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Delito a la biodiversidad I Cazadores furtivos arrojan animales al mar desde Venezuela

Más de 47 pájaros se ahogaron después de que fueron arrojados al mar por sus captores que intentaron evadir la captura de la Guardia Costera en Cedros de Trinidad y Tobago, este lunes por la mañana.

Cuando los oficiales de la Guardia Costera sacaron las cestas de mimbre con los pájaros, la mayoría estaban muertos y los otros finalmente murieron.

Se componen de 20 guacamayos de Hahn, 22 caiques y cinco loros de alas naranjas. También se arrojó una caja de cartón con varios camachuelos, pero sus cadáveres flotaron en el mar antes de que pudieran ser recuperados.

La información inicial fue que los monos también fueron rescatados, pero la Guardia Costera ha declarado que no se descubrieron monos. Se cree que las aves fueron introducidas de contrabando en el país desde Venezuela para ser vendidas en el mercado negro.

Según un informe, alrededor de las 6.36 de la mañana, el barco de la Guardia Costera estaba patrullando cuando se vio la piragua. Los miembros de la tripulación comenzaron a tirar las cestas de mimbre y la caja de cartón por la borda mientras el barco de la Guardia Costera perseguía e interceptaba la piragua. Los oficiales luego sacaron las canastas.

47 camachuelos arrojados al mar, Trinidad y Tobago
Guardián y Juéz 11 Richard Ramlogan

Los hombres, que residen en Cedros, y las aves fueron llevadas a la estación de policía de Cedros, donde se contactó a la División Forestal.

Guardián y Juéz 11 Richard Ramlogan y su colega Bishan Madhu fueron a Cedros donde entrevistaron a los hombres. Sin embargo, se cree que los hombres vinieron de Venezuela, y de acuerdo con los protocolos COVID-19 habrían tenido que hacerse la prueba del virus antes de que pudieran ser detenidos en la estación.

Como resultado, fueron advertidos de su enjuiciamiento previsto y liberados sin ser acusados. A Guardian Media se le dijo que al completar el papeleo, los hombres recibirán una citación para comparecer ante un magistrado para responder a los cargos.

Es probable que sean acusados ​​de más de 47 cargos de posesión de animales protegidos sin un permiso y que tengan un segundo jucio programado en la temporada cerrada. Esos delitos conllevan una multa máxima de $ 10,000. (SW)

VIA-Guardian Media