menos en 2015, regentaba una licorería. Ante ello, El Gobierno español activó una petición de extradición con la “máxima celeridad” para Venezuela que, por el momento, no ha obtenido resultado.

En hechos recientes, un militar norteamericano, autor del triple crimen en una ciudad de España  ocurrido el  22 de junio de 2016  donde presuntamente actuó por despecho al enterarse de que su pareja tenía una relación sentimental con un abogado peruano que tenía un bufete en la calle de Marcelo Usera de Madrid, huyo a Venezuela tras haber cometido el atroz hecho.

El Mundo El criminal fue  detenido  en el mes de octubre  de 2018, por la Policía venezolana durante otra operación de investigación que le relacionaba con otro delito. Una vez arrestado, se supo que tenía una orden internacional de búsqueda y captura por la Interpol.

Autoridades españolas, al enterarse de su detención, aseguraron que se iban a poner en marcha todos los mecanismos legales para que sea juzgado  en España.